domingo, 15 de febrero de 2015

Sol del Poniente

Procuro estar atento a las miradas sobre la ciudad. Entre las repeticiones sin fin, ocasionalmente surge alguna que renueva lo que siempre hemos visto. Calles, sitios, comercios, edificios, aglomeraciones, personas. Para salir de uno mismo, busco ver lo que otros vieron. Por lo general no encuentro novedad, o al menos, algo de gracia al ajetreo de todos los días. Tanto vemos la ciudad, que al final ya no observamos. La costumbre la vuelve invisible, aunque un buen día alguna pérdida, o la hace notable, o la condena a la indiferencia.

Recientemente recorrí el centro de la ciudad a través de la mirada del fotógrafo y polémico artista Jesús Flores. Bajo el título “Sol del poniente, intervención fotográfica en las entrañas de Torreón”,  Flores representa una visión notable desde el  poniente de la ciudad. Sí, esa zona estigmatizada por la violencia y la criminalidad, esa zona que durante varios años se nos dijo que no podíamos ir.   No obstante, lo significativo de las imágenes de Flores, no es la visión fácil de la violencia. Tampoco se deja llevar por el morbo del crimen y los cadáveres. Su propuesta es más sobre la vida, que sobre la muerte. Por medio de retratos, paisajes y detalles en los espacios, Flores nos comparte una intimidad colectiva de la ciudad.  Pero lejos del turista que toma fotografías, la lente de Flores es la del vecino que se gana la confianza. Su recorrido va por los barrios y las colonias más antiguas de Torreón. Justo las que nacieron a la par de las industrias en los primerísimos años de 1900. Sol del poniente alumbra a una ciudad dispuesta a reponerse. Una ciudad resiliente. Lo que encontramos son vívidas imágenes de jóvenes y ancianos, trabajadores que en el día a día también son la ciudad.

En un principio “Sol de oriente” estaba destinada a exhibirse en una conocida galería de la ciudad, pero el destino quiso que no fuera así para gozo de más personas. Y celebro ese rechazo, porque lejos de los pequeños públicos que asisten a una galería, Flores tomó la ciudad misma como espacio de exhibición. Más todavía, armó un emblemático recorrido por el centro y la Alianza. Así empezamos el peregrinaje en la Copa de Leche, un restaurante de la vieja guardia que de milagro sobrevive. Dos imágenes de gran formato destacan en la pared. Por un lado, la panorámica nocturna de la Durangueña. Por otro, la preciosa vitalidad de un conjunto de niños en las alturas del cerro de la Cruz. A partir de ahí fuimos a Telas Parisina, donde literalmente nos abrimos paso entre telas y clientes. Es decir, mejor escenario no podía haber para encontrar aquella fotografía. Como en un viaje, continuamos a otras paradas en Milano, Loches Mundo, Casa Duarte, Mueblería Alvarado, El Confite y finalmente, terminamos en el Hotel Hidalgo, un lugar que añora a gritos la época del ferrocarril.

Más que hablar de un espacio martirizado a fuerza de violencia y balas, las imágenes de Flores retratan la sobrevivencia de colonias como Plan de Ayala, Maclovio Herrera, Durangueña, Rinconadas la Unión y Polvorera. A decir de Lee Quiñones, “sólo hay una razón para el arte. Saber que estás vivo”. De esa manera reconocemos miradas estoicas, sonrisas alegres y geografías comunes. Por un momento, la imagen nos lleva a la casa más alta del cerro de la Cruz, donde se impone un profundo azul del cielo. Ni la ciudad, ni los carros. Todo queda abajo.

Luego seguimos en un mar de ropa y mercancía, para encontrar el rostro seguro y claro de un panadero. De igual forma nos mueve la imagen de la abuela que lo ha visto todo, y sin embargo, paciente está sentada en la banqueta. Tanto impactó ese instante, que hasta sus hijos regresaron de Estados Unidos para conocer la foto. En palabras de Flores: “el Poniente espera paciente el regreso de aquellos que se fueron, se perdieron en el caos o desaparecieron. Los esperan sus madres, sus padres, sus mujeres, sus hijos, sus hermanos, sus amigos. Los esperan sus barrios que dejaron de estar divididos y ahora se convierten en uno solo; la patria del Poniente. Una república personal en el que hasta los detalles más pequeños de la existencia reafirman el sentido de vivir”.

