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viernes, 30 de diciembre de 2016

Torreón 2040 (2)

Regresamos al plan Torreón 2040.  El documento hace las veces de carta de navegación. De ese tamaño la relevancia. Por lo mismo, el plan es un punto de partida, no sólo para lo que es necesario y urgente, sino lo que viene de acuerdo a las tendencias.  Conviene leerlo con calma y hacer anotaciones, en tanto refiere problemas del presente, y lo más preocupante, las inercias hacia el futuro. Lejos de pintar un panorama rosa, el plan deja en claro una serie de tareas que tendríamos que estar haciendo ya. No solamente el gobierno, que lleva bastante responsabilidad —y todavía nos queda mucho a deber—, sino a los ciudadanos mismos.
Dada la naturaleza del documento generado por el Instituto Municipal de Planeación y Competitividad de Torreón (IMPLAN), y un buen número de ciudadanos organizados, quiero referir solamente tres puntos. Por supuesto nos son los únicos, en cambio, me sirven para mostrar la importancia del contenido.
Partiendo del siglo XXI, hay un apreciable sentido de gobernanza en el plan, no obstante, muchos políticos y funcionarios de la administración, están anclados en el siglo XX. Cito el documento: “La piedra angular del reto de dotar de competitividad a Torreón es la concertación de esfuerzos entre el gobierno y los liderazgos de la sociedad. Una sociedad moderna, diversa, contestataria, integrada por ciudadanos con múltiples intereses sociales, políticos y económicos”.
El “Plan Estratégico para Torreón con enfoque Metropolitano 2040” está estructurado en seis ejes: Buen Gobierno y Coordinación Metropolitana; Desarrollo Económico e Innovación; Desarrollo Social; Entorno Urbano; Movilidad y Trasporte; y finalmente, Medio Ambiente y Sustentabilidad. Pero nos los aburro con tantos formalismo, mejor vamos tres aspectos que deseo resaltar del plan.
Hago la primera parada en relación al gobierno. Estamos en un contexto general, donde la corrupción es lastre visible, no sólo en la localidad, sino en el país. Leamos la siguiente advertencia: “la deficiente transparencia y rendición de cuentas y la falta de mecanismos eficientes de participación ciudadana propician discrecionalidad el uso de los recursos y un ambiente apto para la corrupción abriendo cada vez más la brecha de desigualdad social” (2016, p.47). Así, ¿o más claro?
Segundo parada. ¿Se acuerdan de las lluvias, las frecuentes inundaciones y la falta de drenaje en la ciudad? Curiosamente, la administración municipal que ahora está a la deriva, en su plan municipal omitió el problema crónico del drenaje. Por supuesto, vinieron las lluvias, y la gente se encargó de recordarle al alcalde la prioridad, no obstante, el problema sigue ahí. Pero cuando los ciudadanos participan, los problemas se priorizan según las necesidades de abajo. De esa manera, el documento Torreón 2040,  sí incluyó esa necesidad  para hacer un Plan Estratégico del Manejo Integral de Aguas Pluviales. Vale recordar que mal hacemos los ciudadanos en dejar la política solamente a los “políticos”.
Tercera parada. Movilidad y transporte. ¿Han notado que cada vez hay más trafico en la ciudad? ¿Han notado que los carísimos puentes vehiculares sólo ocasionan más tráfico y deterioro a la ciudad? Torreón 2040 reconoce varios puntos críticos: La infraestructura de movilidad no es incluyente ni equitativa, pues está enfocada a los automóviles, no a las personas; la cultura vial está de la fregada y falta un sistema de transporte eficiente. Por si fuera poco, se suma el crecimiento desordenado de la Zona Metropolitana de La Laguna.

Al paso que vamos, para el año 2030, el parque vehicular habrá rebasado el crecimiento de la población. Torreón pasaría de 217 vehículos por cada mil habitantes a 501 vehículos por cada mil, es decir, 1 de cada 2 torreonenses usaría un coche. ¿Qué significa esto? Aumento de la contaminación atmosférica, disminución de seguridad vial, incremento del consumo energético, aumento de los costos de congestión, exclusión social y ocupación creciente del espacio. ¿Nos parece poco? Más vale que vayamos tomando cartas en el asunto.
14 de diciembre
El Siglo https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1292281.torreon-2040.html

Torreón 2040 (1)

Foto: http://www.milenio.com/policia/El_Barometro-corrupcion-inseguridad-OSC-gobierno-La_Laguna_0_210579347.html

