lunes, 27 de febrero de 2012

La violencia, las drogas, la legalización






Demencial la tendencia en los últimos cinco años. La guerra contra las drogas, el combate al narco nos ha salido muy caro como sociedad, por decir lo menos. Mientras más fuerza se usa, las cosas empeoran más. Por más promesas y anuncios de las autoridades, no parece llegar la calma. Hace tiempo la federación presumió que la violencia había alcanzado su pico, pero un año supera al otro; así en lo sucesivo. Difícilmente la inercia actual nos puede llevar a la calma. La radicalidad de la violencia choca con las posturas más duras, más conservadoras. El camino actual es un sinsentido, una aporía, con la gravedad que ahí va la vida de las personas.

La asociación civil México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), regresó el debate de la legalización de las drogas en el País. La tesis es sencilla, si el estado actual de cosas no funciona, es hora de romper el paradigma. En el foro, “Drogas: un Balance a un Siglo de su Prohibición”, se planteó un cambio radical: tratar el consumo de drogas bajo un enfoque de salud pública. El punto no es sencillo, pero tampoco inviable. 



Portugal es el caso más liberal, y hasta en Estados Unidos, algunos estados han legalizado una gama de drogas. La legalización no es una invitación a la ingenuidad. Por lo mismo, la primera conclusión del foro nos dice con claridad: “Las drogas son nocivas y su uso debe ser disuadido. La prohibición no ha logrado reducir el consumo por lo que vemos la necesidad de buscar otras alternativas”.

En corto, he preguntado a diversos políticos su postura sobre la legalización y sólo encuentro un consenso privado. Sin embargo, afuera domina lo políticamente correcto. Fernando Henrique Cardoso, expresidente de Brasil nos llama a romper el tabú. Y vaya que cuando afirma que la política de criminalización de las drogas ha fracasado, lo dice un actor de primera línea en el tema: “Los programas antidrogas son ineficientes en el mejor de los casos, y contraproducentes en el peor”.


El expresidente mexicano, Ernesto Zedillo vuelve a insistir desde su trinchera internacional en la legalización de drogas ante las “consecuencias desastrosas” que vive México. Entre esas consecuencias está el poder corruptor del crimen sobre las instituciones del Estado. Especialmente el monstruo de la violencia en la sociedad. Fuera de los lugares comunes, los dos principales candidatos a la presidencia, Enrique Peña Nieto por el PRI y Josefina Vásquez Mota por el PAN están en contra. Sólo el candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador se ha pronunciado a favor con cierta reserva.


Ante la cerrazón oficial, el cambio de paradigma está en otra parte. Nuestro vecino del sur, Guatemala, parece dispuesto. Allá el recién electo presidente, Otto Pérez Molina, quien además es un general retirado, ha planteado un debate hemisférico a favor de la legalización. Ya apunta a Estados Unidos. Pérez Molina, que prometió mano dura contra el crimen reconoce que el Estado no puede erradicar las drogas. Por eso, en vez de ir contra la corriente, propone una alternativa contra el estatus quo.


La vorágine de la violencia en México es insostenible en el esquema actual. ¿Cuánto más? La desesperación, el hartazgo, el temor y la amenaza de la vida tarde que temprano nos obligarán a otras alternativas. Ojalá no sea demasiado tarde.



26 de febrero 2012
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9119452

viernes, 24 de febrero de 2012

Consejo de la crónica

La semana pasada el Cabildo de Torreón aprobó la creación del Consejo de la Crónica. En principio me parece loable la iniciativa que tiene como propósito promover la memoria en su vertiente de crónica e historia. Nuestra ciudad, como otras del Norte, vive una profunda crisis de inseguridad, una decadencia de sus espacios públicos y relaciones, le urge retomar su identidad. En consecuencia, no sólo necesita fuerza y armas en las calles, sino memoria y divulgación de su historia. Necesita un redescubrimiento que mueva al orgullo y la identidad a sus ciudadanos. Sin duda la historia nos puede ayudar. Por eso, el esfuerzo en esa materia debe promoverse. El consejo quedó integrado por Sergio Antonio Corona Páez, Don José León Robles de la Torre, Rodolfo Esparza, Jesús Sotomayor Garza, María Saldaña, Oralia Esparza y Gildardo Contreras.

