miércoles, 29 de mayo de 2013

La toma de Michoacán


Desde hace tiempo que las responsabilidades del Estado se han vuelto insignificantes. No todas, pero cuando en la seguridad de los ciudadanos, las instituciones parecen pulverizadas. Ni siquiera un base mínima para soportar la crisis de la llamada seguridad. Después de tantos años, digamos un sexenio, nuestro Estado no parece más fuerte, o siquiera más eficaz. De los síntomas ya no se quiere hablar, pero el desastre continúa. El caso de Michoacán es emblemático, porque ahí arrancó el anterior presidente su campaña militar. Para colmo de males, el hombre resultó ser originario de ahí. Por fortuna acabó su gobierno, pero no acabó el problema de la entidad, por el contrario, se fragmentó, y dio lugar, como la hidra, a otras cabezas. Y el problema sigue ahí. 

El nuevo gobierno, que todavía goza de cierta credibilidad, además de condonar impuestos millonarios a La Televisora, decidió que Michoacán sería su laboratorio. A La Laguna, una de las zonas más violentas del país, sólo le mandó dinero para algo que suponemos es la prevención del delito, pero en la plena opacidad, nada evita que aquello termine en las elecciones. En Acapulco, antes puro palmera y sol, ahora naufraga a su suerte, y el gobernador Ángel Aguirre es un decir. Peor en Michoacán que ni gobernador tienen. Enfermo Fausto Vallejo, se retiró. Y el sustituto se queda con los problemas de la deuda, y sobre todo, un estado frágil. Michoacán sigue tomado por los grupos criminales y por todo aquel que lo mismo cierra carreteras y calles, saquea transportes, o hace las veces de “policía comunitaria”.
Abusando del optimismo, el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirma que en “no estamos haciendo lo mismo que antes”. Para Calderón Michoacán fue un fracaso, y con Peña Nieto la crisis parece agravarse. No se trata sólo del narco y la violencia, la cual tiene sus ciclos, sino del profundo deterioro social. La situación preocupa tanto, que hasta varios legisladores, incluyendo la ex candidata a la gubernatura del estado, ahora senadora, Luisa María Calderón, le han planteado al gobernador interino, “en qué le podemos ayudar”.

Osorio dice que ahora sí “hay una espléndida coordinación con un mando único en manos del Ejército y éste está trabajando en ganarse la confianza de las comunidades”. Sin embargo, el poder está en otro lugar, por ejemplo, en Buenavista Tomatlán, autodefensas ciudadanas (así el eufemismo), retuvieron a 24 militares. El gobierno se cansó de negarlo, pero ya era tarde para creerles porque antes los habían doblegado en la región de la Tierra Caliente.

Michoacán fue el fracaso de Calderón. Ahí inició la guerra que no terminó. Ahora las autoridades dicen que sí hay estrategia, que sí van a cambiar las cosas, pero el estado continúa tomado por grupo de chantaje como el sindicato de la educación. También está tomado por grupos criminales, por policías comunitarias, por quienes a nombre de la comunidad, deciden la ley. Así, bajo el amparo de la colectividad y nada más.

29 de mayo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9181934

El arte de insultar


Insultar es un arte. No sólo de trata de la reacción, la respuesta iracunda, el alarido, o la vil grosería, sino de la inteligencia. Augusto Monterroso, ese genio del cuento en miniatura, nos dice que la primera función de la ironía es hacer pensar, luego reír. Algo similar sucede con el insulto. El gran Borges le interesó ese arte y sobre todo su método. En un pequeño ensayo, “Arte de injuriar”, escribió: “Un estudio preciso y fervoroso de los otros géneros literarios, me dejó creer que la vituperación y la burla valdrían necesariamente algo más. El agresor (me dije) sabe que el agredido será él, y que «cualquier palabra que pronuncie podrá ser invocada en su contra», según la honesta prevención de los vigilantes de Scotland Yard. Este temor lo obligará a especiales desvelos, de los que suele prescindir en otras ocasiones más cómodas”. Aunque breve, el argentino sugirió, para definir a los polemistas, un alfabeto convencional del oprobio. A partir de ahí, los precisos insultos.

En el arte de insultar como Winston Churchill, Eduardo Salles dibujó al inglés expresando sus dotes: Insultar es un talento, pero tu lo haces parecer un instinto. Sobre el particular arte, recientemente me encontré una buena colección. Héctor Anaya, publicó El arte de insultar (Editorial Promociones y proyectos culturales, 2012, 472 páginas). Se trata de un provechoso recorrido a través de célebres autores, ocasiones para la polémica, formas y fondos del insulto.