 “Sol del poniente” es la lente de Jesús Flores que recupera para sí, y para nosotros, una necesaria esperanza.
Posdata. Agradecemos a Flores y al colectivo de mujeres ciclistas, Bicionarias Laguna, su invitación para conocer la exposición. Nos vemos en Twitter @uncuadros.

11 de febrero 2015
El Siglo 



#YaSeQueNoAplauden


Empezó mal la semana con eso del petróleo y continuó en lo increíble con el nuevo nombramiento en la Secretaría de la Función Pública. La mayor apuesta de las reformas se concentró en la energética, pero los precios ya metieron en problemas al Gobierno Federal, que durante dos años consecutivos ha contratado deuda. (Cuidado, que con estos hombres no sé sabe). Después de la punitiva Reforma Fiscal, las circunstancias obligaron al gobierno a recortar sus proyecciones, y sobre todo, el gasto público. Eso sí, nos aseguran que ya no habrá más impuestos. Pese a las coberturas, la caída sobrepasó todo pronóstico, salvo el de Arabia Saudita y los Estados Unidos. Pocas veces se ve a mandatarios tan contentos, como a Barack Obama y el rey Salman bin Abdelaziz. Sin duda, hicieron un buen trato. Ahora la crisis no es sólo política para el gobierno mexicano, sino económica. Aunque siempre hay peores desgracias como sucede con Venezuela. Allá Nicolás Maduro dejó la economía en manos de Dios, lo cual es un desastre seguro. En nuestro país, el mejor ministro de finanzas del mundo, Luis Videgaray, confirmó un recorte de 124 mil millones de pesos. Dice que son medidas responsables, y no lo dudamos. El boquete se llevó al flamante proyecto del tren rápido México-Querétaro, y algún lamento se escuchó en las oficinas de Higa. Pero inmediatamente la desconfianza viene cuando escuchamos decir: "Las finanzas públicas se encuentran en una posición sólida para enfrentar la volatilidad internacional durante el 2015".
En poder los panistas fueron mediocres, carentes de sex appeal como diría Cosío Villegas. No cambiaron lo que debían de cambiar, porque sencillamente se acomodaron bien al status quo. Sin embargo, hay que reconocer la estabilidad de la finanzas públicas, y sobre todo la razonable ortodoxia económica. Dramáticamente perdieron el poder, y sin embargo, entregaron un gobierno estable. Dos años bastaron para comprobar las diferencias. Que Ernesto Cordero, exsecretario de Hacienda, y actual senador, falte a una sesión por ir al Super Bowl, es anecdótico y en dado caso, criticable. Pero no se compara con la humilde casa del actual Secretario de Hacienda, quien nos demuestra la desinteresada generosidad de Grupo Higa. Pero estimados lectores, no piensen que es conflicto de interés el hecho de que esa empresa ganó sendos contratos con quienes ahora gobiernan. En esas vamos, cuando mejor portada no le podía conceder un diario de circulación nacional al hombre de los dineros: "Sano legislar sobre conflicto de interés". Sobra decir, que la supuesta nueva legislación, no es, ni puede ser retroactiva. Hágase tu voluntad en los bueyes de mi compadre.
Hay quienes se empeñan en argumentar la excepcionalidad mexicana. No lo creo. ¿Qué pasaría si en el país vecino, alguna poderosa petrolera le regala una casa a Michel Obama? No sólo el Congreso protestaría, sino ya habría un proceso de investigación judicial para castigar y condenar a los implicados. Igualmente la oposición no soltaría al presidente. Recientemente el exgobernador de Virginia, Bob McDonnell, fue condenado a dos años de cárcel por 11 cargos de sobornos y corrupción. No hay gran complicación en una democracia, cuando sus instituciones funcionan a favor los ciudadanos y el estado de derecho. Cada vez con más canas, el presidente salió a sorprendernos. Ayer habló de la corrupción como un "problema estructural". Para él las casas son un problema de percepción, una apariencia indebida, algo que no ocurrió. "El presidente no otorga contratos, no adjudica compras, ni obras, tampoco participa en ningún comité de adquisiciones, arrendamientos o servicios". No obstante, no mencionó nada de su relación con Higa y los contratos millonarios que el gobierno que encabeza, ha otorgado. Si la corrupción es un problema, como afirmó ayer en su discurso el mandatario; entonces, el problema está en el gobierno.
En política, nada como ir frontalmente al problema. Así anunció acciones ejecutivas para "prevenir la corrupción y evitar los conflictos de interés". La más notable fue nombrar a Virgilio Andrade como Secretario de la Función Pública. Él y nadie más va investigar al presidente para confirmarnos, que no hubo conflicto, ni nada turbio en su gobierno. De esa manera Peña Nieto reafirmó su papel como hombre de Estado: El Presidente soy yo. Qué lástima que no hizo lo mismo ante la tragedia de Ayotzinapa. Al final de la rueda de prensa y todavía con el micrófono abierto, EPN comentó serio: "Ya sé que no aplauden". Mejor definición de su gobierno no podría haber.
Posdata. Para quienes gustan de la memoria, la nota curricular de Andrade, incluye haber sido la propuesta del PRI como consejero electoral en el IFE. ¡No se diga más!