El principal promotor del Consejo ante el Cabildo y quien llevó el punto a la Comisión de Gobernación fue Rodolfo Esparza, director del Archivo Municipal. Sin embargo, lo que es plausible, se fue innecesariamente por una vía reprobable y que exhibe una lógica del engaño. Como si no fueran suficientes los agravios y las críticas de baja estofa a la persona y el trabajo del Cronista de la ciudad, el Dr. Corona Páez nunca fue informado de su inclusión en el Consejo, pero en cambio si se utilizó indebidamente su nombre. Es decir, fue invitado al Consejo, mas no lo enteraron, ni tampoco se buscó que así fuera.

Es reprobable la falta de cuidado por la formas. Hace tiempo que Don Jesús Reyes Heroles no es referente en eso de la forma y el fondo. 


El desprecio por las formas revela la naturaleza de los individuos


¿Por qué el director del Archivo Municipal, Rodolfo Esparza Cárdenas llevó a la Comisión Gobernación el nombre del Cronista sin su autorización previa? ¿Por qué utilizó su nombre indebidamente? ¿Por qué si recurrió a los medios para publicitar el Consejo, fue incapaz de notificar al Cronista? ¿No funciona su teléfono? ¿No sabe dónde encontrarlo? ¿Qué le impide o quién se lo manda? Con ese “cuidado” de las formas Esparza Cárdenas no sólo engañó a los regidores, sino al alcalde Eduardo Olmos Castro.

La manera engañosa como se manejó este funcionario, no sólo ensucia de antemano una causa noble como la promoción de la historia, sino que exhibe la calidad deshonrosa de su trabajo. No basta una disculpa de Esparza Cárdenas por utilizar sin autorización el nombre Corona Páez, por lo menos tiene que renunciar al cargo por simular actos públicos. Señor Esparza ¿sabía el alcalde que no notificó antes al Cronista de Torreón? ¿Por qué utilizó su nombre sin previo consentimiento? ¿Así acostumbra ejercer los cargos públicos, falseando datos, simulado notificaciones? A estas alturas, lo menos que necesita el alcalde Olmos Castro son funcionarios que opaquen aún más la administración. Es una pena.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Bozal para los candidatos




Terminó esta etapa de la campaña, ahora viene un largo y obligado silencio para los candidatos. Será hasta el 29 de marzo cuando arranquen con todo las campañas: espectaculares, spots, guerra sucia, despensas, volantes, pendones y todo aquello que al fin del proceso, será basura electoral. Mientras tanto los candidatos tendrán que callar porque la ley impone un absurdo bozal. Ante la confusión, los principales partidos han solicitado formalmente al IFE que les diga lo que pueden hacer y no durante el mes y medio que dura la restricción. Varios miembros de los partidos exhortaron al IFE a que se pronunciara por la “confusión”, “ambigüedad” y “lagunas” que deja ley en ese periodo de la campaña.

Algo de razón hay en esos señalamientos. Así en plena elección presidencial lo partidos y sus candidatos no pueden celebrar actos públicos, ni tampoco llamar ¡al voto! Con el bozal no pueden hacer propaganda basada en las plataformas electorales… sin duda es absurdo, pero así quedó la ley. En respuesta, varios consejeros del IFE salieron a explicar las reglas del juego e incluso, el árbitro emitió un desplegado en los periódicos con la finalidad de enumerar las reglas de las precampañas.

En el camino no han faltado las descalificaciones y los vituperios al IFE, prácticamente lo han culpado. Pero habría que recordar a los desmemoriados partidos que la inoperante ley electoral no la aprobó el IFE, sino los partidos mismos. Básicamente los partidos que ahora reclaman, fueron los autores de esa ley en 2007. La falta de claridad no es del IFE, sino de los partidos ahora la exigen. En realidad, detrás de la queja contra el árbitro, se quiere ocultar la esquizofrenia de los partidos. Ellos, y nadie más aprobaron el Cofipe que hoy rechazan. Al árbitro se podrán hacer otras críticas, pero descalificarlo por las reglas que no aprobó, es tanto como disparase en el pie.