Sin rodeos, Anaya nos dice que insultar es un arte, “no soltar exabruptos, palabrotas, malas palabras, majaderías, leperadas, peladeces, ajos y cebollas, o como se quiera llamar a expresiones socialmente incorrectas”. Para Anaya, el que se atreve a la grosería (la palabra gruesa, burda), en realidad mancha el entorno, más que herir en específico. “Decirle güey, pinche, pendejo a alguien, no es insultar sino abandonar la misericordia. Insultar en cambio, exige capacidad para la definición, precisión en el ataque”.

Pero mejor vayamos a los insultos: 

Tenía una sola idea y era equivocada, Benjamín Disraeli. 

Cuando la estupidez es considerada patriotismo, es inseguro ser inteligente, Isaac Asimov. 

Él no sabe nada, aunque piensa que lo sabe todo. Eso apunta claramente su carrear política, George Bernard Shaw.

Sacada del imprescindible Diccionario del Diablo, de Ambrose Bierce, leemos la definición de candidato: Caballero modesto que renuncia a la distinción de la vida privada y busca afanosamente la honorable oscuridad de la función pública. 

Nuevamente recurrimos a Borges: La democracia es el abuso de la estadística. 

Y Napoleón definió bien que en la política, la estupidez no es un impedimento. 

Abraham Lincoln nos dice que hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios. 

En cambio, Henrich Heine, elogia la soledad: Ordinariamente es un demente. Pero tiene momentos lúcidos cuando sólo es un tonto.

Además, el libro de Anaya retoma una serie de polémicas, diatribas e insultos entre escritores: Lope contra Cervantes, Quevedo contra Góngora, e incluso el siempre filoso Octavio Paz contra Carlos Monsiváis y otro buen número de escritores. En fin, más vale un buen insulto, que una mala grosería.

26 de mayo 2013 
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9181656

El Moreira de Tabasco


Como en la historia reciente del país, la alternancia en Tabasco llegó muy tarde. Ya sé que después de dos sexenios panistas la alternancia no es todo, pero sí es una condición mínima para evitar abusos perpetuos. Sencillamente no es sano que siempre gobierne un solo partido. En el verano de 2012, ganó por primera vez otro partido el gobierno estatal de Tabasco. Arturo Núñez encabezó la coalición PRD, PT y Movimiento ciudadano. No sólo le ganó la gubernatura al PRI, sino también se ganó un gran problema al recibir en números rojos y al borde de la quiebra las finanzas del estado. Esa historia ya parece normal en nuestra democracia, porque al igual que otras entidades, heredaron gobiernos endeudados y fraudes millonarios. El paradigma fue Coahuila con Humberto Moreira. Pero Veracruz, Michoacán (que ya ni gobernador tiene), Chiapas, Nuevo León, Jalisco…

Ahora tocó el turno a Tabasco, que durante el gobierno de una “persona normal” como Andrés Granier Melo, dejó una finanzas endeudadísimas. Eso sí, el exgobernador es un gentleman, un exquisito para vestir: 400 pares de zapatos, mil camisas, 400 pantalones, 300 trajes y una deuda de miles de millones de pesos. De la noche a la mañana la deuda de Tabasco pasó de unos 4 mil millones a más de 17 mil millones de pesos. En pocas palabras, uno Humberto Moreira del sur, aunque todavía se queda corto contra los 35 mil millones.

Cuando el nuevo gobernador, asumió el poder en enero de este año, encontró una situación financiera escandalosa e inoperante. Ni siquiera tenía el gobierno estatal para pagar la nómina y tuvo que rogar que le adelantaran participaciones federales. Por supuesto, el exgobernador negó tranquilo el desastre financiero. “Me resulta dificilísimo de creer que el gobernador del estado no estuviese enterado”, expresó Núñez al referirse a Granier. Luego vino la investigación, las grabaciones y el escándalo del ex secretario de finanzas, José Manuel Saiz (un Javier Villarreal de baja estofa), a quien nada más le incautaron esta semana, 88 millones de pesos en efectivo. Eso sí, guardado en modestas cajas de cartón, lo que muestra como un mal aprendiz de Zhenli Ye Gon. ¿Se acuerdan del “copelas o cuello”?

