martes, 25 de agosto de 2009
Diez propuestas para Torreón
La contienda por la presidencia municipal de Torreón ya empezó y habrá de intensificarse en las próximas semanas. Veremos lo habitual. Espectaculares, anuncios, volantes y publicidad repetida hasta el cansancio. También vendrán las ofertas, y con ello, quizá, las discusiones y las propuestas entre los candidatos Eduardo Olmos del PRI y Jesús de León Tello del PAN. En este sentido, no habrá que perder de vista, cuáles serán las propuestas y los medios expresados para realizarlas, sobre todo, ante la inminente crisis financiera que viven las finanzas públicas. A manera de discusión, pero sobre todo, pensando en un Torreón posible, y no solamente deseable, bosquejo diez propuestas para construir la ciudad moderna del siglo XXI. El espíritu de algunas propuestas, más que presentarse como innovadoras, pretenden revalorar espacios, rescatar actores; otras, simplemente buscan regresarle su lugar central a los partícipes principales de la ciudad: los ciudadanos, las personas.
Van las propuestas, no necesariamente en orden de importancia.
1.- Rescatar y trabajar el Centro Histórico con imagen acorde al entorno. Hablo de una imagen urbana congruente, de acuerdo a la historia de la ciudad. Una clave está en la arquitectura, hay que desempolvarla para verla bien. La remodelación del centro no se limita al concreto estampado, sino a una integración adecuada al entorno que se tiene, respetando la dignidad de nuestros mejores piezas arquitectónicas, que las hay. Y quizá en este punto, se tenga que recomponer cosas de mal gusto que la actual Administración impulsó, como los módulos de los ambulantes, que distorsionan todo el sentido del paisaje urbanístico.
2.- Espacios peatonales y banquetas libres para discapacitados. ¿Quién piensa en los peatones? Otras Administraciones han pretendido proyectar un "gran" desarrollo para la ciudad, pero olvidan al actor principal: las personas. Desde hace años que lo nuevo de Torreón sólo está hecho para transitarse en automóviles. Una ciudad es grande por sus espacios para las personas, no por sus puentes para coches, que en los próximos años, al fin, se saturarán. Por otro lado, las banquetas carecen por lo general de rampas para los discapacitados. No se trata de inventar un reglamento, sino de aplicar el que ya existe.
3.- Ciclovías y rutas especiales para los ciclistas que transitan por la ciudad. Si queremos ser una gran ciudad, tenemos que empezar por reconocer formas más sustentables y amplias de transporte. Podemos compararnos radicalmente con algunas ciudades europeas, pero sencillamente, en la ciudad de Durango, hay algunos ejemplos de estas vías. ¿O acaso los ciclistas no tiene derecho? Varios artículos de Francisco Valdés Perezgasga ha insistido en este punto, vale releerlos para escuchar una voz autorizada.
4.- Restructuración de las rutas del transporte. Se avanzó en la remodelación de los autobuses, ahora falta dar un paso más relevante: la reingeniería de las rutas, más acorde a los cambios de la ciudad.
5.- La separación la basura desde la recolección. Esto implica una política pública con toda la hechura, es decir, un auténtico plan de participación ciudadana. Los encargados de estudiar la sociedad, nos recuerdan que las personas en su conjunto social no responden por sí solas, sino a través de un marco institucional que las alienta. Una serie de incentivos que las anima. Los comportamientos se forman, no nacen por ósmosis ni llana inspiración política. De ahí que un razonable incentivo económico, como un descuento en el recibo de la basura, sea consecuencia de la separación de los desechos desde las casas de los torreonenses. Un intercambio en el cual ganan las dos partes.
6.- Generación de electricidad por medio del gas metano. Una fuente alternativa de energía eléctrica para iluminar la ciudad, al menos las vías principales, como sucede actualmente en la zona metropolitana de Monterrey, está en el metano. La energía se puede cultivar y producir de la basura de Torreón, pero sobre todo, de los muchos establos que la rodean. El mejor ejemplo de aprovechamiento sustentable lo tenemos desde hace varios años en el ejido Batopilas. Ahí, el problema de los desechos fecales de las vacas, fue reconducido a ciclo virtuoso de generación de energía, abono orgánico, reducción de contaminación y abaratamiento de costos.
7.- Monitoreo de los arbotantes. Como si el dinero y los recursos fueran ilimitados, es común observar cantidad de luminarias prendidas a plena luz del día. Ahora que las arcas tienen menos dinero, valdrá mucho cuidar lo que se tiene.
8.- Un drenaje para Torreón. Casi no llueve nos han dicho, cuesta mucho; son algunas excusas para dejar el problema. Dejémonos de pretextos, pero también de corrupción y de una vez hagamos un plan para dar buen cauce a la lluvia. Más vale ir construyendo el largo plazo.
9.-Tan sólo hace algunas semanas, escuchaba una conferencia sobre cómo le hacen los municipios más exitosos del país, la experta en finanzas municipales, mencionaba dos ejes que procuran los municipios con suficiencia presupuestal: un catastro eficiente y la promoción del turismo. En el segundo rubro, Torreón está subutilizando su infraestructura en museos como una forma de atraer públicos. Por ejemplo, ahí está el magnífico Museo Arocena, con una colección notable en el norte mexicano. Más de un visitante extranjero se ha sorprendido gratamente de encontrar un sitio como el Arocena.
10.- El agua. El problema de la escasez, la calidad del agua, el hidroarsenicismo, llaman a la urgencia. Torreón, como la punta de la Comarca, al menos hasta ahora, bien puede impulsar el rescate de la cuenca del Nazas. No con más estudios, sino con un plan bien ejecutado que restaure la dignidad milenaria del río y su curso natural.
22 de agosto 2009
El Siglo de Torreón