Encuesta de febrero
La preferencia efectiva marcó 19 puntos a favor de Enrique Peña Nieto (48%) por encima de Josefina Vázquez Mota (con 29%). En tercer lugar Andrés Manuel López Obrador con 22% de las preferencias. Indudablemente esa tendencia va a cambiar de aquí a julio, pero abril será un mes crítico. Otros datos de la encuesta de Mitofsky: A pesar de lo amoroso que se ha puesto, López Obrador continúa como el candidato con más menciones negativas (31%). Y si piensan que Josefina por ser mujer es más votada por las mujeres, la tendencia es mayor para Peña Nieto por 14 puntos. A veces la creencia es más fuerte que lo real. 56% considera que el ganador será Peña Nieto. Sólo 23% cree que será Josefina y 13% considera a López Obrador. Los próximos meses los dos últimos candidatos tendrán que luchar contra las creencias y el primero se esforzará por mantenerla.

15 de febrero 2012
Milenio http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9113224

La verdad no es suficiente

Fuente de la imagen: http://www.revistapersona.com.ar

Más que lo real, importa lo que se tiene por verdadero. Pero no sólo se trata de un problema filosófico, sino claramente de una situación cotidiana. En otras palabras, pesa más el parecer que el ser. Así, la realidad se construye desde la percepción, no importa que tan lejos o distorsionada esté de la verdad. Platón abominó las opiniones, precisamente a falta de ideas, de pensamiento. La filosofía nos ayuda a pensar, a distinguir. De esa manera, una discusión clásica sobre la verdad puede parecer una pérdida de tiempo, una idea sin relación con la vida práctica. Sin embargo, la tradición es rica y larga: de Aristóteles a Kant, de Pascal a Wittgenstein.
Aunque la sociedad moderna promueve la universidad, la ciencia y el conocimiento, otros principios más fuertes suelen dominarla. La verdad no siempre es suficiente. Edgar Morin nos insiste una y otra vez que somos “homo sapiens”, pero no por eso dejamos de ser “homo” (es decir, animales). A pesar de la crítica demoledora al psicoanálisis, Freud no se equivocó al suponer que la sociedad se mueve entre Eros y Thanatos.

¿A qué viene todo esto? Hace unos días, una historia de amor trascendió las fronteras de lo privado a lo público. En medio, la terrible tragedia de tres jóvenes que fueron linchados por una turba en Huitzilzingo, Chalco. Cuando la verdad no basta, la opinión, el rumor o la especulación completan las explicaciones. No se diga más. El rumor de que los jóvenes José Manuel Mendoza, Raúl Aboytes y Luis Alberto Cárdenas eran criminales, alimentó una peculiar justicia: “¡mátenlos, son secuestradores!”. La multitud los golpeó y finalmente fueron quemados.


En algún sentido, el drama nos recuerda al Fuenteovejuna de Lope de Vega: ¿Quién mató a los “secuestradores”? Todo el pueblo, Señor… La policía local no pudo controlar a los más de 300 pobladores que tomaron la justicia en sus manos. El acto quedó consumado tras la “verdad” popular. Una fuente periodística rescata la visión del linchamiento: “Eran secuestradores, la autoridad no hace nada y por eso la gente se unió, porque estamos hartos: cómo es posible que haya 23 detenidos si los que deberían estar en la cárcel son los delincuentes”, expresa una mujer que al hablar manotea y alza la voz.
La Procuraduría del Estado de México aprehendió a una veintena de responsables acusados de asesinato y esclareció que los jóvenes no eran criminales y muchos menos secuestradores. La verdad había llegado muy tarde.


19 de febrero 2012
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9115442

Dilemas en el PAN

Este domingo los panistas de Coahuila tendrán un fin de semana decisivo, incluso más allá de la elección en puerta. Celebrarán su proceso interno a fin de decidir quiénes van de candidatos a senador y diputados. Al mismo tiempo quedará en claro si el grupo de Guillermo Anaya mantiene el control, o es desplazado por una nueva corriente.
La disputa no es poca, y por lo mismo, algunos conflictos se presentaron, entre ellos, la denuncia contra Luis Fernando Salazar por supuestos desvíos de recursos cuando fue delegado de la Sedesol en el estado. Tampoco me extrañaría. Muchos dicen que la ropa sucia se lava en casa, pero en realidad la disputa está en la naturaleza de los partidos mismos (al menos en las democracias). Y si el PAN quiere ganarse la confianza de los electores, tendrá que empezar por revisar su propia casa.