Dentro de todo los males, está la pequeña virtud de la alternancia. ¿Qué habría sido de esta historia si el mismo partido, el PRI, hubiera ganado las elecciones? Seguramente no sabríamos el tamaño del fraude, ni la corrupción que rodea a la anterior administración en Tabasco. Ya hasta la Auditoría Superior de la Federación dice que investigará las cuentas. Sólo falta que en las próximas semanas giren una orden de aprehensión contra Granier Melo. Pero el caso de Tabasco demuestra lo fácil que es robar el erario en México y salir impune. También demuestra, que a falta de alternancia en los estados, Coahuila es un gran ejemplo, tenemos campeones de la impunidad y la corrupción. Nada más entre los Moreira (uno tapa al otro), por más que se den patadas por debajo de la mesa, la deuda sigue impune. Nadie sabe nada sobre los 35 mil millones, pero el profe vive de una beca que ¡no tiene! ¿Qué mayor beneficio pueden gozar Humberto, Javier Villarreal, Vicente Cháirez y todos los demás caballeros del megafraude en Coahuila? La alternancia no será mucho, pero cómo se extraña en la entidad. Sin duda otra historia contaríamos.

24 de mayo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9181481

Árbitro legal

Documentos, firmas y nombres del escándalo envuelven a Leopoldo Lara Escalante, presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila. Tiene razón en afirmar que los documentos notariales donde aparece un tal Vicente Chaires Yáñez, están dentro de la legalidad. ¿Se acuerdan de ese personaje? El mismo ligado al megafraude y la deuda en Coahuila con Moreira I. Lo cuestionable y lo sospechoso es la relación que parecen apuntar los documentos con los operadores del moreirazo. ¡Vaya historia de cara a las elecciones!

Plan Nacional de Desarrollo

Nada más ingrato en la administración pública que elaborar planes de desarrollo. El gobierno hace un gran ruido: convoca a foros ciudadanos; consulta a expertos; enuncia indicadores; instruye al gabinete; y por su puesto, describe un futuro mejor. Pero años después, la inoportuna realidad se encarga de encoger a los mejores planes. Y no dudo de la capacidad cuando la hay, de la planeación estratégica, de los diagnósticos y los datos duros que acompañan a los planes de desarrollo. En cambio, sí dudo de la buena fe y esperanza que suelen abrir los gobiernos cuando inician. Nuestro sagrado texto constitucional indica la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo (PND). En sentido estricto no es un documento operativo, pero sí la brújula de las principales acciones. También refleja, al menos en papel, la visión del gobierno en turno. El pasado lunes se publicó el PND. Ya sé que a casi nadie le importa, pero, para bien o para mal, lo enunciado ahí es la plasma la visión del gobierno para las próximos años, ¡al menos seis!

El documento de 184 páginas se resume en cinco grades metas, y no es casual, después de la funesta herencia del gobierno anterior, que la primera meta sea alcanzar un México en paz. Luego enuncia lograr un país incluyente; construir una educación de calidad; impulsar un México próspero; y consolidar una responsabilidad global. Para cada eje se describe un diagnóstico, seguido de un plan de acción. Según el propio presidente, “no es un Plan para administrar la coyuntura o las circunstancias; es un Plan para hacer cambios de fondo”.
En México Evalúa han señalado con razón que “el enfoque actual a resultados esta desvinculado de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y de aquellos de mediano y largo plazo que dirigen la gestión pública. Un ejemplo claro de ello es que somos capaces de conocer el momento en que inicia la operación de un programa, pero nunca sabemos en qué momento finalizará o cuál es su meta última a alcanzar”.

En cambio, a diferencia de largo proceso del PND, más pragmático e inmediato ha resultado el Pacto por México, que se propuso metas y objetivos más factibles. En la práctica, el Pacto ha hecho las veces de plan. Poco a poco avanza, a pesar de los manotazos de Gustavo Madero y las pugnas internas en el PAN. Incluso, ha dado resultados de corto plazo para la negociación de reformas en conjunto con el PRD. Son dos medios distintos. El PND es obligatorio, aunque no se cumpla ni alcance consistencia entre las metas, los objetivos y los resultados. El Pacto, se adelantó al plan y de paso, logró concretar en poco tiempo, acuerdos en el congreso. Pero los planes fácilmente pueden caer en negligencia, y los pactos, ser frágiles por las voluntades. Al final, en medio de ambos, no queda más que la política y un enorme plan.

22 de mayo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9181274

Grandeza del Río Nazas

Río Nazas, puentes. 