4 de febrero 2015
El Siglo http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1083781.ya-se-que-no-aplauden.html

Ya se que no aplauden

A la puerta de las elecciones

Que no haya ilusos para que no haya desilusionados, diría Manuel Gómez Morín. En ese tono, unas nuevas elecciones se avecinan para el mes de junio. Sé que para muchos, hablar de elecciones, partidos y votos, resulta despreciable. Más todavía, porque la principal autoridad está desprestigiada por sendas casas y escándalos corrupción. Menos mal que allá en la Presidencia nos confirman que todo es "legalmente". Bajo un viejo principio: se puede engañar un tiempo, pero no todo el tiempo. Más allá de la crítica, la queja amarga, o el desprecio, el momento para rechazar está en las urnas, no en los cafés y las redes sociales. Por lo mismo, los próximos comicios son relevantes por varias razones. Se trata de la primera elección intermedia que va a enfrentar al partido en el poder. Ahí veremos si en verdad el malestar que reflejan los ciudadanos en la opinión pública, logra conectarse con las urnas. No nos sorprendamos luego, a pesar del ambiente crispado contra el gobierno de Enrique Peña Nieto, que su partido resulte nuevamente ganador.
Aunque las condiciones estén dadas para castigar al PRI, el malestar por sí mismo no garantiza un voto de castigo. Muchas veces la indignación en México no alcanza, ni tampoco llega hasta las boleta. Por momentos parece que el mejor escenario para los políticos profesionales, es una abstinencia electoral. En tal reclamo, recientemente los padres de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, han llamado a no votar en Guerrero, un estado donde la degradación es vida cotidiana. Paradójicamente, su propuesta, lejos de afectar a los candidatos, terminará por favorecer a quienes buscan rechazar. Candidatos mediocres como Luis Walton, exalcalde de Acapulco, o inconscientes como Ángel Aguirre Herrera, hijo del defenestrado gobernador de Guerrero, son las principales cartas del Movimiento ciudadano y PRD en esa entidad. Si esos son candidatos, no quiero saber cómo están los otros.
Por lo mismo, ante un entorno de desconfianza, independientes como "Lagrimita", quien busca la alcaldía de Guadalajara, o el "Temoc", tras la alcaldía de Cuernavaca, son más una caricatura, que serios candidatos. Estas elecciones también pueden ser un buen momento para mejorar el acceso de los candidatos independientes al poder. No porque los independientes sean una garantía de honestidad y profesionalismo. Más bien los partidos necesitan algún contrapeso cuando al ciudadano no le basta votar por el menos peor. Hay liderazgos genuinos que pueden revitalizar la vida pública más allá de los partidos. Quien sin duda puede dar la sorpresa es Morena, el partido personal de Andrés Manuel López Obrador. De ser así, el tabasqueño no sólo sería revivido por el PRI, también demostraría que tiene tres vidas después de sus derrotas rumbo a la presidencia.
Ante el desencanto, me quedo con la puntual propuesta de Transparencia Mexicana. Hay que exigir a los candidatos al menos tres puntos: Declaración patrimonial; declaración de intereses; y declaración de impuestos. Aun así, entre los aspirantes, hay muchos con sus "casas blancas". Todo sea por el mal menor.
28 de enero 2015

