domingo, 31 de marzo de 2013

Crónica de la eternidad





Apasionante, fascinante, provocador. Esas palabras describen el nuevo libro del antropólogo francés, Christian Duverger: Crónica de la eternidad ¿Quién escribió la historia verdadera de la conquista de la Nueva España? (Taurus, 335 páginas). Durante años hemos visitado a Bernal Díaz del Castillo, el solado cronista que firmó la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, publicada en Madrid, 1632. Por supuesto, su crónica es sencillamente extraordinaria y ocupa un lugar “en el panteón de la literatura hispánica entre El Cid y Don Quijote”. Con esa fama, con esos siglos a cuestas, Bernal es incuestionable. ¿Inamovible? Duverger no se anda con rodeos y desenmascara la autoría de Bernal; más aún, devela al auténtico autor de la verdadera historia: Hernán Cortés.
El libro de Duverger es deslumbrante como una investigación detectivesca. Hay búsqueda de pistas, rastreo de personajes, confrontación de documentos, develación de falsos datos, documentos apócrifos, suplantación de identidades, incoherencias y contradicciones que llevan a esclarecer la autoría de la verdadera historia. Es una investigación crítica no sobre la obra, sino de la escritura de la obra. En otras palabras, cómo se escribió, desde dónde y sobre todo, la huellas que dejó el verdadero autor, Hernán Cortés. En muchos sentidos, es el historiador contra la historia. ¿Pero es posible ganar esa batalla? A diferencia de Bernal, Cortés sí dejó una profusa huella documental que le permite emprender la historiografía de la verdadera historia. Su victoria ya no está en el campo de batalla frente a los mexicas, sino en las letras que buscan las posteridad. Es el Cortés viejo que prepara su muerte.
Cito una pregunta que parece obvia: “¿Cómo logra Bernal, cincuenta años después de la conquista, recordar con tanta precisión los nombres, los rostros, los parentescos, los orígenes de esa tropa tan colorida?”. Más todavía, cómo logra Bernal conocer los detalles más personales, los aspectos más mínimos del mismo Cortés. ¿Ubicuidad acaso? ¿Acceso privilegiado a todos los archivos? Duverger nos advierte, ¡No nos engañemos! Bernal es un creador de dramaturgia. Al respecto, ya Alfonso Mendiola, había explorado el estilo romanesco de la crónica Bernal, pero nunca cuestionó la identidad de su autor. Por lo mismo, Crónica de la identidad es un reto, una provocación para cambiar lo que siempre habíamos creído, lo que sencillamente nos parece incuestionable. 
Tanto por los argumentos, como por la investigación crítica, Durverger evidencia en Bernal a un fantasma, un “prestanombres”, pero no para desvirtuar la historia, sino al historiador. Hay algo de borgiano en Crónica de la eternidad que nos recuerda a Pierre Menard como autor del Quijote. Irónico, hasta el retrato que han reimprimido una y otra vez del supuesto Bernal, no es más que la imagen de ¡Enrique IV! Pero a estas alturas, lo de menos es la Wikipedia, la enseñanza en las escuelas y las miles y miles de ediciones, porque la verdadera historia de Bernal (no de Cortés) ya recorrió varios siglos y todavía le espera la eternidad.
31 de marzo 2013

Regreso de la nota roja


Al menos unos días de calma, unos más. Tal vez en La Laguna estamos ante el regreso de la nota roja. Ya no la de cinco columnas, sino la pequeña y casi inadvertida nota de las últimas páginas: accidentes, riñas, percances… no más. Hay una aparente caída de la violencia. Ojalá sea una tendencia prolongada, y no un ciclo más de intermitente violencia. De ser así, nunca había extrañado tanto la nota roja como ahora.

22 de marzo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9175686

El arte de perdurar



Nada más frágil que la memoria, aun así, hay maneras de perdurar. Genialidad, originalidad, maestría o innovación encaminan al difícil arte. Otros, son recordados por una forma negativa. Nerón y la quema de Roma. Octavio Paz escribió que recordamos a los antiguos poetas, como Safo, por algunos fragmentos. En la literatura, es célebre la opinión de Jorge Luis Borges sobre Alfonso Reyes. Eran amigos y había admiración mutua: reconocimiento. Incluso Reyes llegó a pulir textos del argentino. Al respecto, es bien conocida la opinión del argentino: “Pienso en Reyes como el mejor estilista de la prosa española de este siglo; con él he aprendido mucho sobre simplicidad y manera directa de escribir”.

¿Pero por qué uno ha perdurado y el otro no? ¿Por qué regresamos a Borges y no ha Reyes? ¿Por qué Borges alcanzó la gloria literaria y Reyes no? ¿Por qué Reyes no es universalmente famoso? En un excelso ensayo, El arte de perdurar (Almadía, 2010, 159 páginas), Hugo Hiriart desentrama estas cuestiones sin miedo a lo irritante, el mal agüero y hasta el mal gusto de hablar de la trascendencia. De antemano, confieso mi admiración por Reyes, pero más todavía, mi magnetismo por el Borges. Uno no siente lo mismo ante una página del gran Reyes, que del excepcional ciego. ¿Por qué? Hiriart no tienen empacho en abordar la explicación: “La puerta de la fama es estrecha y nadie puede pasar por ella con sus obras completas”. Hiriart nos dice claramente: “Reyes no logró ese libro, ese acto de magia sintética que concentra el universo entero de un individuo único e irrepetible. Qué angustia, él que era el más dotado… el genio de Reyes, digámoslo de una vez, está desperdigado”.