En la efervescencia del fútbol, el equipo Santos Laguna es nuestro termómetro, nuestro referente de humor. Felices porque el equipo avanza; luego deprimidos por la tremenda derrota. Y casi acariciamos el campeonato… pero en los vaivenes del balompié, los laguneros llevan bien puesta la camiseta verde. Es el orgullo regional, y a la vez la marca que nos identifica. Más allá de las localidades, decimos “Santos Laguna”, no “Santos Torreón”. Además somos guerreros por dos raíces: la norteña y la felizmente tlaxcalteca. Quienes conozcan bien la historia del equipo saben de lo que hablo. En todo esto, la identidad lagunera tiene en el Santos al símbolo más inmediato y por lo mismo, el más visible. No hay duda que nos identificamos con los guerreros, pero se trata, como los icebergs, sólo de la identidad que radica en la superficie. La parte profunda está ligada a sus ríos. Para los laguneros, el nombre es destino, es agua. Así, el río Nazas y el Aguanaval cruzan nuestra historia y conforman nuestra identidad desde al menos hace ¡seis siglos! Somos laguneros por el conjunto de lagunas que formaban los ríos. Hacia el siglo XVI los colonizadores hispano tlaxcaltecas, encontraron en la región un impresionante paraje lacustre. Así, la primera identificación que se hizo, fue con base a “las lagunas”. A partir de entonces se hablaría de la región de las lagunas; del país de la laguna. En diversos mapas coloniales, quedaron registradas tres grandes lagunas: la del caimán o Tlahualilo; la de Parras o Mayrán, y el Álamo de Parras, ahora Viesca.

¿Pero a qué viene todo este asunto? El Museo Arocena acaba de inaugurar una oportuna exposición donde retoma la identidad profunda de los laguneros: Río Nazas, identidad e historia. El propósito de la expo, en la cual tuve el honor de colaborar con la investigación, es conectar a los habitantes con la raíz profunda de su historia. A través de recursos digitales como pantallas táctiles, videos, fotografías y documentos, podemos conocer no sólo la historia, sino la interpretación que desde el presente hacemos sobre nuestro principal afluente. Por eso es significativo ver cómo las generaciones jóvenes que no conocieron el río en su cauce natural, acudieron al retorno del Nazas en el año 2008. Tan importante para los laguneros es la riqueza del agua, que hasta lo reconocemos como el “Padre Nazas”. Incluso, en el esplendor del “progreso”, los viejos agricultores del siglo XIX, lo llamaron el “Nilo lagunero”.

A pesar del mal trato que le hemos dado al padre, sobre todo después de la construcción de las grandes presas, todavía hay grandeza en el Nazas. Digo esto, porque hay poblaciones que han perdido trágicamente sus ríos.
La exposición que presenta el Arocena permite reconocernos en el río por medio de su historia, sus conflictos y sobre todo su presente. En especial me encantó la forma en que los laguneros ven al río actualmente. Por cierto, Sergio Garza hizo una espléndida compilación de videos en You Tube, además de los interactivos, donde se expresa una visión más reciente sobre el Nazas. Vayan, disfruten la exposición, que también se presenta simultáneamente en la Plaza Cuatro Caminos con motivo del día internacional de los museos. Como parte del diálogo con el museo, pueden mandar sus fotos o videos sobre el río a: info@musa.org.mx

19 de mayo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9180999

Una persona normal

De un escándalo a otro, la opinión pública puede ser demoledora. Es un monstruo que vive en calma, y de un momento a otro estalla. Caprichosa, a la opinión pública se le suele subestimar, incluso confundir fácilmente con la opinión publicada. Cuidado cuando una y otra se corresponden cerca de una elección. Aunque parezca tan general y adormecida, requiere de una constante atención. Por eso resultan representativos de nuestra vida pública, los casos de tres personajes públicos recientemente degradados.

El primero, es una persona normal, que dice vestir de pantalón de mezclilla y camisa de cuadros, pero cuando se pasa de copas, presume un sobrado guardarropa, viajes y lujos. Una persona normal que tienen cientos de zapatos y cientos de camisas. Pero la acumulación no tiene nada de malo. Lo sospechoso en el caso de Andrés Granier, el exgobernador de Tabasco, es el origen y sobre todo, el desastre que dejó en las finanzas del estado. Un Humberto Moreira del sur. Pero nada es casualidad. El hombre que cuida las camisas y las aprecia, no negó su voz, sino la reconoció sólo para recordarnos ese viejo dicho latino: in vino veritas.

