En la semana, el alcalde Eduardo Olmos anunció un subsidio de 20 millones de pesos al año, para apoyar a estudiantes, personas discapacitadas y de la tercera edad para el transporte. La propuesta tiene sentido, sobre todo, sí conocemos que las personas de bajos ingresos son las que más gastan parte de su salario en la transportación cotidiana. Cálculos del IMCO estiman que hasta un 52 por ciento del ingreso es destinado a pagar transporte. El programa se aplicará el año que entra, sin embargo, apoyos de esta naturaleza, corren el riesgo de abusos o malos destinos. En su momento, la “Tarjeta de la gente”, (ahora del Hogar), fue objeto de abusos e irregularidades millonarias. Lo menos que se puede esperar es transparencia, reglas de operación claras y eficiencia.