martes, 27 de julio de 2010

La educación

Fuente: SEP
Los resultados del Examen Nacional para el otorgamiento de plazas a docentes en el periodo 2010-2011, ratifican lo que ya sabíamos: el paupérrimo, casi inoperante nivel de los maestros mexicanos. Las cifras son contundentes, aún y con el eufemismo del la propia Secretaría de Educación Pública, cuando nos dice en pocas palabras que están menos peor:

En comparación a los resultados 2009-2010, se incrementa la cantidad de docentes ubicados en “Aceptables” y se reduce a la mitad el porcentaje de los ubicados en “No aceptables”.

7 de cada 10 maestros aspirantes a plazas es sujeto a "nivelación académica". En otras palabras, no pasaron el examen, pero es lo que hay...

Que la información es confiable, no hay duda. Desde hace varios años, el gobierno a través de la SEP ha transparentado algunos procesos: la evaluación de alumnos, profesores, escuelas, estados y municipios. Acá estos resultados incluso, pueden ser desagregados por el nombre del aspirante o maestro que presentó el examen.

Sin embargo, por medio de relaciones como estas, podemos caracterizar el significado de la transparencia en México, donde suele confundirse con plenitud de cinismo.
A pesar de conocer la problemática con nombre y apellido, a pesar de la trasparencia, no hay un puente con la rendición de cuentas, la responsabilidad y los resultados.
Con facilidad escuchamos a políticos expresar que la educación es la respuesta al crimen y el narcotráfico, pero así, con esta oferta, las cosas no llegarán a buen rumbo.
Un desastre en el México Bicentenario.

sábado, 24 de julio de 2010

Economía de la violencia


Triste, decadente. Nos encontramos nuevamente ante la violencia. La de hoy supera a la de ayer y así sucesivamente. Al mismo tiempo hay conmoción, indignación, pero también silencio cómplice, incómodo. Si no hay límites es porque no hay referencias y desde hace tiempo que el sentido de autoridad se ha dispersado. Por eso, la degradación siempre puede ser mayor. Ante la exposición constante de la violencia, también sucede la indiferencia. Si las imágenes de la violencia y sus efectos son ya un lugar común, como argumenta Susan Sontag, tal saturación 

sólo nos incapacita un poco más para sentir, para que nos remuerda la conciencia”.

Al mismo tiempo el miedo inmoviliza, ahora pronunciado en forma de terror. Pesan las muertes, pero no tanto, porque al final continúa la promesa de la “coordinación”. En los últimos años se logró un presupuesto millonario para la Zona Metropolitana de La Laguna, pero todavía se insiste en pensar que cada municipio es una isla. En este sentido, una autoridad del nivel del Gobernador de Durango puede afirmar infortunadamente que la “contaminación” está en otro lado, en Torreón.

Ante lo inadmisible, se demandan más policías. Pero el supuesto derriba la esperanza inmediata. Más policías, en este caso la llegada de federales, hacen las veces de una añorada solución. Luego de varios años de estar inmersos en la “escalada de violencia”, el supuesto no se confirma, de la misma manera que Ciudad Juárez ha comprobado los escasos resultados. La multiplicación de las fuerzas policiacas o militares, no se traduce en una disminución de la violencia, como tampoco de los índices delictivos. Y para el caso, Torreón es un ejemplo. 

En otro siglo, Alexis Tocqueville admiraba los lazos de confianza y cooperación de los norteamericanos. Afirmaba que la confianza había hecho grande a esa nación. Por el contrario, en nuestra circunstancia, la confianza no parece ser un valor público, no sólo porque se ha roto, sino porque el tejido de la sociedad no lo puede sostener. No al menos en estas condiciones. Diego Gambetta, en su clásico texto sobre “La mafia siciliana y el negocio de la protección privada”, ha mostrado cómo la mafia refuerza la desconfianza al fomentar la delincuencia. En estas condiciones, el espacio público se estrecha y por lo tanto, las relaciones. De ahí el cambio de hábitos, costumbres, prácticas.

