Nuestro gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, hombre 100% mediático, no desaprovechó la coyuntura previa a la marcha en el DF. Propuso a vote pronto, aprobar en la legislación de Coahuila la pena de muerte para secuestradores. Las notas nacionales no dejaron pasar la ocasión de Moreira, muy dado a los espectacular, ganó noticieros de cadena nacioal. Las ocurrencias rinden frutos.
No voy a esgrimir aquí la inopertante presunción de la iniciativa. ¿No sería mejor que la Procuraduría del Estado rindiera cuentas de su efectividad? ¿Acaso no es más razonable hacer valer la ley existente? Si el Estado mexicano, léase los tres niveles de gobierno, ha incumplico notablemente en algo, es en consolidar el estado de derecho. Mientras tanto, la justicia es un que grouyere.