El problema no está en el espionaje telefónico, tan común entre los políticos, sino en la bebida: “Me pasé de copas. Desgraciadamente me tomé muchas copas, ese fue mi error… alardeé de lo que no era”, según expresó el exitoso exgobernador que ya no quiere saber nada de la política.
El otro caso corrió como pólvora en las redes sociales, ¿alguien duda de su poder? Dominado por los caprichos de su hija, Humberto Benítez, efímero titular de la Procuraduría del Consumidor (Profeco), nunca pensó, ni siquiera un poco, en renunciar tras el escándalo de la influyente “Lady Profeco”. Tranquilo, pensó que nada pasaba, salvo unas malas notas y la impertinencia de las redes sociales. Así continuó durante días, hasta que se hizo insostenible para el gobierno de Enrique Peña Nieto. En el colmo del escándalo, el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, tuvo que salir a dar la cara. El caso de Benítez, un hombre “leal” al presidente, muestra que para el gobierno de Peña es sumamente importante cuidar la imagen ante la opinión pública. Y vaya que en política pesa más la percepción que la supuesta realidad. Bajo ese precepto, no habría tolerado más un tercera semana de golpeteo contra “la imagen y prestigio de la institución”. Todo por un hombre que nunca le pasó por la mente renunciar. Al final, Benítez terminó clausurado por su hija, y en el colmo de la cortesía, el gobierno de Peña le dio todo su reconocimiento. ¡Vaya eufemismo!

Para intercambiar puestos, partidos y responsabilidades públicas, el nuevo blanco recayó en César Nava, el exdirector jurídico de Pemex y también expresidente del PAN. Como en los otros casos, ya ni se niega lo evidente. Para qué perder el tiempo en los detalles dirán los que fueron funcionarios. En los próximos meses vendrán otros escándalos, otros Benítez, otros Granier, otros Nava, pero difícilmente veremos, más allá de los eufemismos y las ridículas justificaciones, un llamado a cuentas a estos auténticos truhanes.

17 de mayo 2013 
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9180856

sábado, 18 de mayo de 2013

Marcador Twiiter


#SATHazmeUnParo

3 mil millones de pesos no son nada, cuando de favores se trata. Veámoslo de otra manera. ¿Cuál será el compromiso del Gobierno Federal con Televisa para hacerle semejante favor? ¿Será que finalmente aquellas relaciones entre el entonces candidato a la presidencia y la empresa televisora ahora fructifican?

Hace unos días, con justa razón Juan E. Pardinas recordaba que “la impunidad ha sido un hilo conductor” en México. Se trata de un aspecto tan viejo como vigente en el país. Una serie de casos tristemente célebres alimentan la ignominia. Que si las ladies de Polanco, que si las otras de la Roma, que el profesor ahorrador, o el líder sindical de Pemex que lleva la vida de jeque. Todo eso nos recuerda la insuficiencia del Estado Mexicano y sobre todo, su permisividad hacia la impunidad. Pero más allá de los casos personales, es paradigmático el trato privilegiado que dio recientemente el gobierno federal a la principal televisora del país. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) prácticamente condonó a Televisa un crédito fiscal por 3 mil 334 millones de pesos. ¡Casi nada! sólo un pequeño favor para que esté al corriente. La empresa, que bien sabe aprovechar el poder de su medio, se benefició del trato prioritario del SAT. Por cantidades insignificantes en comparación al trato SAT-Televisa, a muchos contribuyentes los persiguen, les generan multas y recargos. No se te olvide un mes, ni tampoco retrasarte un día, porque inmediatamente te caen los cancerberos de hacienda. Pero si alguna lección deja el favor del SAT a la televisora es que unos contribuyentes son más iguales que otros. ¡Y vaya que se nota!

En estos tiempos la indignación corre rápido en las redes sociales. En Twitter por ejemplo, se posicionó una tendencia: #SATHazmeUnParo. ¡Y cómo no! Después de descuentazo a Televisa, no puedo uno menos que pedir el mismo trato. Mal, muy mal anda nuestra política de Estado cuando una empresa doblega las instituciones y de paso, hasta le dan las gracias, pues antes había demandado al gobierno. Para el SAT sólo es una cuestión de eufemismos, por eso emitió un comunicado en respuesta a las críticas, para decir que hay un programa llamado “Ponte al corriente” y que es legal el trato hacia la televisora. De haberlo sabido, dejo de pagar impuestos y buen día digo: #SATHazmeUnParo.

En los próximos meses, seguramente después de la elecciones locales del 7 de julio, el gobierno de Enrique Peña Nieto promoverá una reforma hacendaria para subir impuestos y dotar de más dinero al gobierno. ¿Pero con qué legitimidad pretenden recaudar más mientras conocemos tratos privilegiados? ¿En verdad, así quieren que los contribuyentes cautivos paguen más impuestos?
Dentro de todo nos enteramos cuánto y a quién el SAT privilegió. Pero no se trata de los únicos. Los gobiernos también son consentidos. Recientemente el IFAI ordenó al SAT, revelar los nombres de los municipios y estados a los que regaló el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) desde 2008. Tal vez sea una pequeña victoria en el reino de la impunidad saber quiénes y cuánto se han beneficiado de estos incentivos perversos que el propio gobierno estimula. Al final, el cargo, los impuestos y hasta las condonaciones a terceros, son con cargo a los contribuyentes. Nadie más paga, nadie más lo soporta.
15 de mayo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9180645

Hagamos una estatua a Javier Villarreal

Pocos hombres merecen una estatua, un homenaje en bronce para recordar sus grandes hazañas o aportes a la sociedad. Una avenida principal, un parque o una confluencia importante son los mejores lugares para honrar la memoria de los hombres notables. Hacer un busto como en la antigüedad, o una estatua de cuerpo completo son motivo para el reconocimiento público. Con el tiempo, esos monumentos destacan y se vuelven referencia para los ciudadanos.

