miércoles, 12 de agosto de 2015

Distrito Colón

Poco a poco empieza a emerger otro Torreón, y con ello, una narrativa alentadora para la ciudad. Asociaciones civiles que con propuesta y trabajo están construyendo una mejor ciudad. Colectivos ciclistas que día a día alegran las calles y contagian las ganas de andar en bicicleta. Vamos, hasta recientemente el equipo de futbol Santos Laguna, ganó el campeonato, después de quedarse durante varios años en la raya.

Paulatinamente está emergiendo el orgullo y la identidad de la ciudad, de nosotros mismos. Quizá el ejemplo más visible se está construyendo en las calles, a pie de banqueta y con las puertas abiertas. No es casual, que dos de las zonas más emblemáticas y bellas de la ciudad, la avenida Colón, y la Morelos, sean el escenario de esta nueva narrativa citadina. Tampoco es casual, que los protagonistas de este resurgimiento de la ciudad en esa parte, sean jóvenes que rondan entre los veinte y treinta años. Hay energías y ganas de hacer otra historia. Pero sobre todo, una apuesta por echar raíces y crecer en la ciudad. Por lo mismo, me gustan esas iniciativas lideradas por chavos como el Distrito Colón, donde más de 45 negocios se han abierto en los últimos dos años, alrededor de esa área del centro de la ciudad. Estamos ante otra generación y otra visión de ciudad.
Es cierto que a nuestro centro le falta mucho por restaurar, y que padece un abandono de años. El reflejo de ese síntoma son los numerosos inmuebles abandonados y un buen número de banquetas destrozadas. Sin embargo, poco a poco un grupo diverso de jóvenes está revitalizando los espacios. Nuevos cafés y restaurantes, bares y hasta productos que buscan alentar el comercio local, son indicativo de esa tendencia. Iván Jalife, miembro del Distrito Colón que ya aglutina a 25 socios, me comenta que el gran atractivo de estas calles, valora tres aspectos. Es un área peatonal, donde se puede ir fácilmente de un lugar a otro sin necesariamente andar en coche. Tiene historia, es decir, identidad, y además, hay una notable belleza en el entorno. Amplias zonas arboladas, jardines, espacios abiertos, banquetas anchas para caminar cómodamente, casas y edificios históricos que distinguen nuestro presente. En ese sentido, hay que celebrar que viejas casas y edificios antiguos, están mostrando nuevos bríos por su apropiación. Nada más dañino para una finca histórica, que estar deshabitada. De esa manera, un buen remedio para la conservación del patrimonio, es su uso.
Si hace algunos años la tendencia en Torreón fue cerrar calles y levantar muros, ahora los comercios del Distrito Colón, sacan sus mesas a la calle como buena prueba de que otros tiempos corren en la ciudad. A la par, también han surgido a la manera gringa, llamativos "food trucks" que deambulan por aquí y por allá. Su distintivo es llevar buena comida callejera. Pero lo más notable es que detrás de esas delicias ambulantes, se encuentran jóvenes abriendo mercado, ofreciendo productos locales, innovando en gustos y sabores. Eso sí, todo a pie de banqueta como muestra del cambio que viene empujando una generación que no la venció el temor de salir a las calles. No perdamos de vista esa tendencia que ya está haciendo día a día una mejor ciudad. ¡Enhorabuena!
17 de junio 2015