jueves, 15 de agosto de 2013

Torreón, destruir la historia

Obra para autos, no peatones. 

Sistema vial Alianza


Peatones, ciudadanos de segunda

En vez de un cruce seguro y señalizado, un inseguro puente peatonal. 

Despacho de Federico Wulff y Hielera. 

Nuevo paisaje urbano

Paisaje urbano histórico










domingo, 11 de agosto de 2013

José G. Moreno de Alba (1940-2013)

1940-2013

México mágico


México es mágico. Nunca nos deja de sorprender. Ya sea por colores, lugares o expresiones, siempre hay espacio para el asombro y la diferencia. ¡Como México no hay dos! Su geografía es tan rica como su gastronomía. Decimos que en costumbres y cultura somos casi excepcionales. Nuestra literatura, dada a lo fantástico, nos refleja. Un repaso reciente a nuestras costumbres también dibuja de cuerpo entero la magia que se vive en el país.
31 de julio 2013. El juez 13 de Distrito de Procesos Penales Federales, Carlos López Cruz exoneró del cargo de enriquecimiento ilícito a Raúl Salinas de Gortari, después de consabido “usted disculpe”. Al final, la competente justicia nada le probó al acusado que se le encerró por corrupción, asesinato y otras virtudes del México mágico. El ahora hermano cómodo y célebre miembro de la Cosa nuestra está de regreso. ¿Qué andará tramando? ¿Ya le habrá escrito a Zedillo? Tras su triunfo sobre la justicia mexicana, varios exgobernadores del PRI, PAN y PRD marcaron inmediatamente a Raúl para solicitarle el elíxir de la impunidad. Ya duermen tranquilos con su valioso consejo. Al paso que vamos, el gobierno de Enrique Peña Nieto debería de integrarlo como un gran asesor en fondos de inversión extranjeros y limpieza de reputación. En una de esas, la imagen de México mejora.
8 de agosto de 2013. Es liberado Rafael Caro Quintero, pionero de la industria narca a gran escala. Héroe de los años ochenta del siglo pasado, además de legendario hombre de negocios. Libró la justicia gracias a los buenos oficios de sus abogados y a la ineptitud del Estado mexicano. Durante los años idos de la infancia, escuché en varias ocasiones que el agricultor de Badiraguato pagaría la deuda del país con el gobierno gringo, a cambio de dejarlo trabajar. Mito o no, el hombre trabajó a sus anchas como un búfalo. A diferencia del Chapo que salió por la puerta grande, Caro Quintero hizo un largo trámite burocrático para alcanzar la libertad. Al fin, es de la vieja guardia. Del otro lado del río, donde todavía pagan una hipócrita y costosa lucha contra las drogas, la noticia causó indignación de oficio. ¿Qué otra cosa podrían decir si la legalización de la cannabis ya está en marcha? Un burócrata del Departamento de justica, Peter Carr, dijo que su gobierno, y en particular la DEA, están “profundamente decepcionado con el resultado” de la liberación. Pero si son sensatos, Caro Quintero podría asesorar la producción y control de la drogas en el voraz mercado gringo.
La liberación de ambos hombres nos dice que el México mágico está más vigente que nunca. Humberto Moreira, el vivo gobernador de la deuda y el megafraude, debería presentarse el próximo año como candidato a diputado local en Coahuila. El generoso electorado lo perdonaría. Armando Reynoso Femat sería un candidato digno para dirigir el IFAI y ya entrados en materia, habría estatuas e importantes avenidas en honor al padre Marcial Maciel. Por supuesto que no lo hemos visto todo, todavía falta más. ¡Siempre hay más! México lindo y querido, si muero lejos de ti… 
11 de agosto 2013

Nos han fallado


La naturaleza del poder no cambia mucho ni tampoco sus aspiraciones. Cambian sí los actores y las circunstancias. Las intrigas, el golpeteo y la cortesía acompañan todo el tiempo. Se puede jugar todo por conseguirlo, y también se suele perder todo cuando no se tiene. Hay una larga literatura que ha descrito las glorias y desgracias. A base de historias, los ejemplos y las comparaciones sobran. Al fin, es también la naturaleza humana.

