domingo, 8 de septiembre de 2013

A toda madre con Moreira


Cuando leí declaraciones del gobernador Rubén Moreira, no lo podía creer. Esperé a verificar otras fuentes. Esperé a que pasara más tiempo, tal vez era un error, o una frase fuera de contexto como suele suceder, pero luego encontré las mismas declaraciones repetidas en varios medios impresos. No había duda. Sus palabras fueron tan claras: “Torreón está a toda madre” (Milenio Laguna, 5-IX-2013). 

Desde la óptica del gobernador, está tan bien la seguridad en la ciudad, que hasta nos presume como un “caso de éxito”, que incluso es reconocido por el Gobierno Federal. Retomo parte de las declaraciones de Moreira II sobre la buena seguridad que vivimos en Torreón: se ha recuperado la calma y ahora es tiempo de atender problemas en colonias, generar empleos y realizar obras de infraestructura… Torreón estaba secuestrado, pero ahora estamos tranquilos.

Durante el arranque de un programa para pintar fachadas en el poniente de Torreón, particularmente en la colonia Aquiles Serdán, expresó el señor gobernador: "¿Por qué digo que Torreón está a toda madre? Porque se está ahora muy bien en donde estamos. ¿A poco no?"

Las declaraciones de Moreira II no sólo son desafortunadas, sino incitan a la indignación. Decir que “Torreón está a toda madre”, demuestra la distancia que hay entre el político y la realidad cotidiana de la ciudad. Además, la impertinente frase sólo ratifica la arrogancia del gobernador con respecto a los terribles años que hemos vivido desde la guerra imbécil de Calderón, pero también desde la corrupción rampante en el gobierno de su hermano Moreira I, cuando funcionarios del gabinete de seguridad terminaron prófugos o desaparecidos. La expresión de Moreira II evidencia la soberbia y el desprecio a las víctimas y sus familiares. ¿Qué pensarán los miembros de una asociación como Fundec?  ¿Cómo se sienten los laguneros que han padecido por años la violencia, la impunidad de un Estado inútil?

Fuente: El Siglo

Es fácil decir que “Torreón está a toda madre” en el poniente de Torreón, o en tantas otras partes de la ciudad, cuando se viaja en una camioneta blindada protegida por un convoy numeroso de guardaespaldas, policías y militares bien armados. Así, cualquiera puede afirmar a los cuatro vientos que “Torreón está a toda madre”. A diferencia de los miles de ciudadanos que han sufrido robos violentos, ellos no tienen el privilegio de contar la seguridad del gobernador para proteger su patrimonio. Ni qué decir de la enorme cifra negra de secuestros y extorsiones que siguen asolando la ciudad. Es cierto que la violencia en Torreón ha bajado, pero también ha subido en Matamoros y San Pedro. Nada más entre los meses de enero y julio de 2013, se han registrado 204 homicidios en esos  tres municipios. En el último año ha cambiado la dinámica criminal no sólo en Torreón, sino en la zona metropolitana. Bajas y altas de la violencia en los municipios conurbados, pero ¿se debe a la eficiencia de las autoridades o al exterminio de un grupo criminal sobre otro?


En el mundo de Moreira II, es decir, la continuidad de moreiralandia,  Torreón es un caso de éxito en disminución de la violencia, porque como ha demostrado el Consejo Cívico de las Instituciones de La Laguna (CCIL) y el Observatorio Nacional Ciudadano, la Procuraduría de Justicia del Estado de Coahuila sabe resucitar muertos  y borrar homicidios del registro oficial. De esa manera, quitando un homicidio ayer, dos hoy y mañana seis, la violencia en Torreón sí puede disminuir. En el gobierno de Moreira II saben bien que alterando las cifras de los homicidios dolosos, pueden “mejorar” el desempeño de los indicadores en el Sistema Nacional de Seguridad Pública. El informe anual 2012 de CCIL (lo pueden consultar en http://www.ccilaguna.org.mx/documentos-publicos/midlag-informe-anual-2012-marzo-2013.pdf), documenta que Coahuila informó 286 homicidios de 491 registrados públicamente en la prensa. Tan fácil como omitir  ¡205 homicidios!  Pero no lo dudemos: “Torreón está a toda madre”.