Difícil hacer clasificaciones, pero también difícil prescindir de ellas. Si aplicamos esta razón al año, el 2008 pareció más cargado hacia lo peor. No pretendo ser tajante, ni asumir como definitivo el listado de lo mejor y lo peor. Más bien, nos damos cuenta que algunas buenas llevan en sí mismas las malas, así de compleja y contradictoria es la vida, o si se quiere, la realidad. Pero va esta lista con sus gustos y sus disgustos, pros y contras en lo regional. Por lo pronto, propongo diez y diez, de las cuales no necesariamente guardan un orden de importancia.
Buenas
1. La avenida de los ríos Nazas y Aguanaval. Después de 17 años, muchos laguneros pudieron conocer el río Nazas en su cauce natural, pero también muchos pudieron recordar la historia y revitalizar la identidad profunda del lagunero. Pero lo más importante fue el beneficio de la recarga de nuestro sobreexplotado acuífero.
2. El tercer campeonato del Santos y la “ola verde” que inundó para bien el espíritu de los laguneros. Verdaderamente fue impresionante y entusiasta ver las manifestaciones de la “santosmanía” en la población. Sin embargo, no pasaron inadvertidos lo oportunistas gobiernos Estatal y Municipal para llevar agua a su molino. Siempre necesitados de legitimidad.
3. La participación ciudadana en el proceso electoral del pasado 19 de octubre, para renovación del Congreso local de Coahuila. Aunque se esperaba una participación ciudadana bastante baja, la población reunió prácticamente un 40% de participación, rebasando las expectativas previas.
4. El programa de modernización del transporte “Ecobus” aplicado por el Ayuntamiento de Torreón. Sin lugar a dudas se trata de uno de los buenos programas para cambiar los problemas históricos de Torreón en materia de transporte.
5. El rescate del Centro Histórico y la reubicación de los ambulantes. Durante décadas administraciones municipales fueron y vinieron, pero realmente nunca se logró concretar la dignificación del Centro de Torreón. El municipio ha puesto por primera vez una base valiosa para el desarrollo de la ciudad.
6. El Museo del Algodón en el sector Alianza de Torreón. El espacio cultural retoma la historia de la región y la bonanza que durante los siglos XIX y la primera mitad del XX, dejó el algodón para la población lagunera. Ahora el reto será mantenerlo y promocionarlo con la mayoría de la población que no lo conoce.
7. El PRI y su capacidad electoral indiscutible, aunque el haber ganado todo, conlleva los riegos del abuso de poder. Tanto como firmar un cheque en blanco.
8. La gestión y continuidad del proyecto de la Zona Metropolitana de La Laguna. Aunque todavía está por verse los resultados.
9. A pesar de las demoras, la gestión de obra realizada por el alcalde Ricardo Rebollo Mendoza para la remodelación del bulevar Miguel Alemán en Gómez Palacio, Durango. Ya era hora.
10. La gestión del diputado federal Carlos Bracho González en el Congreso de la Unión y en la Secretaría de Gobernación para reivindicar una vieja demanda social: restituir el dinero que les debía la Federación a los exbraceros mexicanos, de los cuales muchos están en la región.
Malas
1. La corrupción e infiltración de los cuerpos policíacos del Municipio de Torreón por el crimen organizado, pero también el enfrentamiento entre policías federales y municipales, seguido de los auténticos días de interregno –sin gobierno- que vivió la ciudad y que rápidamente fue canalizado por delincuentes al incrementarse los robos a casa habitación y comercio en la ciudad.
2. El narco y la oleada de violencia que desborda La Laguna, seguida del temor y ahora, de la casi indiferencia de lo habitantes, ante los muertos y las balaceras que aparecen constantemente. Más los secuestros y las extorsiones, que cada vez más se han vuelto muy rentables para los delincuentes y han hecho de Coahuila, de La Laguna, pero también de Saltillo, un terreno fértil para el crimen. Incluso, y no sin ironía, dos funcionarios antisecuestros y un experto de talla internacional, fueron “levantados”.
3. El derrumbe definitivo del Distribuidor Vial Revolución (DVR), ese monumento a la impunidad que puede ser resumido de la siguiente manera: Cuando se derrumbó, la corrupción seguía ahí.
4. El mediocre desempeño del Alcalde José Ángel Pérez Hernández, calificado por una abrumadora votación en contra de él y su partido en la elección del 19 de octubre.
5. El numerito de la propuesta de pena de muerte, realizada por el Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, quien canalizó el beneficio mediático y la simpatía de una población temerosa, pero una propuesta poco seria para mejorar la tan vapuleada seguridad.
6. El regalo navideño de las notarías que realizó a funcionarios del gobierno estatal el Gobernador de Coahuila. Una muestra más de la discrecionalidad y abuso de poder que tiene todos los gobernadores del país.
7. La vergonzosa basura, aguas negras y demás desechos que por ignorancia, impunidad e irresponsabilidad acumuló el lecho seco del río Nazas. En otras palabras: la nula cultura cívica que tenemos en nuestro entorno inmediato.
8. El fenómeno de las abras y los hundimientos derivados de la avenida del río Nazas en algunas colonias de Torreón y Lerdo, mismos que han causado zozobra y pérdidas a ese sector de la población.
9. El gravísimo problema del arsénico en el agua que bebemos los laguneros y la contaminación de muchos pozos de la región, donde incluso no pocos rebasan la norma nacional e internacional para la calidad del agua, generando un profundo problema de salud pública.
10. Las pugnas internas en el Partido Acción Nacional de Coahuila. Las luchas estériles entre los grupos, principalmente entre los liderados por José Ángel Pérez Hernández y Guillermo Anaya Llamas terminaron al final por reflejarse en la apabullante derrota electoral que les propinó el PRI en Torreón, y de paso en todo el Estado.