Hace un par de días se oficializó la unificación de policías en las ciudades de Durango, Gómez Palacio y Lerdo, bajo el mando del gobierno estatal.
El plan responde a una estretegia apoyada por la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
Si bien, la unificación de las policías no es la panace, ni tampoco la solución ipso facto a la inseguridad, incluyendo el crimen organizado; sí es un primer paso para que operativamente resulta más viable la labor de las policías.
El plan responde a una estretegia apoyada por la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
Si bien, la unificación de las policías no es la panace, ni tampoco la solución ipso facto a la inseguridad, incluyendo el crimen organizado; sí es un primer paso para que operativamente resulta más viable la labor de las policías.
No es lo mismo tratar como 2000 mil corporaciones policiacas, que con 32.
Se avanza, es un primer paso, a lo que quizá sea en el futuro una policía única para todo el país.
Por lo pronto, ya tenemos la primera prueba en Durango. Entre otras cosas, esto significa, que las excusas, las justificaciones y la falta de responsabilidades se acotan. Así que con el tiempo, ese discurso ramplón de echarse la culpa entre los gobiernos, poco a poco se va agotando. Cuando finalmente sea uno el responsable, pensemos en la eventual policía nacional, ¿a quién culparán por el fracaso de la seguridad?