Las condiciones actuales, aunado a la política, no favorece sino la obtención de resultados similares, casi siempre al amparo de la impunidad. Nuestro deterioro no ha valido para que al fin la sociedad, reflejada en sus políticos, empuje otras condiciones, otros pactos. 

Pero si la vida humana no ha valido ¿entonces qué?  

Si el problema son los mercados, los territorios y la disputa por la alta rentabilidad de los productos, ¿cómo lo abordan otros países, qué políticas han seguido para llevar con éxito sus problemas? Esta semana el concejo municipal de Oakland, California, anunció la aprobación del cultivo, producción y comercialización de la marihuana a gran escala. El avance en la legalización del cannabis en California, afirman las autoridades, estaría en la recaudación de unos mil quinientos millones de dólares. Al respecto, conviene resaltar dos puntos: las autoridades municipales de ese país no discutían la violencia entre las bandas criminales en disputa por los mercados, por la sencilla razón de que ese aspecto no representa un problema que está fuera de control para la entidad; además, al controlar la producción estarían ejerciendo la venta y por lo tanto, la recaudación por los productos. Algo parecido a lo que sucede con el alcohol y el tabaco.

Otro caso interesante, recién abordado en The Wall Street Journal por Susana Ferreira (20-VII-2010), nos habla de Portugal y los diez años de experiencia con la liberalización de las drogas. En ese país, aprobaron en el año 2001 una política más liberal que la ejercida hasta entonces en Holanda.  Ferreira no dice: “Tras una década en pleno funcionamiento, la legislación ofrece un modelo real de cómo tratar un problema social y económico que se ha extendido por todo el mundo”. Este modelo busca ser aplicado por Noruega y Dinamarca a fin de reducir las tasas de muerte por consumo, los síntomas secundarios y la criminalidad.

Al abordar el problema de las drogas desde estrategias donde el estado controla, no directamente por vía de las armas, como fallidamente en México se ha intentado, sino a través de políticas rectoras y asistenciales, países como Portugal no han desaparecido en su totalidad la violencia o el crimen; pero sí lo han reducido sustancialmente a tal grado que no representa una amenaza para la sociedad y la estabilidad del Estado.

Un indicador establecido, a fin de hacer comparables las tasas de homicidios por cada 100 mil habitantes, lo encontramos en el Informe Mundial Sobre las Drogas 2010, realizado por la ONU. Mientras en Portugal la incidencia de homicidios es de 1.2; en Holanda 1; en México registra 11.6; Estados Unidos 5.2; Canadá 1.7; Colombia 38.8;  Guatemala 45; Honduras 60; Salvador 51; Brasil 22; Venezuela 52; Sudáfrica 36.5
Así los números, así la economía de la violencia.

El Siglo de Torreón, 24 de julio 2010
twitter.com/uncuadros

lunes, 19 de julio de 2010

Barbarie


¿Qué más se puede decir ante los asesinatos sucedidos nuevamente en Torreón? ¿A quién pedir cuentas si el Estado Mexicano está rebasado? 

Porque al final no se trata de un gobierno, sino del conjunto de gobiernos superados. ¿Podemos estar peor? Sin duda.

La barbarie en la madrugada del sábado supera la barbarie de ayer... y así sucesivamente. No hay límites para el deterioro, porque ni siquiera la vida es un límite.
¿Qué más esperar? ¿A quién recurrir? ¿Hasta dónde más va a llegar esta barbarie?

sábado, 17 de julio de 2010

Cambiar para no cambiar


Vuelvo sobre la alternancia y los diez años que este mes cumplió. ¿Qué tanto cambió el país, cuánto avanzó tras la llegada del panismo al poder? A inicios de semana en Reforma, Enrique Krauze planteaba con cierto optimismo el avance democrático tras la alternancia en el 2000. Para ello enumeró una serie de logros palpables que sería absurdo escatimar: “leyes e instituciones que merecen perdurar; elecciones presidenciales y legislativas limpias; división de poderes que ha limitado el tradicional poder de los presidentes; una Suprema Corte independiente; una Ley de Transparencia que ha limitado notablemente los casos de corrupción en el Gobierno Federal; plena libertad de expresión y una apreciable participación ciudadana en la vida pública”.

