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domingo, 2 de abril de 2017

Reconocimientos póstumos al Dr. Sergio A. Corona Páez


El historiador Carlos Manuel Valdés en Vanguardia: http://www.vanguardia.com.mx/articulo/dos-laguneros

"Titulé “Dos laguneros”, ¿quién es el otro? Se llamaba Sergio Antonio Corona Páez. Utilizo el imperfecto porque este magnífico historiador torreonense murió hace unos días. Sergió publicó varios libros sobre historia coahuilense, uno de éstos sobre la Hacienda de los González, en Saltillo, varios sobre Santa María de las Parras, uno de teoría de la historia para preparatorianos y dos o tres sobre los jesuitas laguneros. En uno de ellos, Sergio plasmó su talento rescatando la historia de la vitivinicultura de Parras. Libro fundamental para entender el significado de la producción de vinos y licores generados por los marqueses de Aguayo y por los jesuitas. Hizo un descubrimiento de importancia al encontrar que también hubo viticultores tlaxcaltecas y un sacerdote diocesano enólogo. Ahora que vemos que el cultivo de la vid está siendo cada día más practicado es obligado recurrir al libro de Sergio. Lo aprecié. Le publiqué un libro en la SEP. Somos coautores de dos libritos sobre los indios de Coahuila: razones de peso para recordarlo como amigo, colega e intelectual. Sergio Corona se ganó un lugar de privilegio en la historiografía coahuilense".

El escritor y gran amigo de Sergio, Jaime Muñoz Vargas en Milenio: http://www.milenio.com/firmas/jaime_munoz_vargas/Maestro-amigo-hermano_18_913288737.html

"Borges escribió un poema de homenaje póstumo para Alfonso Reyes, amigo luminoso que se le adelantó en 1959. El título del poema es “In memoriam A.R.”, y comienza con la siguiente estrofa: “El vago azar o las precisas leyes / que rigen este sueño, el universo, / me permitieron compartir un terso / trecho de curso con Alfonso Reyes”. Nadie puede mejorar eso, así que incurro en la comodidad de parafrasearlo: el vago azar o las precisas leyes que rigen este sueño, el universo, me permitieron compartir 25 años, un maravilloso trecho de mi vida, con Sergio Antonio Corona Páez. Sergio murió el pasado primero de marzo de 2017. Nació en Torreón el 12 de octubre de 1950, y en poco más de 66 años construyó una existencia que, como se lo dije muchas veces, me parecía asombrosa y ejemplar, tal vez la más asombrosa y ejemplar de cuantas he conocido. Tímido, introspectivo, sobrio siempre, Sergio fue desde niño un hombre dedicado a trabajar con las dos facetas del espíritu: la de su fe en lo trascendente y la de su amor al conocimiento. En ambos casos no descansó un solo día para mejorar, para mejorarse como ser humano. Sin grandilocuencia, siempre en el más bajo de los perfiles e íntimamente orgulloso y seguro de lo que hacía, supo desde niño que su vida se vincularía estrechamente, en el plano de lo privado, en una relación personal, directa, con dios, y en el profesional, en el público, con el conocimiento de la historia. A los ocho años comenzó su carrera de historiador y la concluyó hasta el final de su vida, sin parar, lo que dejó a La Laguna aportaciones hoy fundamentales para entender nuestro pasado. Metódico, pacífico, sereno, respetuoso de la dignidad de hombres y animales, Sergio se consumó como científico social en el campo de la historia. Su divisa fue la de Marrou: “La historia se hace con documentos; sin documentos no hay historia”, por lo que desconfiaba de toda ficcionalización del pasado por intereses ideológicos o ingenuidades. Jamás se sintió dueño de ninguna verdad, y consideraba su obra un punto de partida para nuevas exploraciones, no de llegada. Le adeudo mucho, muchísimo, y por fortuna se lo expresé a tiempo. Fue mi maestro, se lo dije incontables veces, pero él jamás aceptó serlo. Tampoco aceptó ser mi amigo. Él prefirió algo mejor, como buen sabio: ser mi hermano".

