martes, 31 de agosto de 2010

Calderón en picada

Fuente: Excélsior.

¿Cómo llega Felipe Calderón al cuarto Informe de Gobierno?
¿Cómo medir, cómo evaluar?
Hay diversas formas de hacerlo, pero quizá la que más pesa, es la percepción de la opinión pública. Percepción no es lo mismo que realidad, y sin embargo, al final, la primera puede construir la segunda.
No cabe duda que tras conocer las principales cifras de las casas encuestadoras, el presidente ha perdido la batalla en la opinión pública.
Ya sea por la inseguridad y la violencia, o por la economía... María de las Heras nos dice: "Cuatro de cada diez personas entrevistadas no están nada satisfechas con la forma en que Calderón ha manejado la economía y otro tanto manifiesta la misma insatisfacción con respecto a su estrategia contra el narcotráfico. Quizá lo más preocupante es que a estas alturas apenas un 19% se manifiesta confiado en que en los dos años de Gobierno que le quedan la situación va a cambiar para bien, mientras que un 42% está convencido de que solo nos queda esperar a que llegue su relevo en 2012" (El País, 31 de agosto, 2010).

Algo simalar apunta Mitofsky: "La percepción ciudadana a unos días de la conmemoración está estancada en un pesimismo hacia la economía, la seguridad y la política" (Consulta, 31 de agosto, 2010). Ulises Beltrán y Asociados por las mismas como bien ejemplifican las dos gráficas (Excélsior, 30 de agsoto, 2010).

¿Qué le queda a un político después de perder la batalla en la opinión pública?

lunes, 30 de agosto de 2010

Inteligencia financiera


Inteligencia militar, dos términos contradictorios.
Groucho Marx

Primero pegas, luego preguntas. Y esa impresión que deja la estrategia calderonista de la “guerra contra el narco”, ahora “lucha por la seguridad”. A punto del cuarto informe de gobierno, el presidente Felipe Calderón llega en un momento crítico, donde incluso, la presión internacional, tras los 72 migrantes asesinados en Tamaulipas, ensombreció aún más el panorama.

Sí; las cosas siempre pueden empeorar más, y la masacre en el municipio de San Fernando, lo vuelve a reiterar. Ayer el presidente, en el Campo Marte advirtió sobre la violencia que viene: “Comparto el propósito de que podamos encontrar la manera de reducir esta criminalidad, minimizando la violencia, pero en el corto plazo, hay que admitirlo, es esperable que haya permanencia de la violencia e incluso una intensificación que posteriormente debe tender a reducirse drásticamente en la medida en que, por un lado, se deteriora la capacidad de reclutamiento, de crecimiento y de fuerza de las organizaciones criminales y por otra el estado fortaleciéndose constantemente, que es la estrategia de estado".

De esa manera, queda claro que el problema no es un asunto a resolver en el corto plazo. En este sentido, la conclusión de los “Diálogos por la seguridad”, donde se discutieron propuestas, se expusieron diagnósticos, se hicieron críticas, deja la expectativa para la construcción de una auténtica política de estado. Después del fracaso de la estrategia belicista, en la semana se volvió a retomar el tema del lavado de dinero. Por un parte resulta positivo que al fin se presenten una serie de estrategias financieras, pero por otro, no podemos dejar de reconocer el tiempo y las vidas perdidas. Finalmente llegamos al punto en que la estrategia no supone solamente la fuerza, sino eventualmente la inteligencia. Así, el presidente presentó las iniciativas y los cuatro ejes que conforman la “Estrategia Nacional para la Prevención y el Combate al Lavado de Dinero y al Financiamiento del Terrorismo”. Falta ver qué hace y en cuánto tiempo el Congreso de la Unión concreta estas iniciativas, que indican el desorden con el que se abordó el problema. Es decir, el gobierno federal empezó de atrás para adelante, abordando la ramas del problema y los no las raíces.  No obstante la barbarie e incluso la banalidad del mal; el fuego no ha apagado el fuego, ni el sistema de justicia ha cerrado la pinza. ¿Será en el financiero?