Sin embargo, a la distancia, el avance ha resultado profundamente insatisfactorio como lo constata nuevamente  la más reciente medición del Latinobarómetro: sólo 28% de los mexicanos está satisfecho con los resultados de la democracia (Informe, 2009). El PAN en su empeño de replicar al PRI, terminó “gobernado” igual o peor que en el pasado.  Se debilitó la presidencia, pero en cambio los gobernadores impulsaron con fuerza y muchos millones, el comportamiento del viejo régimen. 

A diez años, la figura de la autoridad también se ha deteriorado. Por ejemplo, el caso de la figura del Secretario de Gobernación resulta emblemático. La inestabilidad habida en Gobernación es ya equiparable a la del gobierno de Ernesto Zedillo. La salida ampliamente anunciada de Fernando Gómez Mont, abrió paso a Francisco Blake, que presentado en palabras del propio presidente Calderón, se “trata de un operador político leal, práctico y eficaz, cuyo perfil servirá también en la tarea de intensificar y dignificar la actividad política de mi Gobierno en esta segunda mitad de la Administración”.

Pero ¿cuál es esa idea de dignificación política de la que habla Calderón? Sin duda, la renuncia de Patricia Flores Elizondo, ex jefa de la Oficina de la Presidencia, ayuda a contestar esta pregunta. Flores Elizondo, quien su cercanía al poder le permitió repartir puestos públicos en beneficio familiar, supo plasmar el fracaso de alternancia (véase el apabullante número de Enfoque, 16 de mayo de 2010).
 
Resulta paradójico el sistema de premios y castigos con el que se dignifica la política. Por un lado el presidente Calderón agradeció el profesionalismo y la lealtad de Flores Elizondo, pero por otro le encarga a Gerardo Ruiz Mateos arreglar la Oficina: “La función del ingeniero Ruiz será coordinar a todas las áreas que integran la Oficina de la Presidencia. Le he instruido hacer una revisión puntual de la Oficina; rediseñar mecanismos que incrementen su eficacia y, en consecuencia, una reestructura indispensable de la misma para cumplir con sus objetivos en sus distintas facetas, tanto de comunicación, como de relaciones públicas, y seguimiento de los programas prioritarios de Gobierno” (Discurso, 14 de mayo de 2010).

A diferencia de otros ámbitos, en el caso de la política mexicana, las palabras de Calderón no son contradictorias, sino paradójicas, es decir: cambia para no cambiar. Por eso no resultaría incongruente premiar a Flores Elizondo con la embajada en Portugal. 
En realidad el “avance democrático” planteado por Krauze ha resulta menor e insuficiente porque al final la alternancia no logró ni intentó desmontar el viejo régimen. Otro historiador, Lorenzo Meyer ha expresado al respecto: el futuro es nuestro pasado. ¡Vaya forma de llegar al Bicentenario!

miércoles, 14 de julio de 2010

El rostro de Gómez Mont

Aquí unas fotos del martes y el miércoles publicadas en la Jornada donde el fugaz Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, evidencia su "renuncia" inminente. ¿Pesaron al fin las Alianzas?
 Fuente: La Jornada, 13 de julio, 2010


Fuente: La Jornada, 14 de julio, 2010




sábado, 10 de julio de 2010

Elecciones en vilo

Reedición insospechada

Bien dice el dicho: del plato a la boca se cae la sopa. Y algo similar podría suceder con la elección de gobernador en Durango celebrada el domingo pasado. Al cierre del Programa de Resultados Electorales Preliminares, la ventaja del candidato priista, Jorge Herrara Caldera era mínima. Un puñado de votos, poco más de 11 mil, lo separan de José Rosas Aispuro. Sin embargo, la historia no ha terminado ahí, porque si bien, el Instituto Electoral de Durango todavía no ha proclamado un ganador oficial, cada uno de los candidatos ya se autoproclamó.