En los últimos años, a Acción Nacional en Coahuila no le ido bien en las elecciones, no sólo cultivaron divisiones y problemas internos, lo cual quitó capacidad al partido para competir; también han visto pasar varios “carros completos”. Si antes la presencia panista en el Congreso local mantenía diversas posiciones, ahora sencillamente es irrelevante. Aunque en el estado lo han perdido todo, todavía mantienen el poder en el gobierno federal. Los anayistas llegaron al poder, pero fueron incapaces de mantenerlo. Con el retorno de Jorge Zermeño o la incursión de Jesús Ramírez, es viable la renovación interna en el PAN. En este caso, la ruptura con el grupo dominante hace viable redirigir al PAN a competencias más consistentes.

Abordo un ejemplo: bajo los efectos negativos del “moreirazo” (entre otros municipales), en Torreón, los panistas tiene una buena probabilidad de triunfo en el Distrito VI. Por lo mismo, es tan deseado por los grupos. Marcelo Torres, regidor con licencia y posición de Anaya, puntea los votos internos, pero una coalición entre Luis Gurza y Rodolfo Walss podrían descarrilar esa candidatura. Sumados los votos de uno y otro, la competencia se empareja. Sin duda Walss, el aguerrido regidor que ha sido la piedra en el zapato de la administración de Eduardo Olmos, es más conocido y me parece que aseguraría el triunfo de su partido contra Norma González Córdova, una débil candidata del PRI.

Pero la candidatura de Walss está negada contra toda lógica por los anayistas. Prefieren perder la elección a fuera, que ver avanzar a su rival. El tercero en discordia es Luis Gurza. Un candidato intermedio que puede equilibrar la balanza en la disputa interna. De ese modo los panistas tienen ante sí el dilema de perder adentro, para ganar afuera. A veces hay que ceder si se quiere construir futuras victorias. Si al final se impone el interés particular sobre lógica general, el PAN alimentará por más años el “carro completo”.


17 de febrero 2012
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9114134

Fútbol y política

La relación se ha hecho una y otra vez. El fútbol, la política. La política, el fútbol. En el orden que se quiera, la liga es útil, pero sobre todo, entretenida para entender la contienda presidencial a resolverse julio. Al igual que el torneo de fútbol, las elecciones arrancan con expectativas, tendencias y candidatos. De última hora el Panal propuso a Gabriel Quadri. También los aficionados como los electores toman decisiones y apuestan por sus equipos o partidos. Los equipos técnicos seleccionan jugadores y estrategias a la largo del torneo. Cuando éstas no funcionan, se quedan en el camino, y en algunos casos, un viraje en sus juegos les favorece. El cambio es importante porque de otra manera no levantan ni el partido ni las elecciones.

Estamos en febrero y las mediciones públicas de Mitofsky, Buen Día y Laredo, por citar algunas, ya registran la tendencia. Sin novedad, Enrique Peña Nieto lleva la delantera de lo que parece apuntar una elección competida. Si bien el priista tiene en este momento los mejores números, todavía faltan algunos meses. Su prueba será la consistencia. Peña tiene a favor el primer lugar en las encuestas, pero sobre todo, que los electores creen de una manera abrumadora, 53%, que su partido será el ganador. En esa percepción, el PAN registra 23%. El PRD con 13.


Si la realidad se construye con la percepción, hay que observar la expectativa del campeonato. Guadalajara y América, ambos con 17%, generan la mayor expectativa de lograr la copa. Cruz Azul 9% y Pumas 8.7%. En octavo lugar, sólo 2.5% de los aficionados creen que el Santos será campeón. ¿Eso se quedará así? Desde luego el desempeño en los juegos lo dirá.
Al igual que en el balompié, importan por separado el equipo (es decir, la marca) y los jugadores (piensen en candidatos). Así, las aficiones también cuentan. Los equipos como los partidos influyen. Jalan o restan a los candidatos y viceversa. El tamaño de la afición sí importa. América registra la mayor afición, su peso es de 23 puntos. Le sigue Chivas con 21 y Cruz Azul con 12. Pumas, le digo a @letrasalaire, 11. La afición al Santos sólo 2.3%. La identidad partidista decreció en el PAN, y ahora registra 20 puntos en febrero. De acuerdo con Buen Día y Laredo, el PRI tiene 31% y el PRD sólo 11. Lo interesante, es que los votantes independientes superan a los partidos con 37%. Eso genera votantes infieles y cambiantes. No hay que perderlos de vista.