Al mismo tiempo se presentan iniciativas como una posibilidad institucional para el cambio. Pero la ley federal de extinción de domino y la flamante unidad de “inteligencia financiera” ubicada en la Secretaría de Hacienda, son herramientas, hasta ahora, irrelevantes. Tan sólo hace algunas semanas, otro gobierno extinguió a un capo, no la vida, sino la friolera de unos 800 millones de euros, algo así como 1000 millones de dólares a un mafioso de la “Cosa Nostra”. ¿Y la Cosa Nuestra cuándo?

Por lo pronto, en el ámbito local no deja de ser preocupante el fracaso de los cuerpos de seguridad para bajar los índices delictivos. En ese contexto, no resulta extraño que grupos de colonos estén pensando en tomar medidas. La tentación de las bardas aparece así como una respuesta inmediata y “razonable” ante la desesperación por los constantes robos y atracos en la zona norte de Torreón. La pretensión de levantar muros en este caso, refleja la incapacidad de las autoridades para proteger a los ciudadanos. En contraparte, los colonos de Los Ángeles decidieron unilateralmente cerrar algunas calles. Hoy empezamos con una barda, y mañana terminaremos con una ciudad amurallada. Amurallada primero en sus colonias, como muchos fraccionamientos, amurallada luego en su convivencia. Así empezó la “región más transparente”, un muro aquí, un muro allá, para formar al fin, una ciudad segregada, dividida. Lejos está la cohesión social, y más lejos, el mítico espíritu que la historia registra de los laguneros.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Más sobre "maicear"





Recibo los comentarios, simpre puntuales, inteligentes y con ese toque de infaltable de humor, de mi estimado Heriberto Ramos. Regreso así, a la conversación que tuvimos en el programa televiso de "Cambios", pero sobre todo, a los comentarios recientes que hace al recién inaugurado "Diccionario de política mexicana".
"El término también tiene un significado adicional en la picardia política mexicana. Maicear sí es sobornar, pero es hacerlo poco a poco y regularmente, así como cuando domesticas a un animal, dándole de comer y ganándose su confianza con ello, se trata de que este incorpore en su lógica y en su necesidad, el alimento que quien "lo maicea" le da. Es un término que proviene de la crianza de ganado, donde el animal termina por rendirse a quien le da de comer regularmente. No sólo se aplica al soborno de autoridades, sino tambien al chayote periodiístico, o a las promesas políticas, etc."

lunes, 23 de agosto de 2010

¿Adiós a Irak?


Es más fácil expresar una opinión, que dar un argumento. En esos términos, las generalidades suelen circular con facilidad. Y aunque las comparaciones son irresistibles, no siempre son razonables. Por ejemplo, tras la crisis de inseguridad y violencia que se vive en el país, se suele afirmar con facilidad que México es una “Estado fallido”.
Si bien, el Estado mexicano se ha vuelto peligrosamente vulnerable por los embates y la seducción del crimen organizado, todavía –y no lo digo como consuelo- no reunimos las características formales de un estado fallido. En este sentido, la decadencia no tiene límites.
Otra comparación común que suele afirmarse ligeramente, es que Ciudad Juárez es tan peligrosa, o incluso más, que un país en conflicto como Irak. 

Ahora que las autoridades de Estados Unidos han decidido iniciar la “retirada” y dar fin al conflicto de Irak, el saldo muestra el desastre de la guerra de los “tres billones de dólares”, según la afirmación de Stiglitz y Bilmes.
Siete años después y 4,419 soldados norteamericanos muertos, Barack Obama concreta la “retirara” de la tropa. Entrecomillo retirada, porque de los 176 mil soldados norteamericanos que llegaron a operar en Irak, han decidido dejar un año más a unos 50 mil “asesores” en el país. La violencia iniciada, fundamentada y promovida por la mentira de la administración Bush, dado que nunca se probó la existencia de armas de destrucción masiva; inclusive,  el gobierno norteamericano reconoció que nunca encontró las mentadas armas. 