Algunos hombres de poder suscitan admiración, pero otros, desprecio. Quizá sean los más. No me asombra quien ejerce el poder; es lo que se espera. Asombra quien habiéndolo conseguido, no lo asume ni por asomo. El caso contrario es el poder que desborda. Alguna vez uno, en nuestras modestas tierras, afirmó encontrarse en “la plenitud del pinche poder”. Dicho en otras palabras, en la impunidad absoluta. Pero dadas las condiciones en México, más que democracia, abunda la cleptocracia. En un entorno así, lo relevante es llegar al poder, aunque su ejercicio no pase más allá de los beneficios privados. Es el poder público al servicio de los bienes privados: la república inútil.
Un gran sociólogo alemán caracterizó esos gobiernos como patrimonialistas. En sus vertientes, hay un cierto gobierno notable en el México de nuestros días. Es el de los aspirantes al poder que se conforman con llegar. Ya no preocupa tanto ejercerlo, darle contenido, sino puro usufructo de los bienes públicos. Responsabilidad y resultados salen sobrando. Tampoco extraña una percepción bien extendida sobre este tipo de políticos, que pudiéramos caracterizar como fallidos. Pero no nos engañemos, porque en realidad sólo reflejan a la otra parte: los ciudadanos.

Ustedes escojan el lugar y los nombres, casi encontrarán un patrón de la inutilidad política. Como una expresión común de malestar, retomo dos voces. Una: “Los políticos son los que nos han fallado y nos han llevado a donde estamos. El origen de todo esto que pasó en Guerrero tiene un nudo político, y por eso el Ejército en qué vergüenzas anda cayendo. ¿Cómo es posible?”.

Dos: “El problema es político. Los gobernadores, que, más que gobernar, desgobiernan, no tienen el carácter suficiente para aplicar la ley porque tienen miedo”. Tal vez exista nostalgia del pasado, pero ambas expresiones podría haberlas dicho cualquier ciudadano en las calles, con la particularidad que las expresaron recientemente un par de generales retirados. Lo relevante de la crítica no es que provenga de unos militares, eso es lo de menos. Lo grave es la descripción de un estado común entre políticos mexicanos. Sería absurdo decir que todos, pero a juzgar por los resultados y las responsabilidades, a muchos les dio por llegar al poder para no ejercerlo. En esa lógica, basta conformarse con estar, sin importar el valor público que se genera. Hay mucho de fallido en esa visión que encuentra en el poder un accesorio vacío. Pero también hay mucho de común entre los políticos que nos han fallado.

9 de agosto 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9188410

Marihuana de moda


La marihuana está de moda, ni qué decir. Pero no es una novedad en las calles, sino en los medios. Al fin el consumo de la marihuana, como una de las drogas populares junto al tabaco y el alcohol, se debe más al gusto en el mercado, a pesar de las prohibiciones, condenas y combates. En México el tema la legalización de las drogas, en particular la marihuana, ha cobrado ímpetu en los últimos dos años, sobre todo, por la desgraciada matazón y singobierno que se vivió y todavía se vive en algunas ciudades del país.

Pese al costoso combate, las drogas siguen ahí, el mercado también. Paradójicamente el mayor apoyo a la mariguana no provine nada más de líderes políticos o figuras internacionales, sino de localidades en Estados Unidos como Colorado, Washington y una docena más de estados en ese país. Se pueden esgrimir razones morales contra el mal de las drogas, pero no se puede cerrar los ojos ante el inmenso negocio que lo mismo forma ejércitos privados, compra gobiernos y aterroriza poblaciones. Pero la moda no es el consumo de las drogas o el gusto por la cannabis, sino el debate que se suscita en varios países. Recientemente Uruguay desafió el status quo de las drogas al llevar al congreso una ambiciosa iniciativa de legalización. En varias ocasiones el presidente uruguayo José Mujica se pronunció a favor de la legalización de la marihuana. Finalmente el Congreso aprobó la ley que rompe el tabú de las drogas y la casi incuestionable visión dominante sobre el combate y la penalización.

La Junta internacional de fiscalización de estupefacientes, un órgano más de la ONU, condenó la aprobación uruguaya por violar acuerdos internacionales. Al mismo tiempo, otro órgano de esa burocracia mundial, la Comisión global de políticas de drogas, insiste en cambiar de enfoque. Exmandatarios como Fernando Henrique Cardoso (Brasil), César Gaviria (Colombia) y Ernesto Zedillo (México), forman parte de esa comisión que pugna por cambiar el paradigma fracasado del combate que alimenta muy bien al crimen y las cárceles. En México Enrique Peña Nieto ha mostrado su rechazo al tema, aunque actualmente, se puede portar pequeñas dosis de droga para consumo personal, pues han sido despenalizadas en el país.