También, Edgar Salinas en homenaje al Dr. Corona en Milenio: http://www.milenio.com/firmas/edgar_salinas_uribe/Memoriam-Don-Sergio-Corona-Paez_18_914488611.html

"La pluma más fina de la historiografía lagunera se ha ido: Sergio Antonio Corona Páez falleció la semana pasada. Escribir del pasado no es lo mismo que escribir el pasado. Lo primero, aunque pudiera hacerlo un historiador, es afán principal de aficionados, vendedores de espejos y divulgadores. Son legión y su olor los delata. Lo segundo, en cambio, sólo puede hacerlo el historiador. Con Ortega y Gasset podríamos decir: “así como la física no es el experimento, la historia no es el documento”. Quien piense lo contrario puede editar un libro en pasta dura y papel fino para ganar plata, pero no escribe historia. La escritura de la historia implica método, contraste de fuentes, aproximaciones, interpretaciones, búsqueda de realidad. En ese sentido, la historia se escribe, no sólo se describe. A esto último se dedicó Sergio A. Corona Páez, quien escribió el marco de referencia fundamental de la historiografía lagunera. Con su partida, La Laguna pierde a su historiador, no solo a un historiador. “La Comarca Lagunera, constructo cultural: economía y fe en la configuración de una mentalidad multicentenaria”, libro escrito por Sergio y editado por la Universidad Iberoamericana Torreón, es imprescindible lectura para quien busque comprensión profunda del ser lagunero. No hay, hasta el momento, mejor libro para responder a la pregunta por el origen, configuración y devenir de la identidad lagunera. Además de historiador y cronista, a Sergio lo recordaremos como cumplido guía para despertar la curiosidad intelectual entre sus alumnos. Luego de la primigenia tarea de un equipo de profesores, él se encargó de dar forma al Archivo y Centro de Estudios Históricos de la Ibero, listado en la Red de archivos históricos de la UNESCO. Muchas personas guardaremos en nuestro recuerdo la siempre amable cortesía y afectiva disposición de Sergio. A su familia, respetuosamente mis condolencias. A Jaime Muñoz y Carlos Castañón, sus grandes amigos, un abrazo. Coincidencia nefasta: falleció Sergio mientras la estulticia gobernante arranca el emblemático Torreón de su sitio original".

El Dr. Mario Cerruti, a nombre de la Asociación Mexicana de Historia Económica:

"Estimad@s: Con enorme pesar y mucho dolor les comunico que ha fallecido nuestro muy apreciado Sergio Corona Páez, doctor en Historia, director del archivo histórico de la Universidad Iberoamericana en Torreón, miembro muy reconocido de nuestra asociación y frecuente autor sobre temas laguneros y vitivinícolas. Fue coordinador del XVI Encuentro de Historia Económica del Norte de Mexico en octubre del 2007. Descanse en paz Mario"


domingo, 5 de marzo de 2017

Sergio Antonio Corona Páez y el oficio de historiar

(1950-2017)
La muerte es el ciclo de la vida. Se escribe fácil, no así cuando se trata de un ser querido, algún familiar, o un amigo muy cercano. Nos duele y sentimos ese irremediable vacío, esa tristeza tan humana con la que todos algún día nos doblamos. El pasado primero de marzo, falleció el Dr. Sergio Antonio Corona Páez, cronista oficial de Torreón e historiador de primera línea. Nos conocimos hace 16 años y desde entonces mantuvimos un intenso diálogo, una entrañable amistad. Corona Páez fue mi maestro, mentor, pero sobre todo, mi gran amigo. Por eso me duele escribir estas palabras a manera de memoria y homenaje.