El saldo general: más 110 mil muertos, la gran mayoría civiles inocentes. Mejor no confundir ni comparar fácilmente, a fin de honrar la inteligencia. En nuestro país, Fernando Gonzalbo Escalante ha discutido un estado de la cuestión sobre el tema de seguridad. Más recientemente, Eduardo Guerrero ha desmontado la estrategia del Gobierno Federal.
Y mientras tanto, Irak seguirá en conflicto, atentados y destrucción. Es triste ver como una de las cunas de la civilización es destruida.

sábado, 21 de agosto de 2010

Alan Knight en La Laguna

El Dr. Knight, uno de los mayores historiadores y especialistas en la Revolución mexicana, estuvo en La Laguna. El motivo de la visita, junto con la destacada historiadora,  Josefina Mac Gregor, fue dar un par de conferencias dentro de la Cátedra Alfonso Reyes, en el Tecnológico de Monterrey. Sin lugar a dudas, una manera loable de conmemorar el deslucido Bicentenario. Mis felicitaciones a los organizadores. 

La plaza de Don Porfirio







Plaza de Armas, antes "2 de Abril", Fuente: AMT, Miller.

Pocos lugares tan significativos en Torreón como la “Plaza de Armas”.  Aún así, cuando se realizó el primer trazo del cuadro urbano, hecho por el ingeniero Federico Wulff en 1887, la plaza no estaba proyectada. Sería hasta dos años después, en 1889, cuando Andrés Eppen, representante del propietario de los terrenos, cedió la manzana 32 a un precio simbólico de diez pesos, para que ahí se hiciera el parque. Sin embargo, la incipiente población se estaba organizando, y el modesto Ayuntamiento inició en 1893. Por esas fechas, Torreón era más polvoso que ahora, y en realidad, el trazo urbano estaba delimitado por las vías del ferrocarril y el río Nazas. Era una población similar a los pueblos de “viejo oeste” norteamericano: la estación de trenes, algunos hoteles, cantinas, casas, edificios de madera, y también construcciones de adobe y tabique.

El terreno destinado para la plaza, era utilizado como banco de tierra para fabricar adobes, así que había grandes hoyos que tuvieron que ser rellenados  en 1894. A partir de entonces, se inició de manera irregular la construcción del espacio público por excelencia, y fue hasta 1898, cuando Francisco Villanueva, el presidente municipal que tenía el sueño de construir un gran palacio municipal, congregó la buena voluntad y los recursos de los vecinos. No está demás recordar que el Ayuntamiento ¡no tenía dinero!, para terminar la plaza.

Ese año logran enladrillar y pavimentar los pasillos del parque, siembran fresnos, instalan una noria, construyen un kiosko (no el horror que está ahora), y bautizan el lugar como plaza “2 de abril”, en honor a la batalla ganada por Porfirio Díaz, eterno Presidente de la República. Posterior a la revolución, en 1917, la plaza en memoria de Don Porfirio, se le cambió el nombre para quedar como “Constituyentes”.

Kiosko porfiriano, fuente: AMT, Miller.

Hago este rodeo por la historia lagunera, ya que en las últimas semanas el gobierno municipal deEduardo Olmos, está realizando una obra en la plaza. En principio, estoy de acuerdo con la acción, así lo expresé en la Junta de Conservación, sobre todo, porque en los últimos años el abandono y deterioro dominan ese espacio público.

Sin embargo, las características del lugar, en especial su eminente carácter histórico, exigen un tratamiento cuidadoso y fino de la intervención que ejecuta la dependencia de Obras Públicas, a cargo de Arturo Lozano. Varias situaciones exhiben el descuido, la falta de pericia administrativa y la debida integración de un proyecto público. Por otro lado, se consultó a la Junta de Conservación cuando los trabajos ya estaban en marcha. Asimismo se inició la ejecución de una obra sin el proyecto ejecutivo, lo cual deja duda sobre otras operaciones que lleva Obras Públicas. 

Qué bueno que se haga una obra en beneficio de la ciudad, qué bueno que se atiendan añejas demandas, pero también, que la voluntad de hacer atienda la forma y el fondo. Ni una, ni otra están demás. Por eso esperamos, en razón de la eficacia y eficiencia, que el proyecto ejecutivo dimensione adecuadamente los valores de la plaza, no sólo desde el punto de vista histórico, sino también desde la relevancia delpatrimonio arquitectónico, el valor social, e incluso económico que representa para el entorno del Centro. 