Sin duda vamos tarde, aunque nos sobren muertos, violencia y crimen. Alguna propuesta surge en el Distrito Federal. Ya en las modas, hasta el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, se anima al debate. Tímido, el procurador Jesús Murillo Karam, prefiere rehuir el tema con un pretexto sobradamente creativo: es un tema internacional.

No creo que la legalización será la panacea, ni tampoco pienso que de la noche a la mañana la apertura a la marihuana resolvería de golpe una serie de problemas relacionados con el narco y la violencia. Sin embargo, la evidencia aportada por experiencias como la de Portugal, Holanda o algunos entidades de Estados Unidos, demuestra que la legalización no lleva a la multiplicación del crimen, sino a su control. Al contrario, el combate no acaba el mercado, sino parece beneficiarlo. En México, seguimos apostando por el fracaso de la visión prohibicionista. Al final el mayor costo es para la sociedad.

7 de agosto 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9188220

Nahuatlismos en el habla de La Laguna (libro)

El punto de partida es la comida. ¿Qué sería de nosotros sin aguacate, atole, cacahuates, chiles, chocolates, moles y tamales? Seríamos menos felices, porque sencillamente no me puedo imaginarme una vida sin chilaquiles, elotes, chilacas, enchiladas, jocoque y para que pique más, un infaltable chipotle. Además de la delicia gastronómica, todas esas palabras tan habituales en la cocina diaria, comparten una raíz común en el náhuatl. ¿Qué mayor prueba de la influencia del mundo indígena en nuestra cultura que el mismo ser que nos permiten las palabras? Contrario a lo que parece, el náhuatl no desapareció, sino alimentó el universo del español: se integró y trasmutó. Al fin una fusión de dos mundos.

El interés actual sobre el tema, llevó al lingüista francés, Patrick Johansson, a traducir al náhuatl la obra de Samuel Beckett, Esperando a Godot. ¿Se imaginan esa interpretación? Igualmente, Conaculta creó una aplicación para Ipad a fin de difundir obras y traducciones de Nezahualcóyotl. Hace años, Francisco Emilio de los Ríos (1934-2011) se dio a la tarea de investigar y compilar nahuatlismos presentes en el habla de La Laguna, el cual se publicó como libro por primera vez en 1999. Su trabajo no sólo fue compilar voces, sino anotar significados y usos del náhuatl presentes entre los laguneros. La relevancia del trabajo titulado, Nahuatlismos en el habla de La Laguna (2013, 209 páginas), recién reeditado por la Dirección de Cultura que dirige el maestro Jaime Muñoz Vargas en el Ayuntamiento de Torreón, radica en ser un auténtico testimonio del presente de la historia.

En un sentido, el libro rescata la profunda herencia de los tlaxcaltecas en La Laguna y de paso, en otras poblaciones del noreste mexicano. Si hay una historia que debemos reconocer como fundadora en la región, es la empresa colonizadora de los tlaxcaltecas. Sin la fuerza y el carácter de aquellos guerreros, difícilmente habrían avanzado las poblaciones que fundaron en conjunto con los españoles. Por otro lado, los nahuatlismos que utilizamos de manera cotidiana en nuestras expresiones, evidencian el presente del pasado. No se trata de una historia que ya no existe, sino de una presencia que pervive en la actualidad. Tan así, que hasta la delimitación geográfica de Coahuila, debe su origen a las coordenadas del universo náhuatl. Entre los prejuicios y lugares comunes de la historia del Norte, se habla de unos cuantos españoles y algún cura jesuita o franciscano. Peor aún, de los extranjeros que de la nada fundaron una ciudad, sobre todo si son franceses, alemanes o españoles. Pero si hay un influencia decisiva en la colonización del septentrión novohispano, fue la presencia tlaxcalteca. Nada más en La Laguna hicieron de Parras un potencia vinícola durante dos siglos y desde ahí apuntalaron otras poblaciones de la región. No es casualidad que poblaran el territorio, pero sobre todo, el leguaje. Los nahuatlismos en las palabras cotidianas hacen de esa herencia un patrimonio vivo de aquellas legendarias familias que vinieron a poblar el norte en el siglo XVI.