Así, cada uno salió a las calles para demostrar apoyos multitudinarios, proclamar su victoria y de paso, lanzar acusaciones. Sin embargo, será hasta la semana que entra cuando el Instituto Electoral exponga los resultados oficiales. A partir de ahí, es posible conocer un ganador o por el contrario, veremos el inició de una impugnación que habría de resolverse en el Tribunal Federal. En dado caso, no sería la primera vez que una elección de gobernador es anulada. Antes la de Colima y Tabasco fueron anuladas por el Tribunal.

En este sentido, la elección quedó vergonzosamente manchada por el robo de urnas, actos violentos e irregularidades en algunas casillas de Gómez Palacio y Durango. Esto no quiere decir que toda la elección sucedió de esa forma, pero lamentablemente por una parte se suele tomar el resto. Al respecto, la Procuraduría Estatal en vez de generar certidumbre, sembró más dudas. Falta ver que las acusaciones que ha hecho en contra de varios perredistas, logren fundarse con claridad y solidez. Asimismo, las sospechas generadas por la aparición de material electoral en una camioneta oficial de la Procuraduría, causó malas señales y peores explicaciones de las autoridades responsables.

Por lo pronto, la incertidumbre, el vilo de las elecciones ha mostrado una cara inédita para el estado de Durango. Tradicionalmente el PRI ha mantenido una hegemonía insana para el estado y por lo mismo (salvo en el caso de los municipios), la alternancia política es inexistente, de la misma manera que la competencia electoral ha resultado simbólica. No obstante, el proceso que llevaron los duranguenses el pasado 4 de julio, rompió con la “normalidad” priísta. Para empezar, las encuestas no reflejaron la notable competencia electoral, lo cual amerita una discusión aparte; pero ni Gabinete de Comunicación Estratégica, Mitofsky, Marketing Político y Covarrubias y Asociados lograron detectar el voto de la Coalición. Entre 14 y 18 puntos de diferencia señalaban los estudios. Algo similar ocurrió en las elecciones de Veracruz e Hidalgo. Finalmente, la diferencia registrada a favor de Herrara Caldera fue tan sólo de 1.9%. ¡Vaya elección! que suponía “normalidad”; terminó envuelta en sorpresas, sustos y lecciones.

Para verlo en perspectiva recurramos a los distritos. Fue en los municipios donde se dio casi el triunfo del PRI, en particular La Laguna. Con la excepción de Cuencamé, Canatlán y el sexto distrito de Durango, el resto de la capital, más numerosa en electores, se lo llevó Rosas Aispuro.  En la anterior elección de gobernador, 2004, el PRI arrasó con todos los distritos, logrando una diferencia a favor de 104 mil 880 votos. Ahora aventaja con poco más de 11 mil ¿Dónde quedaron los 93 mil restantes?

Más que el PAN, fue la mano de Marcelo Ebrard y Manuel Camacho Solís la que metió al PAN-PRD a la pelea e impuso un nuevo récord electoral, sobre todo para los panistas. 
Por ahora la competencia estuvo pareja y la elección del domingo demostró que el PRI no es absoluto como suele añorar Beatriz Paredes.  De esta manera, las alianzas demostraron que sí le pueden ganar al PRI y que la competencia está de regreso.

En general, falta ver para qué quieren el poder los otros partidos de la alianza, porque si a 10 años de la alternancia en México, Gabino Cué en Oaxaca, Rafael Moreno Valle en Puebla y Mario López Valdés en Sinaloa, se empeñan en “avicentarse” (Sergio Aguayo Quezada, Reforma, 7-VII-10), los triunfos serán irrelevantes para la maltrecha democracia mexicana.

lunes, 5 de julio de 2010

La sonrisa de Amparán

Ayer recibí la noticia del fallecimiento de Paco Amparán. Como otras muertes, no lo podía creer.
Queda la huella de su obra como literato, la huella en sus alumnos, la puntual crítica y el apreciable debate que provocaba diariamente en sus columnas de El Siglo y GREM.
Hasta pronto Paco.

sábado, 3 de julio de 2010

Campañas

El domingo habrán de renovarse doce gubernaturas, de las cuales la tendencia apunta una clara ventaja a favor del PRI. Sin embargo, los comicios que sí están de pronóstico reservado serán los de Oaxaca, Puebla, Sinaloa y acaso Tlaxcala. Ya veremos en la semana, como concluye esta historia.

