lunes, 12 de enero de 2015

Defender la sociedad


El  estado es un mal necesario. Necesario ante la anarquía o la guerra de todos contra todos. Necesario como orden social. El estado fija ciertos límites a través de instituciones y actos de autoridad. Es significativo, que el origen de la misma palabra autoridad, refiera aumentar o hacer crecer. Pero ¿qué sucede cuando ese mal necesario no ayuda a crecer, ni tampoco a contener la sociedad? ¿Para qué sirve un estado que deja de dar sentido a la autoridad?  

A lo largo de las últimas semanas, hemos presenciado la degradación del estado de Guerrero. No sólo porque en esa entidad, como en otras del país, los criminales se han impuesto al gobierno. Lo indignante del caso, es la impunidad y la inutilidad de las instituciones más básicas del estado. Ni el gobierno estatal, ni el congreso y mucho menos las autoridades judiciales, tienen una respuesta ante la crisis que padece la población.

En la peor de las decisiones, el todavía gobernador Ángel Aguirre, sólo ha agravado el problema con su permanencia. Su actitud no podía ser mejor para crispar más la situación. Cuando el palacio está en llamas, él sale decir que el problema de ingobernabilidad sólo está en Iguala. Para él las cosas están bien como están, no importan que desaparezcan 43 personas, ni que su entidad concentre una tasa de homicidios espeluznante. En vez de callarse e irse, se enreda más. Por eso, el llamado a realizar una consulta popular sobre su permanencia en el gobierno, es una broma de mal gusto para ganar tiempo. No está la figura en la constitución estatal, ni es procedente en el corto plazo la propuesta a través de un reforma. Por lo tanto, sólo se trata de un garlito más para permanecer en el poder. Está claro que el hombre no se quiere ir, aunque sus oficinas estén quemadas.


¿Qué demuestra esa actitud de un gobernante? A) Que es más importante el gobernante que los gobernados; B) Que en México el poder público alienta y protege la impunidad. Lo preocupante del caso, es que la democracia mexicana está casi inerme ante los abusos de los gobernantes, o ante los casos, donde el gobierno es contraproducente a la sociedad. ¿Cómo defender entonces a la sociedad?  Ante el problema de ingobernabilidad de los poderes estatales, los ciudadanos de Guerrero no pueden llamar  a la revocación de mandato, por la sencilla razón de que la figura no existe. Ahí gana el gobernante, no los gobernados.  Tampoco pueden organizar una consulta popular para decidir si ve o se queda, porque no existe el mecanismo legal para proceder. Nuevamente gana el gobernante. En cambio sí existe la petición de licencia o el juicio político para destituir al gobernador. La licencia está a voluntad del gobernante, y ya sabemos que los cargos públicos son muy cotizados por el negocio que representan. Por lo tanto, es difícil que el gobernador deje el cargo por él mismo. 

El otro camino de juicio político está en manos de un congreso local que él mismo gobernador controla. En consecuencia gana otra vez el gobernante. Entonces ¿qué queda si su partido, el PRD, lo protege incluso a costa de aumentar su desprestigio? Tomar las calles como hasta ahora lo han hecho los ciudadanos. Aumentar la presión social, con el riesgo de que estalle un conflicto mayor. La cámara de diputados formó una comisión para cubrir las formas y no decidir nada. El senado aplaza su decisión y con ello serán otras dos semanas más donde el PRD y su apreciado gobernador defienden lo indefendible. 

Por donde se le vea, el PRD pierde y Ángel Aguirre es un cadáver político. Si mantiene al gobernador como hasta ahora lo ha hecho, pierde. Si quita al gobernador, también pierde. En ese cálculo del precipicio, el PRD ya está descarrilado como oposición y como partido. No tiene nada que ofrecer al igual que el PAN. En el mejor de los casos, la debacle de ambos partidos sólo fortalece PRI. Pero no perdamos de vista, independientemente del juego político, que los principales perdedores son los ciudadanos, no la pequeña minoría que gobierna o desgobierna al país. Mientras tanto, pueden desaparecer 43, 100  o los que sean, si finalmente no queda claro la existencia de un estado para defender a la sociedad.

22 de oct 2014
El Siglo
http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1049811.defender-a-la-sociedad.html