En cambio, “Borges es como un orfebre que va engarzando sus joyas. Por eso sus escritos tienen que ser tan breves y tan llenadores. En él no hay desperdicio: todo tiene que ser igualmente llamativo y brillante. La prosa de Borges resulta de un uso prodigioso del detalle, el detalle acuñado en sentencias cortas y deslumbrantes”. El arte de perdurar no es nada más un asunto de sutileza cortesana, pero Borges, nos dice Hiriart, “no es, como Reyes, cortés y civilizado: Borges es arbitrario, iconoclasta e imperioso… Borges dominaba el arte de escandalizar.” Antes de incomodar, “Reyes no tuvo esta levadura de rareza, escándalo o melodrama. No es llamativo, su razonabilidad lo hace opaco a la fama. Es cierto, ante Reyes estamos con un gran escritor que admiramos y tenemos en nuestra biblioteca con sus obras completas, pero no por una obra en particular. Hiriart no se anda con rodeos: “Reyes tuvo maestría, pero no representatividad… tuvo muchas simpatías, demasiadas, y muy pocas diferencias singularizantes. Se pasó de civilizado y su figura se hizo borrosa”.

Borges consideraba los textos de Reyes como “meramente perfectos”. En cambio los de Borges, a decir Hiriart son extraños, nunca vistos, implican una nueva dimensión de las cosas: “de la repetición nace el adjetivo, hay temas y modos de decir claramente borgeanos. ¿Podemos decir que hay temas o modos de decir alfonsinos?”

Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9176291
29 de marzo 2013

Deuda dada, ni Dios la quita


Fuente: ASF, 2012


Literalmente, ya lo endeudado ni quien lo quita. El dicho aplica a la perfección a los estados y municipios del país que se han endeudado, algunos hasta el tope, haciendo inoperantes sus gobiernos. Se tratara del peor de los mundos para los ciudadanos, y del mejor para los políticos: las deudas carecen de responsables. Qué más da que el dinero público fuera saqueado y con el aval conveniente de los bancos; qué más da que las deudas no aumenten la inversión pública ni el valor social; qué más da, si las deudas se convirtieron en sinónimo de fraude institucionalizado.

En el México que por fortuna se nos fue, el problema de la deuda estaba en la federación. Ahí cada sexenio les daba por quebrar, pero esa costumbre institucional cambió a partir de la presidencia de Ernesto Zedillo. En el México democrático, el problema ya no es el gobierno nacional, sino los estados y los municipios. A vergüenza de los coahuilenses, el moreirazo quedó como paradigma de corrupción y deuda en los estados. Actualmente la deuda de los estados y municipios asciende a unos 400 mil millones (ASF, 2012). Y aunque no es un foco rojo, si está en amarillo por la carga que representa para las finanzas locales. Impunemente algunos deben más de lo que tienen.

Fuente: ASF, 2012


En estas circunstancias ¿qué protege a los ciudadanos? ¿cómo fijar límites a quienes comprometen el dinero de los contribuyentes? ¿Cómo defender a los ciudadanos ante deudas descomunales como en Coahuila, Nuevo León, Veracruz, Jalisco, Tamaulipas, Michoacán? (Nótese que el problema no es de partidos, sino de voracidad).    
Hace algunos días, el diputado federal priista Javier López Zavala, presentó una iniciativa de reforma para limitar la contratación de deuda en estados y municipios. La propuesta consiste en reformar los artículos 115 y 117 de la Constitución, es decir, los artículos donde se les puede amarrar las manos gobiernos estatales y municipales. El propósito de la reforma es recuperar en la legislación, la regla de oro de las finanzas: no gastar más de lo que se tiene; no endeudarse más de lo que se puede. 

De esa manera, la reforma propone limitar la deuda a un máximo, homologar los criterios de contratación, transparentar las condiciones e incluso, condicionar el endeudamiento sólo a la inversión pública. En pocas palabras, todo lo contrario de lo que ahora sucede. En el mismo sentido, la Auditoría Superior de la Federación promueve una reforma a la Ley general de deuda pública. Por su parte, el club de los gobernadores, la Conago, ya hablaron de cambios con la Secretaría de Hacienda. ¿Es el fin de la fiesta? Todavía no lo sabemos, pero regresar a los principios básicos de las finanzas, es un paso necesario para ordenar el desastre  y limitar los abusos. Entre tanto, deuda dada, ni Dios la quita.