Como si fuera una premonición, el pasado lunes en la Universidad Iberoamericana, Luis Carlos Herrera, arquitecto y futuro doctor por la universidad de La Sapienza, Roma, nos recordó la importancia del patrimonio histórico para Torreón: 

La defensa del patrimonio depende en gran medida de la identificación emotiva de la sociedad hacia sus espacios, monumentos y arquitecturas históricas. Una ciudad, como espacio construido, incapaz de generar apreciación y orgullo hacia la sociedad que la vive, difícilmente podrá encontrar maneras de preservar su patrimonio edificado y generar una mejor calidad de vida” (Buenaval: 2008).

En este sentido, la intervención de la plaza no es una obra menor, y por lo tanto, el buen resultado de la misma puede contribuir a la dignificación del Centro, y por qué no, al orgullo de nuestra identidad local. Ojalá que el responsable de ejecutar la obra esté a la altura de las circunstancias. 

miércoles, 18 de agosto de 2010

Cosa Nuestra


Odiosas las comparaciones. Al mismo tiempo necesarias, imprescindibles para algunos casos. Están por ejemplo, las estadísticas anuales que nos indican el decomiso de drogas en México. Paradójicamente, pero sin la espectacularidad y la violencia, en el sexenio pasado se alcanzaron algunos picos históricos en cuanto a decomiso de enervantes, sin embargo, en sexenio actual de “la lucha por la seguridad pública” no se han desplazado esos logros. Eduardo Guerrero los ha llamado "hoyos negros de la estrategia contra el narco".
Así, durante los Diálogos por la seguridad, el presidente Felipe Calderón abrió el debate para un supuesto cambio de estrategia. Ahí se dijeron muchas cosas, discursos que por momentos convencían de su autenticidad.
No obstante la barbarie e incluso la banalidad del mal, el fuego no ha apagado el fuego, ni el sistema de justicia ha cerrado la pinza. Al mismo tiempo se habla de reformas como una posibilidad institucional para el cambio. Pero la extinción de domino y la “inteligencia financiera”, son medios irrelevantes hasta ahora.
Tan sólo hace algunos días, otro gobierno extinguió, (no la vida), sino la friolera de unos 800 millones de euros, algo así como 1000 millones de dólares a un mafioso de la Cosa Nostra.  
¿Y la Cosa Nuestra cuándo?

martes, 17 de agosto de 2010

Maicear



Hay que retomar la referencia al imprescindible "Diccionario político mexicano". Hace unos días, un cardenal dió muestra de los usos del maíz: "Maiceron" a los ministros de la Corte dijo el jerarca. 
Maicear: en México, dar de comer a los animales. Según el clérigo, dar maíz a los ministros. Utilícese también como soborno. 

Véase otras deficiones del Diccionario: plenitudcaudillo, charro, ética.

lunes, 16 de agosto de 2010

Matrimonios homosexuales







La Suprema Corte de Justicia avaló la constitucionalidad de los matrimonios entre personas del mismo sexo, asimismo avaló la adopción de hijos. Anoto dos comentarios. Al igual que las sociedades, las palabras también cambian, y desde hace años la noción de matrimonio, al igual que el concepto de familia han cambiado. En este sentido, la nueva incorporación jurídica refleja ese cambio que le antecede. Asimismo, hay que destacar que socialmente se gana en tolerancia, pluralidad y ampliación de los derechos civiles.

Y los gobernadores hablaron


Hablaron. Algunos expusieron sus culpas, otros señalaron rezagos, se coincidió en  restablecer la seguridad originaria del Estado, también se llevaron propuestas y se pidió más dinero para el rubro de seguridad. Al escuchar antier los discursos y las exposiciones de los gobernadores en el foro convocado por Ejecutivo Federal, “Diálogo por la seguridad”, me quedó la impresión de haber escuchado un acuerdo unánime, una gran convocatoria a refundar la República. Gobernadores reconociendo su parte de responsabilidad; gobernadores sensibles ante la inseguridad que azota a las ciudades; gobernadores conscientes de los rezagos en los cuerpos policiacos y la infiltración de sus agentes; gobernadores que sí se coordinan y están dispuestos a apoyar la “lucha por la seguridad pública” abierta por el presidente Felipe Calderón.