Un Rolls Royce para Coahuila


Cuando supo que la cosa se ponía fea, huyó. Rápido había que tomar las pertenencias, llevar lo más valioso y recoger con urgencia aquellos fajos de billetes apilados en la caja fuerte. En cualquier momento podría llegar la policía, o peor aún, la gente de los medios. Su foto ya aparecía en la presa y mientras tanto, los inversionistas se quedaron en la calle chiflando. En dos cajas recogió 25 millones de pesos, una cantidad pequeña si recordamos aquel año de campaña donde se llevaron 500 millones en una Cherokee negra blindada. Ante la urgencia, desapareció la computadora con los archivos, la relación de clientes, los créditos y las operaciones. Si iban a venir por él, al menos que batallaran. Tampoco en el camino iba a dejar el preciado Rolls Royce. Así la historia de Rafael Antonio Olvera Amezcua, principal socio de Ficrea, que logró desviar unos 2 mil 700 millones de pesos de los ahorradores. El "hombre de negocios" diseñó una estructura para triangular el dinero de la financiera popular, hacia dos de sus empresas. Cuando la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda ya le estaba pisando los talones, el hombre logró retirar 470 millones de pesos. Nótese que las autoridades siempre llegan tarde. Con su fina maniobra, Olvera Amezcua no sólo estafó a un buen número de pequeños ahorradores, sino de paso desfalcó a varios gobiernos y autoridades como el Poder Judicial del Distrito Federal y el Tribunal de Justicia de Coahuila.
Que a Coahuila le roben 92 millones de pesos, parece poco a lado de la megadeuda de 35 mil millones de pesos con el gobierno de Moreira I. Pero así sea uno o 35, lo grave es la vulnerabilidad del gobierno del Estado y sus instituciones. En pocas palabras, la facilidad con la que se puede perder el dinero público. Parece que lo representativo de nuestros tiempos, son gobiernos dominados por la incuria, y en el mejor de los casos, por la displicencia en el manejo de los recursos públicos. En vez de férreos controles, hay discrecionalidad e impunidad. En vez de manejos minuciosos y transparentes, hay una administración contra los ciudadanos.
El presidente del Tribunal, Gregorio Pérez Mata, "invirtió" el dinero de los contribuyentes (no de los políticos), en un banco "patito". Además lo llevó a una financiera popular que prometía rendimientos superiores al mercado. El resto de la historia ya la conocemos. 92 millones de pesos de los coahuilenses, no de la bolsa personal de Pérez Mata, se perdieron así sin más. Y mientras la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), advirtió que los gobiernos no debían llevar el dinero a ese tipo de instituciones populares, las autoridades se saltaron la ley. Édgar Bonilla, vicepresidente jurídico de la CNBV explicó que "por ser Ficrea una Sociedad Financiera Popular, tiene una prohibición expresa en la ley para poder captar recursos de organismos gubernamentales, llámese Poder Judicial, municipios, Gobierno del estado, federal e incluso organismos desconcentrados o descentralizados". Aún así, en el Tribunal se las "arreglaron" para llevar el dinero.
¿Cómo confiar en el Tribunal de Justicia de Coahuila, si esa misma institución rompe las reglas? ¿Cómo creer que en Coahuila se manejan responsablemente los recursos si casos grandes como la deuda, o casos pequeños se quedan en la impunidad? Para Pérez Mata, que Coahuila pierda 92 millones no parece ser grave, incluso, con ingenuo optimismo declaró que "no se pueden considerar como perdidos pues corresponde a las autoridades federales competentes recuperar la totalidad de los mismos". Por el tamaño de la inversión, si Coahuila llega a recuperar el dinero, sólo será un parte, pero no todo el recurso. Y entonces ¿dónde quedan las responsabilidades de los funcionarios que avalaron dicha inversión?
Quizá haya alguna comodidad o costumbre entre los funcionarios estatales. Han de suponer en la lógica de la deuda, que a pesar de la corrupción, los funcionarios no castigados ni llamados a cuentas. El caso de Ficrea y el Tribunal de Coahuila, es una raya más al tigre. Si antes hubo impunidad y complicidad, en esta ocasión, hay silencio y discreción. Hablar lo menos posible, para olvidar rápidamente.
La pérdida de 92 millones ratifica la irrelevancia de la justicia en el Estado.
21 de enero 2015

