Esposado,
Javier Villarreal, ahora aparece resignado. Ya no con traje y corbata como en
aquella célebre foto que se filtró en Saltillo en octubre de 2011. Por entonces
era el tesorero en Coahuila durante el gobierno de Humberto Moreira, pero libró
la cárcel con una pequeña fianza de 10 millones de pesos. Mejor ni preguntamos
de dónde sacó el dinero.
Nuevamente
el escándalo de corrupción ligado a la deuda de Coahuila, vuelve a la escena
pública, pero no porque las autoridades mexicanas llamaran a cuentas al
operador financiero de Moreira I, sino para vergüenza de la justicia en México,
porque en Estados Unidos se abrió un proceso por lavado de dinero a Javier
Villarreal y al ex gobernador interino de Coahuila Jorge Torres. ¿Pero
Humberto?
Dicen
que Villarreal se entregó a los gringos en la frontera de El Paso, Texas, pero
lo cierto es que desde hace meses se repitieron una y otra vez los cargos por
lavado de dinero, negocios ilícitos, empresas millonarias y hasta cuentas en
las Bermudas. ¡Un thriller gansteril! Por su puesto, todo en Estados Unidos,
mientras las autoridades mexicanos parecen más dadas a la complicidad que a la
justicia. Hasta hace unas semanas, Villarreal era prófugo de la justicia
n-o-r-t-e-a-m-e-r-i-c-a-n-a. En Coahuila ni enterados estaban. Al procurador
Homero Ramos, ni para qué preguntarle sobre las investigaciones del fraude de
la deuda. Armando Luna, el Secretario de Gobierno que ¡está en la Luna! Y al gobernador Rubén Moreira ni para qué molestarlo. Lo suyo son las
fotografías y las leyes en el Congreso estatal.
Al fin el silencio sobre la detención del ex tesorero lo dice todo.
Pero
hace algunos meses algo más se rompió en la cadena de complicidades llamada
deuda de Coahuila, porque el proceso también alcanzó al ex gobernador interino
de Coahuila, Jorge Torres. ¿Se habrá roto el pacto Torres-Moreira? Eso sí, con
mucha dignidad Torres fue a reclamar una cuenta congelada por el gobierno
estadounidense. Casi tres millones de dólares fruto de su “trabajo”. Las cosas
para Torres se complicaron a tal punto, que hasta a su esposa le cancelaron el
shopping. ¡Vaya golpe! Por ahora nada sabemos de Torres. ¿Todavía vivirá en
Saltillo? ¿Se habrá inscrito en alguna maestría en Barcelona? ¿O estará en un
gimnasio haciendo un vistoso lavadero?
La presión
es cada vez mayor, aunque en Coahuila algunos piensen que la corrupción de la deuda
es un tema pasado. Cómo olvidar la declaración de un banquero que afirmó:
“deuda es historia”. Pero mientras Villarreal enfrenta un proceso penal, otros
responsables de la deuda que alcanzó los 35 mil millones de pesos, están
desaparecidos. Unos más forman parte del gobierno de Coahuila y el más
importante, Humberto, nos dice que toma el sol en Cuernavaca.
El
papá de Villarreal señala que el principal responsable del fraude de la deuda
es Humberto Moreira: "Mi hijo es inocente: de eso no me cabe duda. Aquí el
único responsable es Moreira. Él era el Gobernador. Él es el autor de todo
esto".
Es
representativo de la democracia en México ver como la justicia tienen distintas
medidas. Andrés Granier, exgobernador de Tabasco que también endeudó su
entidad, terminó en la cárcel y por las mismas su ex tesorero, José Manuel Saiz
Pineda, el hombre de los 88 millones de pesos en efectivo. Dos conclusiones se
desprenden de las deudas estatales ligadas a escándalos de corrupción. Una. En
México es relativamente fácil asaltar el erario, siempre y cuando se tenga
licencia de gobernador (o cualquier otro cargo público de relevancia). Dos. Hay una alta probabilidad de impunidad
en función de una justicia diferenciada. A unos sí y a otros no. En Coahuila
esto se llama “una nueva forma de gobernar”.
Por eso hasta la fecha no hay responsables, ni transparencia y mucho
menos rendición de cuentas sobre la deuda de Moreira I. En cambio dos años
después crean en el Congreso (con una mayoría de diputados leales), una
flamante comisión para investigar la deuda. Nos es difícil imaginar el
resultado.
El
proceso de Javier Villareal es sólo la punta del iceberg del megafraude que
pagamos los coahuilenses. A todo esto, ¿porqué Villarreal sí es detenido y
Humberto Moreira no? La novela realista todavía no termina. Ahora Villarreal
enfrenta su propio dilema del prisionero. ¿Delatará a su antiguo jefe?