El equipo con más rechazo es el América, 43% de los aficionados declara su odio. Ese rechazo coincide en candidato y partido en el caso del PRD: 31% rechaza a López Obrador, y 32% a su partido. Sin embargo, los estudios muestran una tendencia relevante en el candidato de las izquierdas. El nivel de rechazo cayó en los últimos tres meses. Menos nueve en la encuesta de Mitofsky y diez en la de Buen Día y Laredo. Sin duda la campaña amorosa funciona.


En las preferencias nacionales, el Santos se desplomó como uno de los cinco equipos más populares. De 2009 a 2011 creció cada año hasta alcanzar 5.9 puntos. Pero en 2012 se bajó a 2.3, es decir, perdió 3.6 puntos. ¿Será porque es el equipo que llega a la final pero no gana? Pero a diferencia del fútbol, la contienda presidencial no acepta empates. Hagan sus apuestas.


22 de febrero 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9117141

lunes, 13 de febrero de 2012

Modelo de ciudad



¿Hacia dónde van las ciudades? ¿Dónde nos encontramos nosotros? En lo últimos 20 años Torreón creció hacia el oriente y el norte. La ciudad se densificó de manera extensiva. Con ello crecieron las distancias y los servicios públicos se encarecieron. Más que el estado, el rumbo de la ciudad lo marcaron las constructoras. También se encareció el transporte. Ese modelo de ciudad que ahora diríamos “el Torreón nuevo”, tiene en primer lugar al automóvil, en segundo al automóvil y en tercero al automóvil. Acaso en cuarto y quinto, a peatones y ciclistas. No hay más. Por lo mismo, las obras “necesarias” para ese modelo de ciudad son los puentes, las autopistas de varios carriles y la sincronización de los semáforos. Desde esa óptica, cuando alguna de esas obras falla, la ciudad no funciona. Ejemplo: se habla de un sin número de cruceros viales “tronados”. Pero la respuesta no es vialidades más anchas, sino opciones de transporte de alta densidad como el metrobús y las ciclovías.

No obstante, un buen indicador de la salud (o atrofia) de una ciudad lo tenemos en las banquetas. En el modelo actual las banquetas no son necesarias o parecen un estorbo. Basta con recorrer las zonas más nuevas de la ciudad para constatar que los ciudadanos se ven obligados a competir peligrosamente con los coches a falta de banquetas que los integre. La tendencia es la exclusión. Y conste que cuando hablamos de democracia, no hablamos solamente de votos y partidos.


Como población urbana, Torreón nació liberal desde su origen. La ciudad fue concebida como un proyecto empresarial, no había autoridades, y cuando al fin las hubo, éstas no tenían ni recursos ni capacidad para atender la creciente demanda urbana. El ingeniero Wulff trazó el plano de la futura ciudad en 1887, pero no había ahí plazas, ni alamedas. Sólo un conjunto cuadriculado, listo para el libre mercado. Con el tiempo la pequeña población se organizó; más con las aportaciones privadas y las instituciones espontáneas (para decirlo con Friedrich von Hayek), que con el gobierno y los recursos públicos. Eran tiempos tan escasos, que los primeros presidentes municipales ejercieron su cargo de manera honoraria.


Ante la necesidad de espacios de convivencia, se destinaron, ya sea por donación o bajo una venta simbólica, los terrenos que ahora ocupan la Alameda y la Plaza de Armas (antes “2 de abril”). Paulatinamente se construyó el primer cuadro (ahora llamado histórico) y fue hasta la década de los no tan maravillosos años veinte, cuando la ciudad vivió su primer esplendor estético. Pavimentación, alumbrado, construcción de monumentos y el primer bulevar de la ciudad en la avenida Morelos. No voy abundar en detalles, pero me centro en uno: las banquetas. Torreón todavía conserva espléndidas banquetas en el centro primitivo, algunas tienen la huella de la Willite Company. Esa ciudad que fue ejemplo y orgullo del porfiriato, guardó un lugar privilegiado para los ciudadanos al integrar amplias banquetas. Ahora sencillamente no existen o en el mejor de los casos, fueron achicadas tacañamente. ¡Un tercio de aquéllas!
¿En qué momento nos extraviamos? Muchas veces, los peatones caminan en el pavimento, no tanto por gusto, sino por la miseria de nuestras banquetas. El modelo no deja opciones. Pero sí, como afirma Enrique Peñalosa, una ciudad enferma.