México y Francia


Cortados por la tragedia, conmocionados por la violencia. México y Francia se encuentran cuando las vidas se pierden sin sentido. Hay civilización, pero también barbarie. El siglo XXI nos recuerda que la historia no queda atrás, sino regresa una y otra vez en forma de terror y violencia. No obstante, si recientemente la violencia nos emparenta con Francia, la respuesta a la violencia distancia a ambos países. El atentado terrorista al semanario Charlie Hebdo movió a la sociedad francesa a manifestar un claro repudio hacia los extremismos y la intolerancia. En este caso relacionada a radicales del Islam. Una mirada al pasado nos muestra que en nombre de las religiones, Dios o la Verdad, también se mata al por mayor. La tragedia llevó a cientos de miles de personas a manifestar su rechazo a los extremistas en las calles. El repudio no es a la religión por la religión, sino a la intolerancia. Al mismo tiempo, las multitudes en las calles reafirmaron con las marchas, valores fundamentales en toda democracia: libertad y tolerancia. Como persona, nos conmueve e indigna el atentado que cobró la vida de 17 franceses. Como ciudadano mexicano, no deja de llamar la atención la forma en que la sociedad y el Estado francés han reaccionado. Por un lado, los ciudadanos han tomado las calles para reafirmar los valores de la república. Incluso, el mismo semanario satírico Charlie Hebdo, en vez de replegarse y ceder ante los violentos que callan la palabra a balazos, ha decidido anteponer el valor civil de la libertad de expresión. La portada de su nuevo número muestra a Mahoma llorando bajo la frase: "Todo está perdonado".
Ahí la máxima de Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo". ¿Y qué del Estado francés? La respuesta de las autoridades fue inmediata y determinante. Tanto en política como en fuerza. El presidente francés, Francois Hollande no dudó en salir tras la tragedia. Asumió su responsabilidad y sobre todo, su papel como el principal representante de los ciudadanos franceses. Por su parte, las fuerzas del Estado hicieron hasta lo imposible por dar con los agresores. Bloquearon el aeropuerto, cerraron vías e incluso, hasta tres policías perdieron la vida por dar con los terroristas. Es decir, el suceso no quedó impune y Estado cumplió con su obligación en unos días. A la inversa de Estados Unidos, que después de los 11 de septiembre inventaron una absurda guerra contra Afganistán e Irak, en Francia los principales líderes políticos europeos, se unieron a los ciudadanos en las calles, para protestar contra el terrorismo. "Libertad, libertad, libertad", fue el grito de los ciudadanos que se unieron por el dolor: Je suis Charlie. Ayer, Ángela Merkel, la poderosa canciller alemana, encabezó junto al Consejo Central de los Musulmanes en Alemania y la Comunidad Turca de Berlín, una marcha contra la islamofobia.
A más de tres meses de que 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, desaparecieran, el Estado ha sido incapaz de reafirmar su estatus. Al contrario, por momentos parece que no tenemos Estado, pero sí una serie de políticos con "casas blancas" y fortunas en el extranjero que sus sueldos como funcionarios no justifican. En vez de dar la cara como el principal gobernante del país, el presidente Enrique Peña Nieto prefirió viajar miles de kilómetros a China. Lejos de las protestas, lejos de las responsabilidades. Incluso, hasta una revista del corazón cubrió puntualmente la gira del mandatario y su esposa. Ni siquiera a su regreso fue capaz de visitar el lugar de la tragedia. El presidente tardó más de dos meses en recibir a los padres de las víctimas y hasta la fecha, las autoridades no terminan de esclarecer el crimen. El suceso parece destinado a la impunidad de criminales, políticos y autoridades cómplices. Si algo ha reafirmado Ayotzinapa, es la ausencia funcional de instituciones que arropan al Estado en favor de la sociedad.
Muchas veces nos queda la sensación de que las autoridades están contra los mismos ciudadanos. Incluso, el presidente habla del combate a la corrupción, pero él mismo fue incapaz de generar confianza tras el escándalo la "casa blanca" y el conflicto de interés con la constructora favorita del gobierno. Abundan los desaparecidos y la violencia, que si bien no está motivada por la religión, lastima profundamente al país. Hasta ahora, han sido los ciudadanos los que han protestado por miles en las calles. Son los ciudadanos los que están cansados de un Estado inútil y corrupto. Si en Francia el atentado fue una excepción en muchos años, en México, la violencia es casi cotidiana. Y sin embargo, seguimos atrapados en un gobierno más preocupado en ganar elecciones con base a regalar televisores; o unas instituciones bien dispuesta a tirar 5 mil millones de pesos en los partidos. Por desgracia, la tragedia no nos ha enseñado a construir un auténtico Estado.
14 de enero 2015

Ficrea y Coahuila

Si se robaron 35 mil millones de pesos con Moreira I, que el actual gobierno de Coahuila pierda 92 millones de pesos por el fraude de Ficrea hacia los inversionistas, parece una insignificancia. Lo que no es insignificante es que el Tribunal de Justicia en el Estado, a cargo de Gregorio Pérez Mata, pierda el dinero de los contribuyentes. Así de fácil. Sin responsabilidades, sin rendición de cuentas. No pasa nada.