La visión sobre el futuro es reveladora del presente. El presente demanda el aquí y el ahora, pero en el día a día, cómo se nota cuando se ha pensado en el futuro. De la misma manera, cómo se nota cuando no se ha pensado en el futuro. Las grandes obras, o lo grandes cambios, se dan más construcciones planeadas y constantes, que por actuaciones voluntariosas. Ciertos casos requieren cortar el nudo gordiano, pero fuera de las excepciones, edificios bien construidos demandan ante todo, planeación.
Más allá de la inmediatez del cotidiano, más incluso, de las elecciones mismas, la visión de largo plazo requiere mucho más que votos y estrategias electorales. Abundan los políticos, aunque cualquiera lo es, no así gobernantes comprometidos hacia el futuro. Con razón se repite la célebre frase de Bismarck: “El político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación”.
Bajo esa lógica, administraciones van y vienen —justo ayer terminó una—, también se van proyectos, programas y acciones. ¿Pero cuánto de lo que se hace atiende a un plan de largo plazo? En principio, uno podría suponer que la suma de los gobiernos resulta en un mayor avance. Pero nada más contradictorio para los gobiernos, que la visión del futuro sobre la política y poder. En muchos de lo casos, importan más las elecciones, que resolución de los problemas públicos. El pasado 29 de noviembre, el Instituto Municipal de Planeación y Competitividad de Torreón (Implan), presentó el documento “Torreón 2040, Plan estratégico para Torreón con enfoque metropolitano”.
Sin duda, uno de las mejores áreas del gobierno municipal de Torreón, es el Implan. Poco a poco, en los hechos se ha construido una institución consistente e indispensable para la labor de gobierno, siempre expuesta a los vaivenes de las administraciones y los humores de los gobernantes. No se trata de descubrir la administración pública y el gobierno cada trienio, sino precisamente de recurrir a una fuente confiable, a un diagnóstico preciso, a una evaluación constante, y justo ahí, la labor del Implan es clave. El instituto que tiene a bien dirigir Eduardo Holguín, cuenta con los elementos institucionales para ser el eje rector, incluso, más allá del alcalde en turno. Por supuesto esta labor no es fácil, por el contrario, implica discusiones, luchas internas, constancia, y ahí todavía falta mucho por construir, pero no tengo dudas que en los próximos años habrá de rendir frutos el trabajo del Implan.
Durante años el Implan fue un sueño no sólo de poquísimos políticos y profesionales de la administración pública, sino de ciudadanos comprometidos con su ciudad. Hoy ese sueño es realidad,  y para iniciar, se dieron a la tarea de empezar por lo más básico: construir un sistema de información. Hoy ya se tiene, y mucho de lo que se pueda hacer en la ciudad, tiene a la mano esa fuente como referencia obligada. Pero no solamente había necesidad de armar esas bases de datos —georeferenciarlas—, sino además, pensar el futuro. No el inmediato que demanda la respuesta diaria del gobierno, sino el largo plazo. Así nación el plan “Torreón 2040”, en el que un servidor, junto con más de 260 líderes y participantes, aportaron 5 mil 800 horas de trabajo, a través de talleres colaborativos entre gobierno y ciudadanos. En el pasado otros planes se han hecho,  como el Plan de Rehabilitación de La Laguna (1962); el Plan de Conurbación de La Laguna (1977); el fallido Plan Nueva Laguna (1989); la Gran Visión 20-20 (1994) que nadie aplicó. Por su puesto, más planes se siguieron haciendo. Pero quizá, la diferencia entre esos planes y el actual, es el fuerte componente ciudadano de su origen. Es decir, los otros planes, salvo la visión 20-20, eran verticales. El gobierno decía, unos expertos o unos políticos caprichosos imponían. En cambio, el plan a 2040, posee un notable lugar ciudadano. Fueron ciudadanos los que dijeron, discutieron y formularon la identificación de unas problemáticas, y un futuro deseable para atenderlas. ¿Hay garantía de que ese plan se realice? No. Sin embargo, no nada más le toca al gobierno, ya es hora de que los ciudadanos organizados demandemos la construcción de ese futuro.
Ahora más que nunca, por el momento en que el gobierno municipal entra en transición, la brújula del Implan es indispensable para no perder el rumbo por unas elecciones. En el pasado, grandes obras en la ciudad, fueron construidas para durar hacia las siguientes generaciones, y ¡no había Implan! Urge retomar ese espíritu.

Posdata. Antes de vacaciones y fiestas, la siguiente semana, retomamos la segunda parte de este texto, para hablar de puntos críticos, tendencias, amenazas, oportunidades, y la visión estratégica de “Torreón 2040”. Por lo pronto, pueden consultar el documento en www.trcimplan.gob.mx.
7 de diciembre 2016
El Siglo https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1290026.torreon-2040.html