Así que cada vez que escuchen nombrar de Jimulco, el Cuije, chanates, azqueles y moyotes, no dude en pensar en la herencia de los tlaxcaltecas en La Laguna.

4 de agosto 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9187948

Gracias Raúl


Su nombre es escándalo y por momentos regresé a la década de los noventa con la absolución de Raúl Salinas de Gortari, un héroe indiscutible del pasado reciente. Libre y con su fortuna de regreso, tal vez hasta escriba unas memorias o un pequeño manual de derecho mexicano. La sentencia del juez Carlos López Cruz no pudo ser mejor sobre el hermano, ahora cómodo: que el hombre es muy rico no hay duda, y además, no es “penalmente responsable de la comisión de dicho delito”. Pasados los años, ya nadie se acuerda del político, ni de los escándalos de corrupción y mucho menos del supuesto asesinato de un tal Ruiz Massieu. Todo eso fueron artificios de la política ficción. El tiempo todo lo cura, pero sobre todo un buen abogado. ¡Qué justa es la ley!

El retorno del hermano nos confirma que en México siempre hay lugar para la reivindicación del pasado. Todo cabe en la ley sabiéndola interpretar. A su regreso triunfal, Raúl, bien puede ser un invaluable asesor en la defensa de Andrés Granier. Ahora más que nunca, cuando la salud de ex gobernador de Tabasco se complica en la cárcel, el hermano tiene la fórmula para la libertad.
Otro exgobe, Armando Reynoso Femat de Aguascalientes, resolvió su problema con nueve millones de pesos. Y aunque su hijo también resultó millonario después de la gubernatura de su padre, no hay nada que una fianza no pueda arreglar. Aún así, podrían consultar al hermano Raúl para que los asesore en los casos difíciles y desesperados con los expedientes judiciales que guarda la Procuraduría del Estado. Sobre todo, si quieren evitar la impertinencia de la prensa con los datos personales, más ahora que el juez negó los amparos para ocultar la información. No lo descartemos, el hermano Raúl tiene mucho que aportar. Con distintos nombres y cuentas en extranjero, supo recuperar la honra y hasta el perdón de las autoridades.

En una de esas logre representar con el mismo éxito, casos internacionales como del otrora primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi. El italiano se dice preso de una persecución política, y todo por no pagar debidamente los impuestos. Algo similar le sucedió al más célebre capo de Chicago, Al Capone, quien terminó en la cárcel no por matón, sino por evasión de impuestos. La historia parece moverse en círculos. En una país como México, donde se mata por miles con absoluta libertad e impunidad, se prefiere castigar los corridos, en especial los que hablan de las hazañas narcas. Se acusa de promover la apología de los criminales, pero en las calles los criminales pueden tomar al gobierno.
Michoacán es el ejemplo de moda. Ahí ya no hay procurador, secretario de finanzas y mucho menos gobernador. Infausto Vallejo, “el viejito” que quiso ser gobernador, ahora es rehén de su propio partido. No sería extraño que la única razón para no sustituir los poderes electos con nuevas elecciones, sea la inminente derrota del PRI, algo que a todas luces es inadmisible para el gobierno federal.

Todavía está el trauma de Baja California. Pero lo de menos es castigar criminales. Mientras el gobierno municipal de Chihuahua multa con 100 mil pesos a “El Komander”, un famoso representante de la chabacanería que canta narcorridos, en las calles de esa ciudad los organizados siguen asesinando a mansalva. Por fortuna, la nueva política federal recomienda no hablar al respecto en los medios. Yo prefiero agradecerle a Raúl por recordarme una década que ya había olvidado.

2 de agosto 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9187804 

Más pobres, y la gasolina tan cara

Dividido en dos, hay un México que crece, que tiene acceso a la educación y se identifica en la clase media. El otro México es el de millones de pobres. Son dos historias con caminos opuestos. También son dos caras de la misma moneda. Hace algunas semanas escribí sobre los clasemedieros mexicanos y el optimismo que proyecta esa parte del país. La otra cara es lapidaria y se cuenta por millones de pobres. Son todavía la mayoría: 53 millones.