Sin embargo, trato de quitarme los lentes de quien vive inmerso en el contexto de la política mexicana. Y no puedo menos que conmoverme ante las voluntades expresadas por los gobernadores. En verdad que por momentos me convencían de que próximamente vendrá un cambio sustancial para México.  Visto desde fuera por un actor ajeno al país, la percepción sería el principio de un gran acuerdo con la finalidad de brindar seguridad a los ciudadanos. Sin duda, algo esperanzador. Lo cierto, más allá de la imaginación deseable, es que poco se les puede creer a los políticos ahí reunidos. O en verdad, ¿ustedes les creen que ahora sí…? La desconfianza no es gratuita, y quizá valga la pena remontarnos a las solemnes reuniones del Consejo Nacional de Seguridad Pública. ¿Cuánto se avanzó tras cada Consejo? Poco, si advertimos el creciente deterioro suscitado en los últimos años.  

A pesar de la unanimidad y el beneplácito observado en la reunión, todavía falta esperar una agenda concreta donde se incluya un programa para el cambio de estrategia. Sobre la mesa, hubo propuestas concretas con diferente valor y sentido, porque verdaderamente algunos gobernadores que estuvieron, sólo se limitaron a hablar o expiar sus culpas, pero no llevaron una propuesta seria. Véase los gobernadores que ya se van: Amalia García, Fidel Herrera, Eugenio Hernández, Ismael Hernández, entre otros. Los gobernadores vigentes, y para el caso pienso en la propuesta de Enrique Peña Nieto: destinar más dinero de los contribuyentes a las corporaciones de seguridad. En el análisis duro, si algo ha quedado claro, además del fracaso gubernamental, es que no hay correlación clara para la atractiva ecuación de “más dinero igual a más seguridad”. Por el contrario, pareciera que el resultado es “más dinero, más inseguridad”. En vez de solicitar más dinero, esa fuente paciente e inagotable de los contribuyentes, habrá que exigir indicadores, metas visibles y avances en la reducción de los índices delictivos. Lo más cómodo para un gobernante no es dar resultados, sino aumentar el presupuesto.

Por otro lado, y ofreciendo una lección pedagógica, el famoso y todavía gobernador de Puebla, Mario Marín, insistió en la educación, al igual que otros mandatarios. Pero ¿realmente es la educación la alternativa?, sobre todo, si pensamos en la forma en que es administrada por el sempiterno liderazgo de Elba Esther y compañía.  Un plan serio basado en la educación, sobre todo si pensamos en el largo plazo, tendrá que considerar una reestructuración a fondo de nuestros educadores. ¿Estará dispuesto el gobierno federal? ¿Harán lo mismo los gobernadores en sus estados?
Por lo pronto, hay que reconocer la apertura del foro y la posibilidad de integrar una estrategia distinta para un problema urgente. Ojalá pronto veamos una agenda puntual de compromisos.

lunes, 9 de agosto de 2010

La parábola del rey



Había un rey que convocó a un banquete. Llegada la fecha de la reunión, uno a uno los invitados se fueron excusando por no poder asistir. Al ver el rey que no llegaban los invitados decidió salir al cruce de caminos e invitar a lo que no habían sido invitados en un principio.   Al igual que el rey de la parábola, el presidente Felipe Calderón se declaró solitario y salió nuevamente a convocar a diversos actores de la sociedad, haciendo énfasis en los políticos, a fin de discutir el tema de la seguridad.  Hace algunas semanas, tras el atentado al candidato a gobernador de Tamaulipas, el presidente hizo un llamado a la unidad que inmediatamente fue rechazado por los opositores políticos.

