domingo, 27 de diciembre de 2009

De fiestas y libros


Los tiempos ameritan otros temas, sobre todo, después del difícil año que vivimos en el país. Desde la crisis de seguridad hasta la de salud, el año quedó en nuestra memoria como si lloviera sobre mojado. Viene otro año, y aunque algunos auguran malos presagios en la economía, no debemos asumir que así serán.
Por lo pronto, me aparto un tanto de la política para hablar de algunas lecturas y libros que me han acompañado en las últimas semanas, además de la ya obligada lectura de periódicos, revistas, estudios y documentos. Para no alargarme más, les recomiendo el infalible humor inteligente de Guillermo Fadanelli. Su novela “¿Te veré en el desayuno?” hizo más ligero mi viaje por la sierra oaxaqueña. No menos recomendables son otros relatos como Más alemán que Hitler, Cuando la vea la voy a matar, Compraré un rifle y la novela Lodo por mencionar algunas de sus obras. También ahora podemos leer sus lamentos y reniegos moralistas los lunes en El Universal.

De otro escritor mexicano, Jorge Volpi, leí el “Insomnio de Bolívar, cuatro consideraciones intempestivas sobre América Latina en el siglo XXI”. Se trata de un buen repaso a la actualidad latinoamericana, la democracia, el subdesarrollo político y el renacer de caudillos regionales. El libro incluye un buen breviario de autores latinoamericanos nacidos en la década de 1960.

Un libro que me encantó por su impacto visual fue “Banksy, Wall and piece”. La publicación compila la obra “efímera” y sugestiva apuesta de Banksy, ese artista británico callejero y clandestino, provocador e irreverente. Banksy el artista que ha metido en problemas a las autoridades, que ha burlado la buena conducta inglesa, ha plasmado en sus intervenciones urbanas, poderosas imágenes, metáforas y alegorías que retuercen con humor, nuestros sentidos. El artista inglés y maestro del graffiti es una muestra del poder del aerosol más allá del vandalismo.

Para tiempos difíciles conviene leer la actualización del texto de Gabriel Zaid que circula en las librerías: “Empresarios oprimidos”. El título en realidad se refiere a las posibilidades del país de generar riqueza entre los muchos pobres que pueblan el territorio nacional. En verdad que la lectura de este pequeño, pero sustancioso libro es alentadora en tiempos nublados. Las alternativas puntuales que demuestra Zaid, me hacen pensar en el ensayista como un Amartya Sen mexicano, o como otros lo han comparado, como un Muhammad Yunus. En verdad que la lectura de este libro puede ser reveladora para más de un gobernante dispuesto a transformar entornos de pobreza.

La producción lagunera ha sido buena en este cierre de año, aunque no la difusión. Van algunos libros. De Edgar Salinas, ya he reseñado en esta columna (21-XI- 09), “Arqueología de un imaginario: La Laguna”. Una reflexión sobre la identidad lagunera a través de la literatura regional.

Toda una revelación y un acontecimiento literario resultó la publicación de La Biblia Vaquera de Carlos Velázquez. Se trata de un libro de relatos (la descripción es inexacta,) marcados por “el triunfo de la lógica sobre el corrido”. El escenario posnorteño demarca otras identidades dispersas de lo lagunero norteño. Es una auténtica muestra de nuestro (¿decadente?) presente lagunero. La Biblia Vaquera, según palabras de Sergio González Rodríguez, es el “libro de narrativa convocado a cambiar la recepción y la percepción de la literatura mexicana” (Reforma, 16-VIII-09). Hay que tomar en serio sus palabras, y sobre todo, hay que seguirle el rastro a los textos de Velázquez.

Sobre historia de Torreón, un excelente libro de Javier Ramos Salas que próximamente circulará en enero, “Entre el esplendor y el ocaso algodonero. Ensayo sobre el desarrollo urbano de Torreón”. Con gusto volví a releer de un plumazo su cuidadosa investigación. No me adelanto, pero escribiré una reseña con motivo de publicación.

Una novela histórica, aunque difícil de adquirir por su escasa difusión, es “El brigadier, mi destino la Independencia de México” de Jorge Zarzosa Garza. La novela tiene el mérito de rescatar la memoria documental de Pedro Zarzosa y situar su valiosa aportación a la Independencia, a lado de los grandes hombres de la historia nacional.
Por lo pronto todavía me esperan la novela premiada de nombre irresistible, “Travesti” de Carlos Reyes. También el nuevo libro de Jaime Muñoz Vargas, Leyenda Morgan. Un novela voluminosa novela de Magda Madero, “Arno y los ojos de Rea”.
No digo más, y en deseo de que estos días nuestros lectores hayan pasado una feliz navidad.

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