En Coahuila tenemos hombres muy destacados, pero pocos como Javier Villarreal. Su carrera en el gobierno, y sobre todo, en la empresa es impresionante. Se trata de una de las trayectorias más sobresalientes de los últimos sexenios. En poco años logró lo que se propuso: riqueza, poder y harta fama pública. En el servicio público escaló hasta los puestos más importantes de Coahuila. Fue un gran secretario de finanzas. Un auténtico tesorero solitario. Su aporte más conocido es la coautoría de la gran deuda de Coahuila. Siempre como un gran operador financiero. Pero en sus ratos libres en el gobierno, también incursionó en la literatura. Creó peculiares periódicos oficiales, imitó grandes firmas y a consecuencia de sus manejos, se convirtió en uno de los cuatro hombres más poderosos del estado. Para administrar mejor el estado, dirigió el Servicio de Administración Tributaria estatal. A partir de ahí, su prestigio alcanzó la fama nacional. Recientemente el procurador del estado, Homero Ramos Gloria, explicó que la Procuraduría General de la República ya pasó el expediente de Villarreal a la Procuraduría de Coahuila: ¡nada más de 70 mil fojas! Son tantos los méritos del hombre, que hasta el procurador expresó: “no te puedes pensar cuánto espacio hay de fojas”.

Al terminar el gobierno de Moreira I, Villarreal dejó la función pública para dedicarse a lo que mejor sabe hacer: los negocios. En poco tiempo dio el salto de empresario local a empresario internacional con inversiones en México y Estados Unidos. Bienes raíces, centros comerciales, auto lavados y alguna gasolinera en Texas. Anda tan ocupado en sus empresas, que es casi imposible encontrarlo. Casi nadie puede dar con él. Prefiere la discreción y el anonimato, no gusta de reflectores, mucho menos de la prensa que atrae la fortuna. Nada de eso, él es un hombre libre. Para no dudar de su libertad, nuevamente tramitó un amparo. Funcionario público o empresario, Villarreal es uno de los hombres más notables de Coahuila entre los gobiernos de los hermanos Moreira. Y si no, ¿de que tamaño será su compromiso con ellos?

Para conocer su caso de éxito, la fracción panista del Senado asignó 50 mil dólares, a fin de conocer las actividades de Villarreal en Estados Unidos. Tal vez pronto podamos saber cómo le hizo este magnífico empresario. Es posible que hasta nos compartan un libro de su exitoso caso. Por lo pronto, hagamos una estatua a Villarreal, no dudemos en reconocerlo y promovamos a los hombres ejemplares. Posdata: ¿Cuánto más aportará el gobierno de Coahuila? ¿Dónde colocará los bronces?