Fuente: Coneval 2013


El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), acaba de presentar el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2012. El estudio tiene como propósito evaluar de manera periódica el desempeño de la política de desarrollo social en el país. Lo resumo en un pregunta: ¿cuánto de lo que ha hecho el gobierno para reducir la pobreza ha funcionado? Seguramente habrán escuchado de ciertos programas, unos legendarios como Solidaridad. Otros renombrados como Progresa, Vivir mejor y ahora el programa central de gobierno de Enrique Peña Nieto: Cruzada nacional contra el hambre. De acuerdo al informe de Coneval, entre 2010 y 2012, de manera general los pobres aumentaron de 52.8 a 53.3 millones. Pero como sabemos, la pobreza se mide en dimensiones y carencias. 45 por ciento de los mexicanos viven algún grado de pobreza. La más gran grave es la pobreza extrema, y para bien, ahí sí hubo reducción, ya que pasamos de 13 a 11.5 millones. Lo cual es un mundo.

Fuente: Coneval 2013

Aunque sea políticamente incorrecto, hay que decirlo. En México parecen preocupar los pobres, pero a la hora de asignar el gasto del gobierno, se subsidia más a los que más tienen, que a lo verdaderamente necesitados. El subsidio a la gasolina representa más que el gasto de la política social. El mayor programa social no es la nueva versión de 65 y más (ya le quitaron el 70), ni la Cruzada nacional, sino el subsidio a los automovilistas. Así que cada vez que llene el tanque su vehículo, no piense en la Cruzada contra el hambre, sino en ¡qué cara está la gasolina!

Fuente: Coneval 2013

Con un manejo similar del gasto social, estamos ante lo que Santiago Levy definió como buenas intenciones y malos resultados. ¿Cambió el enfoque, pero también la operación? Independientemente de los programas sociales del gobierno, más relevante es, si queremos sacar una franja significativa de mexicanos en la pobreza, es la economía. Si no hay crecimiento sostenido en los próximos años (en Hacienda afirman que al menos 5 por ciento con “reformas estructurales”), difícilmente se estrechará la brecha entre esos dos Méxicos. En esas circunstancias no es casualidad que la inequidad se reproduzca lo mismo en el sistema de justicia, en la educación o en los salarios que se pagan. A todo esto, no hay novedad. ¿Qué fue del Coahuila de la gente?

En general, la pobreza en Coahuila aumentó una décima entre 2010 y 2012. Pasamos de 27.8 por ciento a 27.9. ¿Qué significa esa diferencia? 23 mil pobres más o 799 mil coahuilenses bajo la línea de pobreza. En cuanto a la pobreza extrema, sólo se confirma el éxito mediático de los programas de la gente durante el gobierno de Moreira I, y el fracaso de esa política. En Coahuila la pobreza extrema aumentó de 2.9 por ciento a 3.2, es decir, aumentó de 81 mil a 92 mil en esa condición. Aunque con más pobres en Durango, la pobreza extrema sí bajó de 10.5 por ciento a 7.5.

31 de julio 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9187611

¿Mexicanos al grito de ciencia?





En las sociedades modernas, hay una sobrestimación de la ciencia. Durante el siglo XIX se creyó que la ciencia y la técnica, por entonces llamada “Progreso”, liberaría de la oscuridad a la humanidad. Incluso se pensó que la religión ya no sería necesaria. Pronto el siglo XX se encargó desmentirlo, tanto por la barbarie como por las creencias. Pero no por grandes avances científicos o tecnológicos, nuestro siglo es menos supersticioso, o si quiera, más civilizado. Las creencias son más fuertes y extendidas que el pensamiento. Tomás de Aquino, que escribió para la eternidad, a juzgar por el tamaño de la Suma teológica, argumentó una respuesta elegante a la oposición de la razón y la fe: La fe extiende el camino donde la razón ya no llega.