En Torreón como en otras ciudades mexicanas, abundan los muros, los espacios de exclusión, la prioridad de los presupuestos públicos para una minoría de personas con auto. En el mediano plazo, el Fondo Metropolitano ya obliga a integrar alternativas más democráticas para las ciudades. Pero esa lucha por la equidad no es evidente. A propósito, Andrés Lajous escribió: “No es obvio que el gasto en infraestructura para bicicletas sea la mejor forma de gastar el dinero público”. ¡Y vaya que los es! No dudo que en el mediano plazo más banquetas y ciclovías puedan incluir a esos ciudadanos de cuarta y de quinta.



12 de febrero 2012 
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9111235

viernes, 10 de febrero de 2012

De inversiones y deudas


Esta semana coincidieron dos noticias que se entrecruzan. Por una parte, el anuncio que hizo el gobernador Rubén Moreira acerca del Programa de Inversión Pública para el presente año. Por otro, el resurgimiento de la deuda que arrastra el Estado y la posibilidad de aprehensión de algunos implicados, aunque nada se dice todavía, de Moreira I ¿Quién sabe si los tiempos electorales deparen una sorpresa? En esencia, ambos temas se corresponden por tratarse de los recursos públicos en Coahuila. 

El Programa de inversión prevé ejercer 5 mil 938 millones de pesos. A primera vista la cantidad parece enorme y un logro plausible en la entidad, pero en realidad, si la situamos en el conjunto presupuestal, la cifra es pequeña. Para entender el monto hay que conocer elresto de las cifras. Así, si lo comparamos con el gasto corriente que implica la existencia misma del gobierno estatal, se guarda un constante desbalance.  Nada más en el capítulo de servicios personales el Estado ejercerá más del doble de lo anunciado en obras por Moreira II, es decir, 12 mil 952 millones de pesos. Y si de pagar deuda se trata, no importa la corrupción de varios miles de millones, al fin se destinarán 4 mil 627 millones o quizá más al cierre del año. Con esas cifras, no sólo se mantiene una inequidad en el gasto público, sino que al final queda poco para los ciudadanos. En ese sentido, el Programa de inversión es una victoria pírrica. Algo similar sucede con otras entidades, y en pequeño, el ejemplo se repite desgraciadamente en los municipios. Mucho dinero para operar, pero muy poco para regresar a los ciudadanos en servicios, infraestructura e inversión social.

Irónicamente son los países ricos los que ahora padecen crisis en sus finanzas. Ya realizan recortes, despidos, aumento de impuestos, más años laborales y reducción del gasto corriente. En nuestro país la estabilidad financiera no ha servido para fortalecer el desarrollo, en cambio esa estabilidad ha permitido en palabras de Gabriel Zaid, el “progreso improductivo”.  De esa manera, aunque el dinero anunciado parezca mucho, en realidad es poco. Con razón decía un agraciado gobernador: “No era posible esperar 30 años”.


10 de febrero 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9110296 

martes, 7 de febrero de 2012

La legislatura que se va





Si hay un actor decisivo en el México actual, ese es el Congreso. Para bien o para mal ahí se toman las decisiones que marcan el rumbo del país: el presupuesto, los impuestos, las leyes, sus reformas, y sobre todo, el papel de contrapeso al poder Ejecutivo. Por lo general, cuando se piensa en el Congreso y los legisladores, se percibe una imagen negativa. Se ha vuelto un lugar común repetir la desconfianza que registran las encuestas.
Pero más allá de la percepción general, la necesidad de calificar al Congreso tiene que basarse en el desempeño del mismo y eso implica vigilancia. Integralia, la consultora dirigida por Luis Carlos Ugalde, ha publicado su segundo Reporte legislativo que abarca el periodo de septiembre a diciembre 2011. A través de un seguimiento sistemático a las actividades de los diputados y senadores, el informe aporta hallazgos significativos.


