lunes, 22 de marzo de 2010
Volver a Juárez
La fotografía muestra con claridad la expresión del hombre. El drama de una lucha que se percibe perdida, sin sentido. Nietzsche decía que cuando miras el abismo éste también te ve y eso lo que se percibe en la mirada captada por la lente. El rostro del presidente Felipe Calderón y sus gestos, son elocuentes del entorno, esa realidad que nos rebasa. Me refiero a la imagen que circuló en varios diarios nacionales tras su tercera visita a Ciudad Juárez en un lapso de cuarenta y cinco días. Calderón regresó a la ciudad fronteriza con la finalidad de supervisar el programa “Todos somos Juárez”, el cual busca reconstituir el tejido social.
Sin embargo, la visita presidencial estuvo rodeada previamente por el asesinato de tres personas ligadas al Consulado de Estados Unidos en la ciudad. La condenación del hecho fue realizada incluso, por el presidente Barack Obama. Luego vino el escándalo por las palabras de Janet Napolitano, Secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, quien afirmó que la participación del ejército en esa ciudad “no ha ayudado”.
Más allá de la indignación de los funcionarios mexicanos, las palabras de Napolitano no son las de una funcionaria novata en asuntos de seguridad, ni tampoco se trata de las declaraciones de una burócrata que desconoce México.
Napolitano, abogada y dos veces gobernadora del estado vecino de Arizona, conoce la situación de México de tiempo atrás, debido a la natural relación bilateral entre ambos países. Antes de ser la exitosa gobernadora de Arizona, fue fiscal por el mismo estado, lo que le permitió tratar de cerca las problemáticas de seguridad. Desde su perspectiva como conocedora del tema, la presencia del Ejército mexicano en Ciudad Juárez no ayudó a detener la ola de violencia, por lo que sugiere que Estados Unidos necesita trabajar más con el País para frenar el crimen organizado. En este sentido, no sería la primera vez que el gobierno vecino interviene directamente en el país. Basta con echar una mirada al siglo XIX.
El Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, descalificó la afirmación de Napolitano: "No quiero pasar por injusto frente a una afirmación que a mí me parece reprobable, hay que entender el contexto en que fue dicho. No acepto, por falso, que se diga que el papel de las Fuerzas Armadas en Juárez es insustancial o insuficiente".
En un principio la “guerra” contra el crimen organizado le había ganado legitimidad al gobierno de Calderón, sin embargo tras tres años de violencia, la situación es percibida, así lo constatan las encuestas, como un fracaso del gobierno federal. En todo esto, Ciudad Juárez ha sido tratada aparte, acaso por el reconocimiento tácito de ser una ciudad fallida, donde su alcalde reside tranquilamente en El Paso.
El laberinto de Juárez, además de marcarnos negativamente, puede ser también la muestra de que no sólo con las armas se “gobierna”. De esa manera, la propuesta social hecha por las autoridades federales podría transformar sustancialmente el abordaje del problema y la construcción de las soluciones en el largo plazo. Ojalá así sea, porque lo otro sería extender nuestro fracaso como sociedad.
20 de marzo de 2010
el siglo de torreón