Recientemente se publicó la Encuesta sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología en México 2011 (Enpecyt), elaborada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El propósito del estudio es medir entre los mexicanos cuál es la importancia la ciencia y la tecnología en la población. A grosso modo, los mexicanos confían más en la fe, la magia y la suerte que en la ciencia. En pocas palabras somos más creyentes que científicos. Sin duda, esa percepción que tenemos en relación a la ciencia, está fuertemente influida por el bajo nivel educativo que hay en el país. Aún así, el estudio demuestra que 6 de cada 10 está de acuerdo en que la ciencia y la tecnología mejoran la vida, pero al mismo tiempo expresan dudas hacia los científicos y la ciencia. Los mexicanos no se la creen del todo. 40 por ciento considera que el conocimiento científico es “verdadero”; 35% piensa que “no siempre es verdadero”; 17% dice que es “dudoso” y el 1% lo descalifica por completo. Ya en la desconfianza, 50 por ciento considera a los científicos como “peligrosos” debido al poder de su conocimiento. Temas como la clonación y los transgénicos generan reticencia. Más confianza hay en el azar. Por ejemplo, 6 de cada 10 ve en los números un asunto de suerte y de manera ocasional 70 por ciento ha consultado un horóscopo. ¡34 por ciento cree en los OVNIS! Ahora entiendo porque tanto programa chatarra en la televisión.

Hay estima de la medicina, pero en la práctica no la asumimos como el único medio para la salud. Casi 7 de cada 10 considera adecuados los tratamientos alternativos como acupuntura, quiropráctica, homeopatía ¡y limpias! Después de todo, en la percepción de los mexicanos, la ciencia no es tan importante como nos dicen. Es curioso como Paul Feyerabend, uno de los mayores críticos del llamado método científico, valora otros caminos para el conocimiento. La ciencia no es el único, y tal vez, ni siquiera el mejor en todos lo casos. Eso sí, es el método más transparente y verificable.
7 de cada 10 considera que es positivo que los jóvenes se involucren en la ciencia para mejorar el futuro del país, aunque 50 por ciento considera que el desarrollo tecnológico origina una manera de vivir artificial y deshumanizada. Si bien la educación condiciona la aceptación de la ciencia, entre los menos educados encontramos en ocasiones una sabia intuición. Después de todo, la ciencia sólo parece habernos hecho mejores, aunque al final no siempre resulte así.

28 de julio 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9187347

Michoacán: mejor debatir las drogas


Cuando creíamos haberlo visto todo, aparece una nueva desgracia. Como otras veces, Michoacán es el escenario de la degradación, pero en la vorágine de la violencia también están Guerrero, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas… Al final la violencia continúa en México, a pesar de que cada vez hablemos menos de la misma. La actual política de comunicación saca el indeseable tema de la seguridad de los reflectores mediáticos, lo cual no evita que la violencia continué. Como en el cortísimo cuento: la sangre sigue ahí.

Fracaso tras fracaso, Michoacán es el paradigma de estado donde el gobierno es un actor impotente, ni siquiera ineficaz, para resguardar el orden y la seguridad de los habitantes. Allá cada quien hace lo que quiere: los criminales, los políticos, las llamadas defensas comunitarias, los maestros. Ya hasta resulta anecdótico que la entidad no tenga gobernador, o que la licencia evite las responsabilidades del votado Fausto Vallejo. ¿Dónde estará el viejito? Ahora el ejercicio del poder se limita a alcanzar el cargo, pero no asumirlo con todas sus responsabilidades. Revuelto el ambiente en Michoacán, el poder lo toma el más bárbaro, el más salvaje. A punta de fuerza, a punta de pistola, los criminales han pretendido una ideología e incluso, una pseudoreligión: la familia, los caballeros. Al fin ambas figuras trastocadas, tergiversadas, perdidas.

En esta matazón que no parece encontrar tregua, unos optan por la violencia, y otros por el debate. A pesar de sus estúpidas declaraciones, el expresidente Vicente Fox ha sido un necesario portavoz de la legalización de las drogas en México. Contrario a la visión dominante del combate, el Centro Fox acaba de organizar un pertinente simposium sobre la legalización y uso médico de la cannabis. Lo interesante del encuentro no es sólo la posición a favor de la legalización de las drogas, eso ya lo sabemos, sino la experiencia directa de ciudadanos integrados a un mercado llamado a la legalidad en Estados Unidos, especialmente en los estados de Colorado, Maryland y Washington.