En los diversos foros del “Diálogo por la seguridad; hacia una política de Estado", convocados por el Gobierno Federal durante esta semana, participaron expertos, empresarios, líderes religiosos, políticos y funcionarios. En pleno laberinto de la inseguridad y con más de la mitad del sexenio recorrido, el presidente se mostró desesperado, solitario e incluso abandonado. Hay que leer con detenimiento el discurso pronunciado el miércoles 4 de agosto ante líderes religiosos. Un Calderón que se percibe así como el rey abandonado de la parábola, por eso no dudó  en reprochar a los actores políticos sus excusas: “Yo estoy saliendo y pidiendo la ayuda de la sociedad, como también ya se la pedí a los partidos políticos, y se la pedí al Congreso, y se la seguiré pidiendo. Pero no me voy a quedar a esperar a ver a qué hora los intereses particulares terminan de estar por encima de los intereses nacionales”.

En general hay un clamor para que el Gobierno Federal cambie la estrategia contra el crimen organizado, el narcotráfico y otras manifestaciones que afectan la precaria de la seguridad pública en el país. En este sentido, cada vez más han aumentado las voces que critican la ruta seguida por las autoridades federales. Algunos con razón y honestidad, otros simplemente desde la idiotez que niega el interés público, a fin sólo de llevar agua a su molino.

En lo personal, y lo he escrito en otras ocasiones, no comparto la visión y los caminos que animaron “la lucha por la seguridad pública”; sin embargo también hay que reconocer que ahora el Ejecutivo Federal se mostró dispuesto a discutir un cambio de estrategia, e incluso,  “analizar a profundidad” un tema complejo y espinoso como la legalización de las drogas. A estas alturas del desastre, si los tomadores de decisiones no atienden la palabra del presidente y empujan la administración del problema hacia otros enfoques y resultados eficientes, entonces el laberinto de la inseguridad seguirá acrecentándose fatalmente, mientras el tiempo corre y los ciudadanos esperan en vano.

Por lo tanto, si la crítica, y vaya que hay muchas voces, no conduce a un avance, o la dilucidación de un problema no lleva a resolverlo, el esfuerzo será estéril. Críticos y críticas nos sobran, pero construcción y constructores de instituciones nos faltan. Desde los partidos la crítica ha sido alharaca y en tanto no vaya acompañada de una propuesta, de una alternativa, pierde el valioso sentido republicano. El cambio de estrategia implica una revisión, otra estrategia, y por consiguiente habrá que preguntarse: ¿qué se propone, cómo, con quiénes, bajo que indicadores, en cuánto a tiempo, a qué costo? 

Ya es hora que el PRI o el PRD expresen sus propuestas y no solamente sus críticas. Porque al final, esos partidos también forman parte del poder y tienen responsabilidades. De la misma manera, la sociedad tiene su parte de corresponsabilidad. Pero si bien, como señaló Calderón, “tenemos una delincuencia organizada y una sociedad desorganizada”, el asunto de la participación a través de la denuncia se vuelve poco efectivo en un entorno de profunda desconfianza institucional. Y no nos referimos a casos de conocidos personajes públicos, como aquel obispo duranguense que se atrevió a señalar la morada de un delincuente, y luego de una oportuna amenaza, se desdijo convenientemente. Más bien, nos referimos a la advertencia que luego pueden hacer algunos ciudadanos,  no obstante de dominar el miedo o la duda razonable de que luego se revierta contra los mismos. ¿Cuánto tiempo más esperar?

Para acrecentar el debate, recomiendo algunas referencias que bien vale echar un vistazo. Por ejemplo, resulta de utilidad conocer el último Informe Mundial de las Drogas 2010, generado por la ONU (véase unodc.org); también conviene revisar el primer Informe del Centro Internacional de Ciencia en Política de Drogas (icsdp.org) donde se ha explorado la hipótesis de que el combate a las drogas genera más violencia en vez de reducirla. Y finalmente, para dimensionar el problema del narcotráfico, no dejen de leer en la revista de Nexos del actual mes, el texto “Los hoyos negros de la estrategia contra el narco” de Eduardo Guerrero Gutiérrez.