Milenio 27 de marzo 2013

Elogio de los tacos






Dorados, al vapor, de canasta, con tortillas recién hechas, de maíz o de harina. Lo admito, me encantan los tacos. Una tentación cotidiana que no deseo suprimir. Tanto es el gusto que tenemos, que antes de pensar en banderas y cultos patrióticos, nuestra nacionalidad se identifica más por sus tacos, que por sus héroes. Así, nada más cotidiano que salir por unos. Pero cuidado, la búsqueda puede ser azarosa, también circunstancial. Con los tacos, la tentación siempre está al acecho. Hay lugares a donde siempre regresamos. Otros que preferimos olvidar. Pero todo este festejo de los tacos es con pretexto de un libro que recién me encontré en la librería del pacifista indú. Se trata de La Tacopedia, enciclopedia del taco (Trilce ediciones, 2012, 319 páginas). Sin caer en la aburrición de la historia tradicional, la Tacopedia es una delicia de lectura sobre los tacos. ¡Y el tema no es para menos! Además la edición de esta necesaria enciclopedia, es una auténtico elogio de los tacos. Hay historia, pero también mucho presente e incluso, dónde echarse un buen taco. 

Abundan recomendaciones, referencias de taqueros famosos y una sabrosa descripción de los más variados tacos. Están sus versiones carnívoras de res, puerco, pollo, borrego, pavo, pescado, pero también los hay exóticos como cocodrilo y pejelagarto. Por supuesto, no faltan en la feliz clasificación los tacos vegetarianos de papas, rajas (mis favoritos), huitlacoche, flor de calabaza, aguacate, nopales, frijoles, y agrego, para los tiempos de reliquia, esa contradicción de tacos de fideo. Para los gustos prehispánicos, también los hay de escamoles, chapulines, hormigas, gusano blanco y rojo de maguey.

En la Tacopedia hay de todo: historia, sociología, publicidad, gastronomía y hasta etnología del taco. Por ejemplo, se narra con íntima precisión la experiencia de Jaime Jasso, un taquero en bicicleta del área de Coyoacán. La especialidad de don Jaime son los tacos de canasta. Según cuenta: “Aquí está lleno de taqueros de canasta, pero para todos sale el sol. A los mexicanos estos tacos nos encantan. Me dicen mis clientes: ¿Por qué le echas tanto adictivo a tus tacos?”. De acuerdo con la Tacopedia, las tres virtudes de los tacos de canasta son: suavidad, ligereza y sazón.

Tan completa la Tacopedia, que se incluye a todas las primas del taco: enchiladas, quesadillas, tlayudas… y claro, se incluye un picante recetario de salsas, imprescindibles para toda auténtica taquiza. Hasta hay un día para celebrar el taco: 31 de marzo (desde de 1997). Un tema así, se acompaña de un diseño editorial notable para hacer adaptaciones y collages de los tacos, las taquerías y los taqueros. Un auténtico arte popular, que tiene su máxima expresión en el Distrito Federal Ahí cada esquina y cada rincón es la ocasión para la industria taquera. Y en el Norte ¿cómo andamos? Aunque no se abunda demasiado, valdría mencionar un pujante cluster de burritos y gorditas (la expresión es de un buen amigo). En fin, ya de tanto hablar de tacos hasta me dio hambre.

Milenio 24 de marzo 2013
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La crisis del PAN

Parkour por México...


Todos los partidos tienen sus crisis. Cuando están en el poder, es casi la felicidad. Cuando lo pierden, la soledad. Después de 12 años en los Pinos, el PAN vive la sacudida de perder el poder, pero sobre todo, el claro castigo de los votantes. Sin embargo la crisis que ahora vive el PAN, es casi natural al sistema de partidos. Hay bajas y altas, dimes y diretes, culpas y acusaciones, pero al fin, nada que no esté en la vida de los mismos partidos. No es el principio, ni tampoco el fin. El punto para los panistas es que la autocrítica lleve a la reinvención. ¿Pero la hay en Acción Nacional? Sin duda, aunque no es un grupo dominante. Al calderonismo no le bastó el tercer lugar, porque todavía disputa el control del partido. Tan falto de brújala después de las elecciones, que la dirigencia imitó al gobierno en su eslogan: Ciudadanos que movemos a México. ¿También harán parkour?

Con una visión crítica, Carlos Castillo, escribió desde dentro sobre la asamblea panista: “Quienes asistimos a la Asamblea de Acción Nacional pudimos constatar que las dirigencias del PAN (su presidente nacional, sus presidentes estatales, su Consejo Nacional y sus consejos estatales) fueron rechazadas por una militancia que, al exigir ser ella la que elija a sus autoridades de manera directa, lo que le dijo a esas dirigencias fue: no sirven, han decidido mal, han reaccionado mal, han sido integradas y electas con métodos excluyentes, injustos y en no pocas ocasiones fraudulentos, por lo que se decide transformar esos métodos para abrirlos al padrón entero”.