Los Compas de Rubén



Contra las expectativas y los malos augurios, el Pacto por México avanza. De seguir así, no sólo el gobierno federal, sino el Congreso podrían estar empujando una útil agenda reformadora para cambiar las obsoletas reglas del juego en varios ámbitos. Esta semana se firmó el acuerdo de la llamada reforma financiera, a fin de modificar la relación entre la banca, el crédito y sobre todo, el trato a los usuarios. Nuevamente los principales líderes políticos y el presidente Enrique Peña Nieto, suscribieron al pacto. Y ya casi les creo a los políticos, cuando al finalizar el acuerdo aplaudieron con gran aprobación. Sin embargo, previo al adendum del Pacto, vino el escándalo de Veracruz y los operadores electorales desde la Secretaría de Desarrollo Social. Sí, sí, toda esa historia bien conocida que desde el poder se teje para beneficiar la red electoral del propio partido.
Si bien, ni Jesús Zambrano del PRD, ni Gustavo Madero del PAN, lograron tumbar a la secretaria Rosario Robles, sí hicieron el suficiente ruido para llevar el tema a la mesa del Pacto. Vamos, hasta nos recetan la quimera del “blindaje” electoral. Pero en el PRI, apenas salen de una y ya están en otra. Ahora tocó el turno al gobernador Rubén Moreira, quien sin temor ni temblor, anunció él mismo la operación de los Comités de Política de Asistencia Social (Compas). La misma historia, pero en otro estado. Por supuesto, la operación de los Compas se da “oportunamente” antes de las elecciones locales en el estado. Nada como llevar agua al molino de la contienda electoral. Pero tampoco nos sorprendamos ingenuamente, porque todo gobierno que desee mantener el poder tiende a tejer redes para su conservación. La diferencia está en el manejo y la forma. Y ahí sí, el gobernador Moreira II, quedó embelesado ante el aplauso y la zalamería multitudinaria de un “Coliseo” pletórico de priistas con camisas rojas. Pero intenta fallidamente la otrora popularidad de su hermano. Sin la virtud de la discreción, hasta lo más noble se estropea. En este caso, ni discreción, y mucho menos nobleza.
Tan elemental como mostrar una foto. De esa manera, Madero recordó ante el presidente Peña Nieto, las “prácticas priistas que deben ser erradicadas”. Pero en realidad, la exhibición no la hizo el presidente nacional del PAN, sino el propio Moreira II. No sólo divulgó las fotos él mismo (nada más vean su Twitter), sino se sintió fortalecido por un ejército electoral para colmarlo de aplausos. 



Antes, el diputado Ricardo Mejía Berdeja, del Movimiento Ciudadano, ya había señalado a los Compas de Rubén e incluso, aunque no sé para qué, presentó una denuncia ante la PGR. Según el gobernador de Coahuila, la estructura arrancará después del siete de julio. ¿Alguien le cree? Dicho así, la mejor manera de afirmar la intención de los Compas, es negándola.
Bajo un inconsistente gobierno a cuestas, a Moreira II no le queda más que hacer todo lo posible para contener el voto a favor de su partido en las próximas elecciones. Sabe bien que enfrenta escenarios competidos en Piedras Negras, Monclova y sobre todo, Torreón, donde su imagen no termina de convencer a la opinión pública. Sólo falta que su hermano no lo vuelva a estropear.
10 de mayo 2013

Urbanized

Urbanized

http://youtu.be/6jpN8kI0-pY

Giulio Andreotti

1919-2013

“Mis amigos que hacían deporte murieron hace tiempo”, solía decir el político italiano Giulio Andreotti, quien murió a los 94 años, el pasado seis de mayo. Maestro de la política, Andreotti, fue siete veces primer ministro de Italia. Su historia es parte de la historia política de Italia desde la Segunda Guerra mundial. 

Encarnó al político weberiano por excelencia, tanto que hasta se le apodó el Belcebú. Incluso, sobrevivió a los procesos judiciales que lo relacionaron con la Cosa Nostra. Por su formas, Andreotti fue lo contrario a Berlusconi, es decir, alejado del burdo espectáculo. 

Son memorables algunos de sus aforismos: “El poder desgasta sólo a quien no lo tiene”. Y para quienes esperan inútilmente la pureza en la política: “Menos las guerras púnicas, me han atribuido realmente de todo”.

Espectaculares de la discordia

Fuente de foto: acá

Acostumbrados a la regularidad de los procesos electorales, con facilidad se olvida el significado simbólico de las campañas: campo de batalla, disputa por el poder. A quienes ingenuamente quieren ver en las campañas limpieza, pulcritud y hasta santidad, olvidan que la política no es lugar para las buenas intenciones, sino un campo lleno de tierra. Otros gustan de soñar con el “mundo ideal”, quisieran que nada huela mal, pero la política está llamada al realismo. Por lo mismo, en contextos democráticos, el tiempo de campaña es el tiempo de la desnudez. Lo cual sin duda, es un virtud en toda renovación del poder. Conocemos mejor a los candidatos a través de las críticas de sus enemigos, que por su propias propuestas. En busca del voto, los competidores remarcan las faltas de su contrincantes y viceversa. A favor de la conservación del poder, el partido que lo tiene, hace todo lo posible antes de la elecciones. ¡Incluso, trabajar!

Vayamos a las elecciones locales. Para salvar un largo periodo de veda electoral (las campañas en Coahuila empiezan hasta el 4 de junio), el PAN lanzó una campaña con espectaculares a fin posicionar la percepción de cambio en Torreón. Bien diseñados, los mensajes conectan con un amplio interés en la opinión pública que quiere cambiar de partido en el gobierno. A la campaña panista vino inmediatamente la contracampaña de un partido satélite. Luego sucedieron las quejas ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila (IEPCC), que terminó por mandar medidas “cautelares”, además de ordenar el retiro del algunos espectaculares por considerarlos actos anticipados de campaña. Quizá lo de cautelar fue más por suponer a los ciudadanos unos menores de edad que pueden ser contaminados por los mensajes políticos. 

