El estado es un mal necesario. Necesario ante la
anarquía o la guerra de todos contra todos. Necesario como orden social. El
estado fija ciertos límites a través de instituciones y actos de autoridad. Es
significativo, que el origen de la misma palabra autoridad, refiera aumentar o
hacer crecer. Pero ¿qué sucede cuando ese mal necesario no ayuda a crecer, ni
tampoco a contener la sociedad? ¿Para qué sirve un estado que deja de dar
sentido a la autoridad?
A lo
largo de las últimas semanas, hemos presenciado la degradación del estado de
Guerrero. No sólo porque en esa entidad, como en otras del país, los criminales
se han impuesto al gobierno. Lo indignante del caso, es la impunidad y la
inutilidad de las instituciones más básicas del estado. Ni el gobierno estatal,
ni el congreso y mucho menos las autoridades judiciales, tienen una respuesta
ante la crisis que padece la población.
En
la peor de las decisiones, el todavía gobernador Ángel Aguirre, sólo ha agravado
el problema con su permanencia. Su actitud no podía ser mejor para crispar más
la situación. Cuando el palacio está en llamas, él sale decir que el problema
de ingobernabilidad sólo está en Iguala. Para él las cosas están bien como
están, no importan que desaparezcan 43 personas, ni que su entidad concentre
una tasa de homicidios espeluznante. En vez de callarse e irse, se enreda más.
Por eso, el llamado a realizar una consulta popular sobre su permanencia en el
gobierno, es una broma de mal gusto para ganar tiempo. No está la figura en la
constitución estatal, ni es procedente en el corto plazo la propuesta a través
de un reforma. Por lo tanto, sólo se trata de un garlito más para permanecer en
el poder. Está claro que el hombre no se quiere ir, aunque sus oficinas estén
quemadas.
¿Qué
demuestra esa actitud de un gobernante? A) Que es más importante el gobernante
que los gobernados; B) Que en México el poder público alienta y protege la
impunidad. Lo preocupante del caso, es que la democracia mexicana está casi
inerme ante los abusos de los gobernantes, o ante los casos, donde el gobierno
es contraproducente a la sociedad. ¿Cómo defender entonces a la sociedad? Ante el problema de ingobernabilidad de los
poderes estatales, los ciudadanos de Guerrero no pueden llamar a la revocación de mandato, por la sencilla
razón de que la figura no existe. Ahí gana el gobernante, no los gobernados. Tampoco pueden organizar una consulta popular
para decidir si ve o se queda, porque no existe el mecanismo legal para proceder.
Nuevamente gana el gobernante. En cambio sí existe la petición de licencia o el
juicio político para destituir al gobernador. La licencia está a voluntad del gobernante,
y ya sabemos que los cargos públicos son muy cotizados por el negocio que
representan. Por lo tanto, es difícil que el gobernador deje el cargo por él
mismo.
El otro camino de juicio político está en manos de un congreso local que
él mismo gobernador controla. En consecuencia gana otra vez el gobernante. Entonces
¿qué queda si su partido, el PRD, lo protege incluso a costa de aumentar su
desprestigio? Tomar las calles como hasta ahora lo han hecho los ciudadanos. Aumentar
la presión social, con el riesgo de que estalle un conflicto mayor. La cámara
de diputados formó una comisión para cubrir las formas y no decidir nada. El
senado aplaza su decisión y con ello serán otras dos semanas más donde el PRD y
su apreciado gobernador defienden lo indefendible.
Por donde se le vea, el PRD
pierde y Ángel Aguirre es un cadáver político. Si mantiene al gobernador como
hasta ahora lo ha hecho, pierde. Si quita al gobernador, también pierde. En ese
cálculo del precipicio, el PRD ya está descarrilado como oposición y como
partido. No tiene nada que ofrecer al igual que el PAN. En el mejor de los
casos, la debacle de ambos partidos sólo fortalece PRI. Pero no perdamos de
vista, independientemente del juego político, que los principales perdedores
son los ciudadanos, no la pequeña minoría que gobierna o desgobierna al país. Mientras
tanto, pueden desaparecer 43, 100 o los
que sean, si finalmente no queda claro la existencia de un estado para defender
a la sociedad.
22 de oct 2014
El Siglo
http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1049811.defender-a-la-sociedad.html