Anoto dos que nos conduce a la paradoja de la improductividad. Por un lado la Cámara de diputados es la que más miembros tiene, más iniciativas presenta, además de utilizar constantemente la tribuna para el debate. Sin embargo, en comparación al senado, con menos miembros, muestra un mejor desempeño al tratar y concluir más asuntos. El alto número de iniciativas presentadas refleja que muchos Legisladores las presentan con fines testimoniales y de promoción personal sin perseguir su aprobación. El resultado de ese activismo testimonial es que la mayor parte de las iniciativas presentadas jamás surten efecto y solo engrosan el archivo de iniciativas pendientes. De nueva cuenta ¿para qué tantos legisladores?


En ambas cámaras el PRI es el partido que más presenta iniciativas. No obstante, el partido que más utiliza el tiempo en la tribuna es el PT. El pequeño partido de índole patriarcal (Alberto Anaya por siempre), con tan sólo 13 diputados, tomó la palabra ¡894¡ es decir, el 30% del total.


El trabajo sustancial del Congreso se refleja en el pleno, pero sobre todo, en las comisiones. De acuerdo con Integralia, las comisiones son un auténtico cuello de botella: muchos asuntos, pocas respuestas. ¿A qué se debe tanto retraso? Una razón: muchos legisladores no se presentan a las comisiones. En promedio, sólo va 19 integrantes de 30. Además, seis sesiones se rompieron por falta de quórum. Ahí una buena razón para recortar el Congreso. La calidad no está en el número, sino en la eficiencia de los legisladores. El diputado más activo fue el petista Jaime Cárdenas, quien usó la tribuna 304 ocasiones, además de presentar 23 iniciativas. Otro caso llamativo fue el de Jorge Kahwagi del PANAL. Presentó 23 iniciativas, pero sólo participó en 14% de las votaciones. Una burla ¿Para qué nos sirve un diputado así? Para nada.


Los diputados más faltistas: Oscar Levín Coppel del PRI (que justificó problemas de salud); Kahwagi; y Juventino Castro del PRD. Los senadores más faltistas: Rosario Green (PRI), Eduardo Nava (PAN), Rosario Ibarra y Alberto Anaya, ambos del PT.
El Reporte es más amplio y conviene consultarlo porque ofrece elementos muy puntuales para la evaluación. Ya es hora que hagamos una buena reforma al Congreso. Quizá debamos preguntarles a los diputados eslovacos que en protesta por sus privilegios, se desnudaron.

Para los Pinos ya empezó la campaña


No importa como sea, pero que sea. Esa parece ser la consigna que anuncian las elecciones de julio. Para la presidencia de la República ya inició la campaña hacia afuera, aunque adentro, la elección interna del domingo podría complicar los planes para el candidato oficial. Por lo pronto alguna preocupación generó la noticia de que supuestamente la Procuraduría General va tras los últimos tres ex gobernadores de Tamaulipas. Viniendo de la PGR, esa información no puede ser tomada más que con desconfianza o en el mejor de los casos, con cautela.

El experimentado político y otrora gobernador, Manuel Cavazos Lerma, que es una blanca palomita o como dijera uno de sus compañeros, “un hombre intachable”, acusó al gobierno federal: "Es sospechoso y sintomático que en pleno proceso electoral de nuestro partido aparezca este tipo de informaciones, que tienen el aroma inocultable de la guerra sucia"
La supuesta alerta de la PGR filtrada a los medios, señala también a Tomás Yarrington y Eugenio Hernández. Pero la última vez que la Procuraduría denunció y encerró a más de una veintena de políticos, entre los que se encontraban varios presidentes municipales en Michoacán, la autoridad sólo hizo el ridículo. El llamado “Michoacanazo” inscribió el fracaso de una autoridad que señala, pero es incapaz de sostener la evidencia. En cambio, al que sí le probaron nexos con el crimen, se desapareció en presencia de sus propios agentes. Me refiero al diputado prófugo, Julio César Godoy, que fue avalado por ciertos legisladores, alguno de ellos ahora gobernador.

El uso electoral de la justicia ha resultado un fracaso desde los Pinos en tiempos de alternancia. Lo intentaron con el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, fracasaron escandalosamente en Michoacán y ahora ¿en verdad busca a los exgobernadores? Por lo pronto, no se les puede tomar en serio.   