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miércoles, 4 de agosto de 2010

Para conmemorar el Bicentenario



Acudo al llamado de Saúl Rosales, escritor al que respeto, no sólo por su trayectoria, sino por la generosidad y visión para formar escritores en el yermo lagunero. Como Coordinador de Bibliotecas en el municipio, hace algunos meses Saúl se dio a la tarea de convocar y organizar una serie de lecturas sobre la revolución mexicana (así con minúsculas). En torno a las lecturas, invitó participar en las mesas a un grupo plural conformado por historiadores, escritores, cronistas y políticos. Desde el pasado 29 de abril iniciaron las reuniones en la Biblioteca José García Letona, ahí se comentaron, discutieron e interpretaron diferentes aspectos de la revolución por medio de historias, novelas, cuentos y memorias.

La tarea es ardua, y la literatura publicada ocupa con facilidad una sección en las buenas bibliotecas. Además, para los laguneros el tema es doblemente significativo: por un lado, la conmemoración centenaria; por otro, los momentos decisivos que aquí se vivieron. En diferentes sucesos, la región fue escenario de sangrientas batallas y acontecimientos políticos decisivos en el rumbo del país. Una serie de “tomas” militares de Torreón, en realidad de la región, acontecieron en 1911, 1913 y 1914. Esta última “toma”,  extraordinariamente violenta, a grado tal, que entre Gómez Palacio y Torreón quedaron esparcidos los cadáveres de por lo menos cinco mil hombres. Así se escribía la historia por esas fechas, distante todavía de la “toma” que actualmente se suscita y por distintas razones.

Si bien, no hay mucho que festejar, sí me parece que una forma de acercarnos a los simbólicos años 1810-1910-2010, es a través de la historia. No para coleccionar datos, fechas y hagiografías de los héroes, más bien para provocar una reflexión en el presente y por qué no, un visión hacia el futuro. A principios de semana Enrique Krauze señaló que “en el ambiente flota una duda legítima: ¿debemos festejar, celebrar o únicamente conmemorar? Las tres son voces latinas. Festejar, la más pagana de las tres, es celebrar por todo lo alto, con vino y música, como hacían los romanos con sus Césares. Celebrar tiene en el origen una acepción religiosa, por ejemplo en la misa: es un acto más bien solemne y público de reverencia o veneración. En cambio, conmemorar supone una acción modesta, casi neutra: es el simple acto de recordación” (Reforma, 25-VII-2010).

Aunque Krauze optó por celebrar, en lo personal pienso que no hay mucho para hacerlo. ¿Celebrar qué? ¿El subdesarrollo 200 años después? ¿La pobreza y ahora el crimen como los Bandidos de Río Frío durante el siglo XIX?  Aunque la federación, todavía sin brújula en la víspera para el “festejo”, pero con un generoso presupuesto de 2 900 millones de pesos, se ha enfocado más a la necrofilia: desenterrar los huesos de los héroes. Si algo aporta la discusión histórica, es justamente una reflexión de nuestro presente. Por lo tanto, habría que ver más hacia adelante que hacia atrás.  
Al respecto, han surgido propuestas que ahora se anuncian en la televisión, y bien vale  comparar los anuncios de Iniciativa México, en relación a los trasmitidos por el Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional. Los primeros describen al mexicano deseable, al mexicano ideal; los segundos nos muestran concretamente a los mexicanos eminentes. Y justamente esa es la diferencia que de manera simbólica podría proyectarse desde el 2010. Lo que deseamos sí, pero sobre todo, lo que somos y sí funciona y nos permite crecer, enriquecernos como sociedad.

Así pues, contemos la historia en nuestro presente a fin de proyectarla al futuro. Un futuro que necesita grandeza y razones para estar orgullosos de nuestra nación. Al mismo tiempo, la construcción de ese futuro dependerá del compromiso cívico que impulsen los ciudadanos, porque al final, la transformación no vendrá desde afuera, sino de nosotros mismos. ¡2010 puede ser el inicio!
Gracias Saúl por estas mesas, por la visión modesta, y sin embargo profunda para conmemorar nuestro Centenario.

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