7 de enero 2015
El Siglo http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1074531.dos-discursos.html

Dos discursos

Después de las fiestas viene la realidad. Si bien, el año empieza con nuevos bríos y la ocasión llama a renovar propósitos y hacer cambios, la inercia del país es incierta. Por un lado, es positivo la movilización, la crítica ciudadana y hasta las protestas en la calle. Aunque no hay un propósito claro ni tampoco un serie de liderazgos, la semilla está sembrada. Pero si los diversos grupos ciudadanos están señalando la pauta hacia delante, los gobiernos no sólo parecen rebasados, sino también lo están. Las fiestas dieron tregua al Gobierno Federal, pero los problemas ya están de regreso. Si la administración pública es la administración de los problemas, la política es el medio para enfrentarlos. ¿Cómo los enfrentó el gobierno? Ya sin fuerza, el presidente se animó a salir con uno de los temas críticos de su gobierno: la economía. En cadena nacional, recetó siete acciones en favor de la economía familiar y aseguró que este año se reflejarán los "beneficios de las reformas".
De acuerdo con el discurso oficial, gracias a la reforma energética bajaron las tarifas de luz. Paradójicamente, mientras el precio del petróleo cayó, la gasolina siguió subiendo. La Secretaría de Hacienda, quien la dirige el mejor ministro de finanzas del mundo (no es ironía), prometió que no habrá más "gasolinazos". Mientras en la frontera con Estados Unidos, se homologan los precios al mercado internacional, al interior suben. Así los beneficios a la economía familiar.
En el campo de las telecomunicaciones, hay que reconocer que el mayor beneficio fue mantener a los actores monopólicos, y a cambio, hacer que toda llamada nacional cuente como una llamada local. Poca cosa para las empresas dominantes. Pero sin duda, el mejor gasto fue comprar televisores, etiquetarlos con los emblemas del gobierno y regalarlos a las clientelas electores: 10 millones de familias de recursos escasos y otros tantos de recursos sobrados. En eso se van los impuestos de la polémica reforma fiscal. Para distorsionar más los mercados, habrá un trato fiscal preferencial para el campo en Chiapas, Guerrero y Oaxaca. ¿Y el resto de las entidades?
Peña Nieto, el político que se encogió frente a la crisis política, aseguró que ya se siente los efectos de las reformas. ¡Sin duda alguna! Devaluación del peso, dólar caro, petróleo a la baja y tercer año financiado con deuda externa. Un caldo de cultivo que nos recuerda la Docena trágica de Echeverría a López Portillo. Además, súmele usted el derrumbe del gobierno como artificio mediático, que nos cuesta la friolera de 6.3 millones de pesos al día.
Como sabemos, en el verano habrá elecciones. Así, en la antesala de los comicios, el presidente del PAN, Ricardo Anaya, abandera la campaña bajo la esperanza de ganar con la pura decadencia del gobierno. Dice en el spot: "México no va por el camino correcto, está herido por la violencia, manchado por la corrupción, detenido por la economía". Vuelvo al punto de este texto. Los ciudadanos van hacia un lado, y los políticos van a otro. Son dos discursos. No se trata de afinidades o que todos estemos en concordia. Pero hace tiempo que la política profesional ofrece muy poco valor público. Si la Presidencia asumió la cleptocracia como forma de gobierno, en los hechos, el PAN presenta un discurso que se contradice por ellos mismos. De cara a las elecciones nos piden "cambiar el rumbo" con nuevas ideas como meter a los corruptos a la cárcel con el sistema anticorrupción. Sin embargo, como partido, el PAN ha renunciado voluntariamente a la oposición. Lejos de denunciar y presionar con el escándalo de las casas y el abierto conflicto de interés entre Grupo Higa y la Presidencia, el PAN se ha comportado como un celoso guardián del poder. ¿Cómo creerle entonces a un partido de oposición que renuncia a la oposición? Algo similar ocurre con el PRD que rápido salió a cubrir al Presidente. ¡Así ni cómo!
7 de enero 
El Siglo de Torreón