Lo que sí es serio, es el manejo del dinero en el gobierno estatal de Veracruz, al mando de Javier Duarte. Ahí han encontrado una forma más eficaz que las transferencias electrónicas para pagar a los proveedores. El entonces responsable de las finanzas, Tomás Ruiz, ofreció un sencillo procedimiento si le “ganan las prisas”: empaquetar 25 millones de pesos, luego guardar en una maleta y volar ya tarde, para así evitar todo tráfico. Pero no piense mal porque llegaron a Toluca; tampoco suponga que ese dinero se envió para la campaña de Enrique Peña Nieto. No, nada de eso, todo va para organizar la fiesta de La Candelaria. ¿Alguien les cree?

2 de febrero 2012

El Estado laico y sus (mal)querientes

Conviene leer por estos días de protestas y rechazo a la reforma del artículo 24 constitucional, El estado laico y sus malquerientes de Carlos Monsiváis. En la historia, política y religión suelen llevar relaciones tortuosas. Otras, se funden y se confunden. Al respecto, todavía sobreviven estados teocráticos, algunos muy populares.
La reforma al artículo 24 la aprobaron la mayoría de los diputados, ahora toca el turno al senado. Pero hay quienes han visto en esa reforma una amenaza al Estado laico. 



Asociaciones civiles y religiosas, reconocidos académicos y figuras públicas se han sumado a las protestas, por considerar que se atenta contra el principio de laicidad. Incluso argumentan que se favorece exclusivamente a la iglesia católica en detrimento de otras religiones. De esa manera, en diferentes ciudades del país se han replicado las manifestaciones.

¿Pero realmente es así? ¿Qué dice el artículo original y qué dice ahora? Si comparamos los artículos, veremos que no hay gran diferencia entre el texto original de la Constitución de 1917 y la reforma actual. Lo que prevé la reforma es legalizar lo que de facto ya se practica (como las expresiones públicas con motivos religiosos). Hasta ahí nada que amenace remotamente el sacrosanto Estado laico. El espíritu liberal de la carta magna se mantiene. En ningún párrafo se da preferencia a una religión sobre otra.
Muy diferente la histórica Constitución de 1824. ¡Esa sí que fundía el estado con la religión! Aquella Constitución no sólo prefería una sola religión, sino prohibía cualquier competencia contra el monopolio católico. Cito textualmente: 



“La religión de la nación es la Católica Apostólica y Romana, es protegida por las leyes y se prohíbe cualquier otra”.

El extremo lo tuvimos en el siguiente siglo, cuando el gobierno de Plutarco Elías Calles impulsó reformas anticlericales. Cerró iglesias y se confrontó con el clero, en respuesta un sector de católicos se levantó en armas y el gobierno contestó la guerra. La Cristiada empezó hacia 1926 y se terminó oficialmente en 1929, aunque las vejaciones del estado no concluyeron ahí. Si bien ya no fue con las armas, el conflicto se volvió político por las restricciones del estado a las autoridades católicas e incluso a las iglesias cristianas. La tolerancia vino finalmente hasta al periodo del presidente Manuel Ávila Camacho. Entonces ya habían quedado las marcas.


En Torreón la Cristiada no se dio con las armas, pero sí llegó a suscitar otros grados de violencia. En 1926 el gobernador de Coahuila, Manuel Pérez Treviño alentó acciones anticlericales. Se expulsaron sacerdotes, el culto se suspendió y las misas se celebraron con discreción en las casas de los fieles. Para agosto de ese año hubo una manifestación de católicos, se habla de unos 800 en contra del gobierno por restringir el culto, no solamente católico, también se actuó contra las iglesias cristianas en la ciudad. El presidente municipal Nazario Ortiz Garza ordenó a la policía romper la manifestación con una bomba de agua. Eso dispersó a los manifestantes y luego los enardeció. El jefe de la policía casi pierde la vida, y nada más a balazos se controló a la turba. Hubo dos muertos y varios heridos. Tras el choque, la casa de Ortiz Garza fue resguarda por policías ante el temor de un asalto. Ese fue un caso, pero el conflicto de baja intensidad continuó hasta los años treinta.

A pesar de la difícil historia, el México contemporáneo ha ganado en tolerancia y sobre todo, en un sólido estado laico. Sin duda, la amenaza está en otra parte.



5 de febrero 2012
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9107429