Antonieta Rivas Mercado


Mujer excepcional, cosmopolita, mecenas, Antonieta Rivas Mercado es considera como una de las primeras mujeres modernas del México posrevolucionario. Una de sus biógrafas, Fabienne Bradu, nos dice que Antonieta era una celebridad que a veces se suele confundir con el mito.
Nacida en 1900, en un hogar privilegiado de la ciudad de México, tuvo desde temprana edad una formación notable, donde adoptó rápidamente el francés y el inglés. Al mismo tiempo, creció en un ambiente destacado. Su padre, el arquitecto Antonio Rivas Mercado, quien dirigió la construcción de la famosa columna de la Independencia con motivo del Centenario, reunía en la mesa de su casa a artistas, intelectuales y políticos. Esas tertulias las animaría años después Antonieta con la vanguardia de la cultura en el país, entre ellos, el grupo de jóvenes conocidos como “Contemporáneos”.

Con el privilegio de su fortuna económica, pero sobre todo, con visión y sensibilidad, fungió como mecenas de poetas como Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Gilberto Owen. Incluso promovió la publicación del primer libro de Andrés Henestrosa: Los hombres que dispersó la danza. Pero no sólo auspició sus inquietudes artísticas, sino también financió publicaciones y representaciones teatrales de la vanguardia francesa, a través del Teatro Ulises. Asimismo, su interés por la música le llevó a costear e impulsar un patronato para formar la Orquesta Sinfónica Nacional, quien por eso entonces, fue dirigida por Carlos Chávez. Según una anécdota, en el debut de la Orquesta, los músicos, incluyendo al director Chávez, iban mal vestidos y con aspecto decrépito; para el siguiente concierto, Antonieta se había dado a la tarea de mandar a hacer los trajes de los músicos y el frac del director, pagando más de 10 mil pesos de su propia bolsa (Bradu, 2007).

En 1921, ya casada con Albert Blair, vinieron a vivir a San Pedro de las Colonias, debido a que su esposo, era administrador de las haciendas de la familia Madero. Los pocos meses que duró su estancia, fueron difíciles, a tal grado que un buen día escapó con su pequeño Donald Antonio a la ciudad de México. Casi nueve años después, en 1929, Antonieta regresa La Laguna apoyando la campaña presidencial del filósofo José Vasconcelos. En pleno mitin en la Plaza de Armas, hubo una balacera suscitada por la gente del candidato Pascual Ortiz Rubio, quien abanderó el recién creado Partido Nacional Revolucionario. Sin embargo, el trágico suceso que terminó con la vida de un simpatizante, no detuvo la campaña, que continuó su rumbo a San Pedro.
Con Vasconcelos

81 años después, esta brillante y melancólica mujer, regresa a La Laguna a través de la exposición “De puño y letra. Antonieta Rivas Mercado y su tiempo”. Se trata de una expo organizada por el Museo Arocena, y donde los visitantes tienen la oportunidad de apreciar objetos personales, textos, pinturas, fotografías e incluso un magnífico video. A través de este proyecto museográfico, en el cual tuve el honor de colaborar, los espectadores podrán conocer una interpretación alternativa a los mentados festejos del Bicentenario. Porque la obra misma de Antonieta buscó siempre ir más allá de lo establecido por el nacionalismo revolucionario o los cánones de la época.

En este sentido, no es casualidad que desde su corta existencia, el Museo Arocena es la institución cultural que ha marcado el liderazgo en la región. Su oferta al público así lo constata. Y para muestra, la espléndida presentación que ayer realizó Kathryn Blair sobre su libro “A la sombra del Ángel”; una historia novelada de Rivas Mercado.  En la novela, Blair nos vuelve a recordar  

uno de los sentidos de la historia: la comprensión, la reconciliación.

Por eso resulta conmovedor leer al final, el epílogo donde explica cómo la historia le permitió a Donald Blair, único hijo de Antonieta, reconciliarse con el pasado, reencontrarse con su madre. No dejen de visitar la muestra.