Desde su nacimiento, un simbólico 12 de octubre de 1950, su destino quedó signado para la escritura de la historia, para el oficio de historiar. Desde muy chico tuvo esa consciencia histórica al comenzar a juntar las piezas del rompecabezas genealógico. Ese tesoro familiar lo llevó a remontarse varios siglos atrás, lo que sin duda, marcó su carrera profesional como historiador. Corona Páez fue el mayor historiador de la región, tanto por su producción historiográfica, como por su alcance internacional. Hace unos días, su esposa Patricia Reyes Fernández, recibió llamadas y mensajes de condolencias desde Estados Unidos, Alemania, España, Chile… lo que nos habla de los lazos del investigador. Como historiador, fue un pensador original que hizo para sí un trabajo local —la historia de la Laguna, la historia de Torreón— con una carácter global.

La calidad de su labor académica llegó lo mismo a Estados Unidos que Francia, donde su libro y tesis doctoral, “La vitivinicultura en el pueblo de Santa María de las Parras” (2004), fue reconocido en la Feria Internacional del Libro, en París, en el 2011. Igualmente, otro de sus trabajos, publicado colectivamente bajo el título “Turismo del Vino. Análisis de casos internacionales”, ganó la distinción “Gourmand World Wine Book”, en ese mismo año. La trascendencia de sus estudios sobre la economía colonial en Parras durante los siglos XVII y XVIII, no sólo renovó el conocimiento historiográfico del Norte de México, sino además, se volvió, en palabras del historiador Pablo Lacoste, un libro de texto en universidades sudamericanas. Como pocos investigadores, su obra es un referente internacional para los estudiosos de la historia lagunera. Para muestra, basta ver las referencias indexadas en revistas académicas y arbitradas. En ese sentido, Torreón tuvo un cronista de lujo, un historiador bajo un notable talante de científico social.

A Corona Páez le debemos la explicación más robusta y acuciosa sobre las raíces coloniales de La Laguna y su sentido de identidad regional. Un claro ejemplo, lo encontramos en el libro “El país de La Laguna, impacto hispano-tlaxcalteca en la forja de la Comarca Lagunera” (Primera edición, 2006; segunda 2011). Se trata de un libro imprescindible para  todos los interesados en esta región del noreste mexicano, y sobre todo, para los laguneros ávidos de conocer sus raíces. En ese libro, muestra a la vez claridad y sencillez del lenguaje, pero basado en un profunda investigación de fuentes primarias. Como historiador fue un paciente documentalista, un erudito conocedor del Antiguo régimen. Quienes lo frecuentamos constantemente, advertíamos que vivía en dos mundos. El presente y el siglo XVIII. Para dicha de tantos, su bagaje, su puntual conocimiento lo compartió con generosidad, no sólo para los académicos y especialistas, sino a través de una extensa labor de divulgación en los dos principales periódicos de la región, El Siglo de Torreón y Milenio Laguna. Igualmente, en el blog Crónica de Torreón, con más de medio millón de visitas, mismo que se interrumpió a finales de diciembre pasado, cuando su estado de salud ya no le permitió actualizarlo. En cientos y cientos de artículos, Corona Páez difundió su amor por Torreón y La Laguna. Gracias a sus palabras, conocimos detalles, explicaciones y sucesos de la región, pero sobre todo, nos enseñó a ver la ciudad de otra manera.  Su legado mostró y demostró que la historia es una disciplina rigurosa, metódica, y que incluso, en sus demostraciones, alcanza una validez científica. No como verdad inamovible, pero sí verificable y revisable a la manera que enseñó Karl Popper.



Había en él, el espíritu de anacoreta dedicado a la historia, al pensamiento, a la paciente búsqueda y reflexión. No había prisas; sino parsimonia, orden. Tanto en su vida como en su trayectoria profesional, llevó calma y método. Como estoico enfrentó los últimos dos meses de su vida. Dejó una obra prolífica en más de una treintena de libros y varios centenares de artículos. Su valiosa labor al frente del Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad Iberoamericana de Torreón, también dejó huella para tantos investigadores y estudiantes que acuden a las fuentes archivos. Lo mismo puede decirse de su labor como maestro en la Universidad Iberoamericana. 
Adiós amigo, te vamos a extrañar.

5 de marzo 2016 
El Siglo de Torreón

miércoles, 1 de marzo de 2017