Paradójicamente el PAN sí interpretó bien la ley hecha por el PRI, y ahora el Tribunal Electoral del Poder Judicial le dio la razón a los espectaculares de la discordia. Seguramente, después de esta experiencia, el PRI llevará al Congreso otra reforma electoral. Pero la fallida “cautela” del IEPCC es ocasión para el PRI, que no desea quedarse atrás y ahora nos propone una vacua generalidad: “las mejores cosas pasan contigo”.

8 de mayo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9179989

Rayuela, 50 años


Todavía sigo enamorado de la Maga. “¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua” (1).
Del lado de allá. “Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”. “Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua” (7).
Del lado de acá. “Todo porque se le mezclan las realidades y los recuerdos de una manera sumamente no-euclidiana” (56). “Caminar con un propósito que ya no fuera el camino mismo. De tanta cháchara (qué letra, la ch, madre de la chancha, el chamamé y el chijete) no le quedaba más resto que esa entrevisión. Sí, era una fórmula meditable. Así la visita al Cerro, después de todo, habría tenido un sentido, así la Maga dejaría de ser un objeto perdido para volverse la imagen de una posible reunión —pero no ya con ella sino más acá o más allá de ella; por ella, pero no ella—.(48).
De otros lados. “Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia” (68). Rayuela, Julio Cortázar, 1963.
5 de mayo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9179670

viernes, 3 de mayo de 2013

Obama en México


Foto: presidencia. 

Lo más importante es salir bien en la foto. La imagen cuenta, y cuenta mucho. Ahí están los dos hombres saludándose, sonriendo en un cordial encuentro. Todo es diplomacia, política suave. Sin grandes exigencias, ni discusiones. Nada de temas incómodos y malos modales. Muchos menos desplantes abruptos como esos de correr al embajador de Estados Unidos en México, sólo porque se revelaron algunos chismes en unos cables diplomáticos. Aunque no sabemos cómo va a terminar la relación, por lo pronto, hasta el tono y la presencia cambió. El presidente Enrique Peña Nieto busca relanzar la imagen de México en el mundo y por su puesto, ante su principal vecino y socio comercial: Estados Unidos. De alguna manera, la visita de Barack Obama puede verse como un espaldarazo. Obama reconoció las reformas impulsadas por el gobierno de Peña. Además, el mandatario gringo es popular en México. Tiene buenos niveles de aceptación y con los años, sobre todo después del Tratado de Libre Comercio, se ha dispersado el mito de la rivalidad entre un país y otro.
En esa buena cordialidad, los presidentes de ambos países se reunieron en el Palacio Nacional para abordar diversos temas de la agenda bilateral: economía, seguridad, migración, comercio y educación. Pero independientemente de que el presidente mexicano insistió una y otra vez durante la rueda de presa, en que la agenda de México no es monotemática, sino multitemática, a Estados Unidos le importa más el tema de seguridad.
Aunque el gobierno vecino tiene en México al segundo socio comercial más importante, pesa más la política internacional que han promovido desde hace varias décadas: declararle la guerra a las drogas.
No obstante, los resultados son dudosos y contraproducentes. Al final son el mayor mercado para la venta de droga en América. Por su puesto no importa el fracaso o la violencia que desate en los países la política del combate. Antes en Colombia, hoy México.
Al presidente anterior le permitieron su desplante, porque prácticamente la agenda de seguridad fue el único tema. Por lo mismo, al expresidente que les abrió todas las puertas, ahora lo reciben como un hombre de estado en la Universidad de Harvard.
Ayer Peña Nieto remarcó otros puntos más centrados en potenciar la relación económica, pero igual que en el sexenio anterior, en Estados Unidos asumen que siempre será menos costoso librar un guerra en otros países antes que en su territorio.
Como principio básico de la diplomacia, los mandatarios no se raspan. Así, al hablar de migración e importación de armas, la mejor salida es afirmar que se trata de un tema interno. Allá ellos que decidan. Nosotros no podemos.
En cambio es más amable establecer otros compromisos, no importa que se repitan, sino que suenen bien. Por eso los mandatarios acordaron establecer un foro bilateral sobre educación.
Ya otro grupo de alto nivel se encargará de potenciar la integración económica. A todo esto, el presidente de Estados Unidos sí puede pasear tranquilo en México: un pequeño ejército en camionetas negras lo escolta, a pesar de que ayer declararon precontingencia ambiental en la capital.
3 de mayo 2013