Para el PAN, el futuro inmediato es renovarse o aceptar por años la oposición. Ya no para ser una mala copia del PRI, sino como el mejor PAN de su tradición democrática. El expresidente de Acción Nacional, Luis Felipe Bravo Mena ha advertido recientemente que la crisis en el partido no ha tocado fondo: “En el frenesí del poder, algunos olvidaron que el poder era para servir y no un negocio o privilegio personal”. Durante la asamblea se planteó a los panistas una nueva reforma para “desterrar las prácticas corporativas”. Pero la mejor prueba de esos cambios internos, no está en el acuerdo interno entre los panistas, sino en aquellos que en las práctica acceden o puede acceder al poder. Pese a la crisis interna, todavía hay PAN para rato, aún y cuando en lo inmediato quede lejos el poder. El PAN careció de poder durante décadas, luego lo ejerció a lo largo de dos sexenios, y ahora tienen la obligación de renovarse si quiere ganarse otra vez la confianza de los ciudadanos. En largo plazo, esa prueba se dará en las elecciones intermedias para renovar la Cámara baja. Ahí veremos si los ciudadanos decidieron levantar el castigo a los panistas. Para entonces, ¿habrán aprendido la lección?

Milenio 22 de marzo 2013
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Pemex para nacionalistas


La próxima batalla reformista del gobierno será en Pemex y después, ¡a subir los impuestos! De esa manera veremos en dos frentes, de qué está hecho el Pacto por México. Por lo pronto ya en el PRD han mostrado desconfianza sobre la reforma en Pemex. Aunque, el antiguo líder moral del perredismo, Cuauhtémoc Cárdenas, se muestra favorable a los cambios.  Aun así, la mancuerna PRI-PAN es suficiente para sacar adelante la reforma energética que no solo se refiere a Pemex, sino al sector en general. 
A sus 75 años, la paraestatal no deja de ser una empresa mítica. Vista así, en el imaginario nacional la empresa de todos los mexicanos es: la gran industria nacional; la enorme riqueza nacional recuperada por Tata Cárdenas de las manos extranjeras; el gran patrimonio de México. Pero también, la otra parte de la empresa es: la fuente perenne de la corrupción; el paraíso de los sindicalistas; el barril sin fondo que infla artificialmente al gobierno. Por eso las descomunales deudas de los estados; el tiradero de millones en proyectos como la Estela de luz. Por eso el financiamiento desmedido a los partidos políticos…
Durante décadas, el suceso de la expropiación petrolera se convirtió en uno e los mitos fundadores del PRI, y en lo sucesivo del viejo sistema político mexicano y la historia nacional. Lázaro Cárdenas, el presidente que promovió la expropiación en 1938, se convirtió en uno de los héroes de bronce en México, y junto a Benito Juárez, en el presidente más aclamado entre los mexicanos. Vayamos al legado. En la mitología nacionalista se dice que “Pemex es de los mexicanos”, pero en realidad la empresa es de un pequeño grupo del sindicato que controla Carlos Romero Deschamps. 
También se dice que Pemex es patrimonio de México, aunque la riqueza petrolera no genere valor público para el país, sino un enorme desperdicio en subsidios, prebendas, recursos para el gasto corriente. Pemex, el pilar del desarrollo… para las campañas presidenciales. ¿Se acuerdan de los 1500 millones? Pero nada más hueco en el aniversario de la expropiación que decir que el petróleo es de los mexicanos, si ni siquiera la empresa acumula un fondo para el futuro o bono adquirible en el mercado de valores. Hacia el futuro, países como Chile, Brasil o Noruega están invirtiendo sus recursos no renovables. En cambio, el líder sindicalista puede regalar a su hijo un modesto auto, un Enzo Ferrari de 25 millones de pesos. En esas condiciones, hablar de la supuesta privatización es irrelevante, pues la empresa ya fue privatizada antes por un pequeño grupo que la usufructa. ¿Dónde quedó entonces la empresa de los mexicanos? Sin duda en el imaginario.
Pero nunca es suficiente con esta generosa empresa pública. En esa distorsión, tenemos que la paraestatal subsidia con unos 200 mil millones de pesos, el mayor programa social del país para mantener gasolinas baratas. Por supuesto, los recursos superan los programas destinados a los pobres, no obstante de la cruzada nacional contra el hambre.
A pesar de las diferencias políticas entre los partidos, no parece haber oposición significativa a la reforma. Vamos, hasta el líder petrolero mejor se acomodó a las órdenes del presidente. No vaya a ser como “La maestra”…
En mucho dependerá el alcance de la propuesta del ejecutivo, su impacto en las reglas del juego, la capacidad para fijar un rumbo eficiente. En pocas palabras: un depurar el nacionalismo.

domingo, 17 de marzo de 2013

¿Cuándo regresará la paz a La Laguna?