Pero la relación con las drogas importa no sólo por las implicaciones morales, ustedes pueden rechazar o no el consumo, sin embargo, lo que no podemos rechazar es la defensa de la vida misma. En nuestro país la violencia alcanzó niveles descomunales, por lo mismo, el problema nos debe de interesar tanto como el valor de la vida. El prestigioso ex secretario de Salud en México, y actual decano en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, Julio Frenk, comentó en el Centro Fox: “Prohibir las drogas en México no ha reducido su consumo y, al contrario, ha traído otras consecuencias, como la violencia… Las papas fritas o las fritangas también hacen daño y no están prohibidas. Se trata de traer al debate políticas que vayan mas allá de la prohibición”. 

Por supuesto que el tema de la legalización (no sólo despenalización), es más complejo que una dañina fritanga, pero por mucho más preferible que seguir con la matazón y los gobiernos tomados por el crimen. Michoacán fue el fracaso de Felipe Calderón, y para como está el estado, ya lo comparte también Enrique Peña Nieto.

26 de julio 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9187225

De changarros y empleos formales

La promesa política por excelencia es el empleo. No es un asunto de México, sino mundial. Ahí donde las economías entraron en crisis o en el mejor de los casos, se han desacelerado, el empleo aparece como una prioridad del gobierno. A falta de mismo, España tiene una generación de desempleados y también de indignados. Estados Unidos con su supremacía económica o militar, no da cabida a todos en el empleo. Y hasta Francia y Alemania le batallan, para decir de una vez, que la envejecida Unión Europa registra el 11 por ciento de desempleo. En México vivimos una feliz mediocridad. Los indicadores de satisfacción nos sitúan entre los países más felices del mundo a pesar de la pobreza o el estancamiento económico. 

Hace tiempo que el “milagro mexicano” de la posguerra quedó en los libros de historia y entre algunos nostálgicos. Dos sexenios bastaron para destruir lo ganado. Todavía los recordamos como la “docena trágica”. En otros años, el expresidente que ahora promueve la mota, prometió la multiplicación del changarro para generar los empleos necesarios. Al final no hubo más empleos ni crecimos más. En la búsqueda del empleo perdido, los responsables de medirlo lo hace a su gusto y manera. El IMSS considera los empleos formales, es decir, sólo aquellos que tienen registrados los patrones. Pero visto así, la economía da una impresión dramática y esquelética. Para evitar tan flaco panorama, el INEGI es más plural y compasivo: cuenta todo aquello que sume algún ingreso. Sea por el azar, el changarro de la esquina o alguna actividad prohibitiva. Bajo esa medida, se estiman 29 millones de trabajadores informales. Otra vez, changarros y más changarros. Pero dejemos la hipocresía: ¿Qué sería del México lindo y querido sin las remesas de los inmigrantes, el narco, Pemex y la economía informal? Sin esos pilares la cosa estaría peor.

Esta semana el presidente Enrique Peña Nieto anunció que su gobierno irá tras los informales a través del Programa para la Formalización del Empleo 2013. ¿Se acabaron los tianguis, las hamburguesas de la esquina, los vendedores ambulantes y los lavacoches? 59 por ciento de los empleos están en la informalidad. Para el presidente, “la informalidad nos afecta a todos como sociedad, vulnera los derechos de las personas y limita el verdadero potencial económico de nuestro país”. Habría que agregar lo más importante para el gobierno: no pagan impuestos. Porque con el IMSS rebasado en su capacidad, lo que cuenta no es cubrir la seguridad social de los trabajadores, sino captar los recursos que no llegan al gobierno. Les urge más lana.

Se puede pensar que “la informalidad afecta al trabajador y a su familia”, pero ¿qué haríamos sin esos millones de empleos en el servicio doméstico? ¿Qué de los taqueros nocturnos, los mecánicos y tantos y tantos que viven de lo que pueden? ¡Sin duda que estaríamos peor!
“La informalidad esa una salida falsa”, pero también es producto de las reglas del juego que promueve el gobierno mexicano, no de ahora, sino de décadas. Sin embargo, en la propuesta que hace la presidencia no queda claro cómo van a convertir a 200 mil trabajadores informales en formales. ¿A caso multiplicarán los panes? ¿Dónde encontramos los detalles y las letras grandes (deje usted las chiquitas), del nuevo Programa de Formalización? Por lo pronto, ya nos esperan más impuestos. ¡Agárrese si está en la formalidad! En septiembre se presentará la iniciativa de Reforma Hacendaria. Ya veremos cómo viene.

24 de julio 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9187013