Atrapados en el laberinto de la violencia. Desalentados por la inoperancia de las autoridades, los laguneros no sólo están deprimidos, tampoco ven la luz al final del túnel. ¿Hay lugar para la esperanza? ¿Cuándo tendremos la paz? ¿O será que después cinco años de violencia ya no creemos en la posibilidad de la paz?
En los últimos meses, en particular, a partir de diciembre, el gobierno federal ha cambiado su atención hacia la región. Como zona metropolitana, somos la segunda más violenta del país. Sí, más que Juárez, pero todavía no como el horror de Acapulco. Varias acciones indican ese cambio del gobierno. El golpe en Gómez Palacio, la intervención de la Marina, el anuncio de 107 millones para prevención y la presencia de todo el gabinete federal de seguridad en Torreón, lo cual fue un hecho sin precedentes. Ya sólo falta la visita del presidente Peña Nieto. En el pasado inmediato, el Secretario de Gobernación hasta cancelaba de último momento. Hoy el trato y el tono es distinto. Previo a la visita de los secretarios de estado, el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, pidió que no lo malinterpreten, pero en La Laguna “hay tranquilidad” (Milenio Laguna 5-III-13). Tranquilidad sin duda, la que él tiene porque lo protege una multitud de guardaespaldas. Así, para Moreira II, lo peor ya pasó para la región. ¿Pero está bajando la violencia? ¿Será que febrero fue el mes con menos violencia desde 2010 como afirmó? Entonces ¿ya podemos hablar de una tendencia a la baja?
Si revisamos las cifras oficiales que maneja la propia autoridad estatal, el mes de febrero NO fue el menos violento desde 2010 en Coahuila. Sin duda, al séquito de asesores del gobierno no les cuadran las cifras, ni siquiera para entregarlas al gobernador. ¿Qué pensará el Dr. Homero Ramos Gloria? La supuesta baja de la violencia durante el mes de febrero registró 34 homicidios dolosos, de acuerdo al informe de la PGJE. Pero si vamos al registro histórico, durante el 2010, el mes que registró menos homicidios fue enero, con 13 homicidios (véase el SNSP). ¿Entonces, por qué mal informar? En muchas ocasiones a las autoridades no les basta con ser ineficientes, también informan mal. La profunda crisis que vive la región demanda por lo menos, información fidedigna, verificable, seria. Si ni siquiera hay esa condición, difícilmente tendremos un gobierno consistente. Pero dejemos de lado la mendacidad de febrero. 
Febrero 2013, ¿el menos violento desde 2010? Fuente: SNSP

¿Está bajando la violencia? Desde 2006 a 2012, cada año fue más violento que el otro en Coahuila, una buena parte de esa violencia se sucedió en Torreón con crecimientos siempre a la alza. Nada más en 2011 se registraron 663 homicidios dolosos en el estado. El 2012 cerró con ¡765! Para decirlo con todas sus palabras: AUMENTÓ. Sin embargo, de un mes a otro NO es posible establecer una tendencia, tal cual afirman alegremente las autoridades. Si acumulamos dos trimestres a la baja, sin duda estaríamos en una tendencia, pero esa situación no se ha cumplido como ya se empieza a observar en ciudad Juárez.
La tranquilidad en Coahuila... Elaboración propia con base a SNSP

Tiene razón el gobernador al recomendar hablar bien de La Laguna, de Torreón y de Coahuila. Pero también, no hablar de lo mal que estamos, no omite la violencia por desgracia. Por lo mismo, en vez de comunicar mal la información, las autoridades estatales tendrían que empezar hablar con la verdad. No ocultando datos, no tergiversando cifras, ni ofreciendo falsas esperanzas de tendencias que no es posible demostrar empíricamente. Qué más quisiera, pero una golondrina no hace verano. Pero hasta el subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob, Roberto Campa, afirmó para el caso nacional que "es pronto para hablar de tendencias".
Elaboración propia con base a SNSP

Si de las autoridades no puede venir la esperanza, en La Laguna han emergido en los últimos años, grupos ciudadanos que están trabajando por mejorar su comunidad. Héroes anónimos que poco a poco nos dejan entrever una Laguna distinta, una Laguna llamada a construir nuevamente la paz. Sin duda, desde ahí viene la mayor esperanza.

17 de marzo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9175205

#HabemusPapam


Significativo para el futuro de la Iglesia católica, la elección de Jorge Mario Bergoglio como Papa. Jesuita y latinoamericano, también es significativo el nombre en alusión a San Francisco. Inevitable no percibir la sonrisa en su rostro.

100 días @EPN



100 días del gobierno a cargo de Enrique Peña Nieto. El número es simbólico de lo que puede venir el resto del sexenio y ya varias acciones han marcado el carácter del nuevo gobierno. Se podrá estar de acuerdo o no, pero en principio, los 100 de días del gobierno actual no nos dejan indiferentes. Hay claramente una opinión al respecto. Si bien los proyectos de largo plazo no los podemos medir, sí tenemos en cambio una serie de acciones emprendidas que nos dejan en claro dos cosas: uno, que tenemos presidente; dos; que hay un acuerdo entre las principales fuerzas políticas capaz de sumar en temas estratégicos para el país. Después de los primeros 100 ya no podemos subestimar a Peña Nieto, ni mucho menos quedarnos con el cliché del mexiquense. Ha demostrado pragmatismo y eficiencia, dos ingredientes esenciales para una política exitosa.

Mucho se ha comentado de la espectacularidad, el efectismo y la imagen proyectada por el gobierno nacional. También se han criticado los golpes político-mediáticos, sin embargo, todo gobierno que busque un lugar entre los ciudadanos (el inevitable punto de la legitimidad), no sólo tiene que ser, sino parecer. En esa lógica, durante los primeros 100 días, el gobierno federal ha logrado entusiasmar a la opinión pública, y mandar el mensaje de que hay Estado. Nada más desalentador para la ciudadanía durante el pasado sexenio que aprobar por un lado el combate al crimen, y por otro asumir, que los criminales le van ganando al Estado. Por lo mismo, no basta ahora con haber sacado de la comunicación oficial el problema de la violencia, los muertos y la inseguridad. El problema sigue ahí, no desaparece aunque se omita. Para convencer a los ciudadanos, sobre todo, a los que viven en las ciudades más afectadas, tendrán que dar resultados visibles y duraderos. Urge y es una obligación, pero ahí los cambios difícilmente los podremos ver en 100 días. Serán varios años, o hasta el sexenio completo.

Sin pretender agotar el análisis, la otra gran vertiente está en el Pacto por México. Hasta ahora, es un alentador acuerdo político con acuerdo casi inmediatos. Van dos de dos. Me refiero a la reforma a la educación y las telecomunicaciones. Pero todavía vienen otras batallas impopulares como el IVA y Pemex. Sólo entonces sabremos si el Pacto da para más.

Igualmente, para el largo plazo está la cruzada nacional contra el hambre, que si no logra empatarse con políticas hacendarias y económicas, el programa no pasará de ser un instrumento asistencialista y peor aún, una maquinaria electoral. Tal vez sea la esperanza o el optimismo de los primeros días, pero este gobierno parece traer más sustancia para el Estado y el país. Con la salvedad, con la razonable duda, de que corrupción, casi innata al PRI, no gane.

15 de marzo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9175065

El regreso del Estado


Escuché con atención los discursos sobre la iniciativa de reforma en telecomunicaciones. Había un aire de optimismo, de nuevos vientos. Las principales fuerzas políticas estaban ahí celebrando la firma que antecede a la reforma de un sector dominado vorazmente por tres empresas. El presidente Enrique Peña Nieto no se cansó de felicitarlos. En el mismo tono triunfalista los representantes del PAN, PRI y PRD coincidieron en que la futura reforma se trata de un acuerdo “histórico”, sin precedentes. Aunque en lo personal prefiero ser desconfiado, en vez de triunfalista sobre el acuerdo, tampoco deberíamos olvidar de dónde venimos. 

Resumo rápidamente. Una clase política extorsionada por los monopolios (¿Se acuerdan del borrado ex senador Santiago Creel?). Unos candidatos a la presidencia de la República en 2006, amedrentados, en particular Roberto Madrazo del PRI y Felipe Calderón del PAN, que prefirieron callarse sobre la llamada “Ley Televisa”, antes que ser borrados de la televisión. Ante la arbitrariedad, un grupo de senadores interpusieron una controversia constitucional en la Suprema Corte de Justicia. En un momento de lucidez, la Corte derogó la ley, sin embargo, nos quedamos igual, para festín de las televisoras. 

Siete años después las cosas parecen diferentes, y hasta el presidente insiste una y otra vez en las bondades de la competencia. Para Slim fue el silencio, aunque con ese nivel de riqueza, los cambios le han de parecer insignificantes. Por las mismas Ricardo Salinas Pliego. A Emilio Azcárraga no le quedó más que dar la bienvenida a la competencia.

Así como está en papel, la iniciativa inscrita en el Pacto por México, es ambiciosa y positiva. Desde luego falta ver su aplicación, y sobre todo, si las anunciadas ventajas para los consumidores se podrán palpar pronto. En los últimos meses, el nuevo gobierno ha atendido a los símbolos y la espectacularidad. La impresión es que hay acuerdo político, y se ha afirmado. La impresión es que tenemos Estado, y se hace notar. Para el presidente Peña la iniciativa en telecomunicaciones “reafirma la soberanía democrática del Estado mexicano”. ¿Estaremos ante un nuevo comienzo? Extraigo algunas visiones en el poder. El coordinador de la bancada del PAN, Alberto Villarreal, afirmó: “Estamos en un acto sin precedente en la vida de la República y en la vida política de México”. Para César Camacho, presidente nacional del PRI, la iniciativa es “reivindicatoria, porque recupera la rectoría del Estado en la prestación de un servicio público de interés general; e histórica, porque la materia nunca había sido regulada con tal hondura y por la auténtica revolución que va a provocar”.
En tono similar, Gustavo Madero, presidente del PAN, expuso que la iniciativa “será un parteaguas. Es un antes y es un después”. El líder del PRD, Jesús Zambrano, afirmó que se trata de “una profunda reforma que significará una verdadera revolución en el campo de las telecomunicaciones y que relanzará el desarrollo integral de nuestro país”.

Como si fuera otro país, de pronto, los principales líderes políticos están de acuerdo y repiten en recuperar la soberanía del Estado. ¿Estamos ante el regreso del Estado? Todo parece indicar que sí. Para un país con una inconfesada vocación monárquica, más que hombres fuertes, urge un Estado fuerte. No autoritario como en el pasado, ni débil como en los años panistas, pero sí con instituciones sólidas, consistentes para sustentar el futuro. El Pacto por México parece ser una vía para concretarlo.

13 de marzo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9174844

¿A quién le importa el patrimonio histórico de Torreón?

Con frecuencia escucho decir que Torreón, por ser una ciudad joven, tiene poca historia. Sobre todo, cuando nos comparamos con ciudades coloniales como Zacatecas, Guanajuato, México, Durango y tantas más. Pero el hecho de que Torreón sea una ciudad moderna, que a penas en 1850 era un rancho agrícola, no significa que tenga poca historia o que sea menos en relación a otras ciudades. Simplemente es diferente y cada una tiene sus historias y particularidades. Pienso que desde ahí tenemos que valorar y reconocer nuestra propia historia. Una forma de hacerlo es a través del patrimonio histórico, en particular, las huellas materiales que tenemos en edificios, casas y construcciones que guardan un insospechado valor. Algunas notables como el Casino, el Arocena o el Hotel Salvador (tristemente en abandono). Otras fincas menos conocidas, y sin embargo, sumamente valiosas. Será mucho o poco, pero es lo que tenemos y como tal, debemos conservarlo. ¿A alguien le importa?

Hago una pausa: la conservación está relacionada con el conocimiento, el orgullo y el amor. Hace años, cuando viví en Guanajuato, me sorprendió la apropiación que los locales tienen de su historia a partir de los edificios históricos. Lo saben y están orgullosos de su patrimonio. En ese reconocimiento hay un gran valor público que conlleva el amor por lo propio; a la conservación del patrimonio material.

En los últimos meses he atestiguado la destrucción de cuatro inmuebles históricos en Torreón, incluso con el aval de la autoridad. Algunos de manufactura centenaria, ejemplares de tabique sólidamente estructurado. En la simplicidad de esos edificios recién destruidos, había un manejo estético del ladrillo. Podría decirse que esas piezas no eran extraordinarias ni valiosas, sino simples casas viejas destinadas a la ruina. A pesar de la incuria, ese patrimonio registra nuestra historia. Es lo que tenemos y representa la primera época del Torreón moderno entre 1880-1910
Arquitectura centenaria

Destrucción con el aval de las autoridades. 


Al paso que vamos, no me extrañaría que un día el cuadro histórico lo podamos ver sólo en una fotografía. No obstante, tenemos todavía un buen número de ejemplares dignos de conservación, pero necesitamos antes saber por qué son valiosos. Sin la difusión de ese conocimiento no hay orgullo, amor y conservación. A cambio abunda el desprecio, la ignorancia y una identidad difusa. Como historiador he colaborado en la preservación de esa memoria. Un caso paradigmático, es la conservación del edificio Arocena, el cual documentamos para International Council on Monuments and Sites (ICOMOS). También en otros espacios he registrado la destrucción de la memoria arquitectónica de la ciudad. Nuevamente, ¿a alguien le importa?
Ocampo y Leona Vicario, nueva destrucción. 



En los paseos sabatinos de Ruedas del desierto he tenido la dicha de recorrer el centro y redescubrir nuestra historia en edificios, casas, estilos arquitectónicos y rutas memorables. Con cierta esperanza hemos sembrado conocimiento, orgullo y amor por la ciudad. Estoy convencido que un aspecto esencial para la reconstrucción de la ciudad y su ánimo colectivo, tiene que partir de la historia. Ojalá no sea muy tarde.

Guardián de las palabras


Nadie duda del poder de las palabras. Podemos construir o derrumbar con las mismas. Pueden ser tan ligeras por triviales, o tan pesadas por su significado. Eso sí, depende de cómo las digamos, con qué fuerza, con qué intención. Hasta decimos que con “cierto tono”. En ocasiones, las palabras son materialmente vida, en otras muerte. Nombramos y entonces la representación cobra sentido. “Óyeme con los ojos” escribió Sor Juana en un precioso poema. En su famoso Tractatus, Ludwig Wittgenstein argumentó: “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. Como lenguaje, las palabras evidencian nuestro mundo personal, pero también son, nuestro intento por representarlo. ¡Y vaya que los límites se notan!

En una pugna por las palabras, la Suprema Corte de Justicia de la Nación acaba de emitir un fallo insólito. Todo comenzó con una pelea entre periodistas que recurrieron al insulto y las acusaciones como argumento. El pleito terminó en los tribunales y a su vez llegó hasta la máxima autoridad judicial. Como resultado, la Suprema Corte decidió que las palabras “maricón” y “puñal” en notas periodísticas, no están protegidas por la libertad de expresión, y por lo tanto, al utilizarlas en dichos medios, son causa de demanda por daño moral. De acuerdo con el polémico fallo de la Corte, se trata de expresiones homofóbicas que llaman a la discriminación. Con tres votos a favor y dos en contra, la Corte se acaba de erigir como guardián de las palabras. 

Al paso que va, es posible que hasta se convierta en un brazo judicial de la Real Academia de la Lengua Española. Pero el argumento de la Corte va más en el sentido de lo políticamente correcto, que de la libertad de expresión garantizada en la constitución. Es cierto, nada garantiza que esa libertad se use con prudencia, o con tolerancia, sin embargo, tampoco, el fallo de la Suprema Corte garantiza el uso o la restricción de los insultos o las descalificaciones. Tan absurdo como suponer un policía detrás de cada ciudadano. En dado caso, son las personas y las sociedades las que instituyen el uso, y no las autoridades judiciales. Aunque por supuesto, nunca falta quien aspira a un Big brother orwelliano.

Pero no pensemos solamente en dos palabras referidas al sexo, sino en muchas más que también insultan, degradan, llaman al odio. ¿Esas palabras también las restringirá la Corte? ¿Por qué prohibir unas y no otras? ¿Habrán de publicar un diccionario de la pureza, de lo políticamente correcto?
Hace unos días el historiador Enrique Krauze tuiteó con razón: “Sólo para troles: en mis textos -acertados o no- jamás encontrarán calumnias ni insultos. Mucho menos deseos de muerte contra nadie”. Si algo abunda en las redes sociales o en los comentarios virtuales en los medios, es el insulto, la descalificación, el odio como argumento. Pero también, las redes sociales y los medios han abierto espacios de comunicación, lazos y hasta formas de solidaridad. ¿Tendríamos que prohibir las palabras por los evidentes abusos? ¿Cómo le haríamos después en un estadio de fútbol o en la lucha libre?

No cuestiono que las dos palabras sancionadas por la Corte sean discriminatorias. Cuestiono sí, la imposibilidad de restringir cualquier cantidad de palabras para la discriminación y el odio. Es, para fines prácticos, un contrasentido constitucional. Un régimen de excepciones al que sólo le falta un Instituto Correctivo de la Moral Pública (ICMP). ¿Quién habrá de administrar ese laberinto?

8 de marzo 2013 
http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9174411

Morir en el poder (Hugo Chávez)



El 5 de marzo murió Hugo Chávez después de una larga incertidumbre y agonía. Su permanencia en el poder no fue limitada por los votos ni la democracia, sino por el cáncer.

Agárrese, vienen más impuestos

Olvídense de “La maestra”, lo que viene son más impuestos. Para nadie es un secreto la debilidad de las finanzas públicas en México. En esencia el gobierno mexicano, ese actor tan odiado a la hora hablar de impuestos, depende de los contribuyentes, y también de los ingresos que obtiene de Pemex. Durante años, esa fórmula generó distorsiones que ahora se consideran derechos: desperdicio de recursos públicos, prebendas a sindicatos, miles de millones a los partidos, y para acabar pronto, el costo de la corrupción.

Al mismo tiempo, los petrodólares inflaron de manera artificial al gobierno, incluso, por encima de su capacidad real de pago. En consecuencia, tenemos un estado obeso que se traduce, entre otras razones, en comisiones inútiles, instituciones ineficientes e insuficientes, gobiernos que generan poco o nulo valor social. Ahí están los municipios como un barril sin fondo. No se diga de los gobiernos estatales… Súmele también una base de contribuyentes que por sí sola, no podría sustentar el tamaño del Estado que tenemos. En esas circunstancias, y después de tantos años de estancamiento, el nuevo gobierno está decidido a trabajar en un reforma fiscal. La noticia es positiva, pero impopular. Retrocedamos un poco la película para evitar sorpresas. Washington,  Centro Woodrow Wilson, febrero de 2011. La mano derecha del entonces gobernador Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray insiste en una conferencia: “el año clave para que México concrete reformas económicas y políticas relevantes será 2013”.

Hoy el proyecto se va amalgamando y por eso el domingo tres de marzo, en la asamblea nacional, el PRI aprobó reformas a sus estatutos para incluir temas como gravar con IVA medicinas y alimentos; mayor apertura y modernización de Pemex. Puntos, hasta antes del elbazo, tabú en el PRI. Previo está el Pacto por México que demanda, si no se quiere quedar en el discurso, recursos de una reforma fiscal. En esa política, también continuará el aumento a las gasolinas porque en el modelo actual, los subsidios son insostenibles. ¿Cuánto más? Hasta llegar a precios internacionales. Mejor ir preparándose.

De esa manera, no hay duda de quien manda en el PRI. Tras la vigésima primera asamblea, los priistas lograron un conceso por unanimidad. Por unanimidad eliminaron candados “obsoletos y dogmas” del programa de acción, estatutos y principios. También eliminaron la frase, “el PRI defenderá la economía popular y no aceptará el IVA en alimentos y medicinas”. Luego de la aprobación, entró Enrique Peña Nieto triunfante al auditorio.

Logrado el consenso entre los priistas, este año podría concretarse la reforma fiscal (con el subsecuente aumento de impuestos) y la reforma en Pemex. Sin embargo, la detención de una intocable como La maestra, parece poco cuando se trata de aumentar impuestos y extraer más recursos de los contribuyentes. Faltan entonces otros influyentes, otros impunes en el gobierno y los partidos, pero también poderes en la iniciativa privada. Hasta entonces, el gordillazo sólo será un caso solitario.

6 de marzo 2013
http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9174211