miércoles, 12 de agosto de 2015

La increíble y triste historia de Joaquín Archivaldo Guzmán

Su historia raya en lo increíble y lo sorprendente. Entre sobresaltos y sobrevivencias, no hay lugar para lo ordinario. Un escape, dos escapes, qué más da. Su nombre es leyenda, al igual que su alias. Cual héroe de la revolución (pero sin ideario), tiene corridos y es venerado. Para el caso, es el hijo pródigo de Sinaloa. Reconocido por propios y extraños. Una revista gringa de negocios dijo que es muy rico y poderoso, pero para los mexicanos, es verdad de perogrullo. Unos lo acusan de ser el enemigo público número uno. Para otros es un forajido ejemplar. Su historia inspira leyendas, películas y hasta historietas. Próximamente habrá más series de televisión. Nuestra realidad es tan hilarante, tan alucinante, que alimenta sobradamente guiones y novelas.
Joaquín Archivaldo Guzmán, alias el Chapo, es el criminal más buscado, el famosísimo narcotraficante, y también el hombre de mediana estatura que en pleno ambiente de impunidad y pobreza, vence al Estado una y otra vez. No importa el tamaño de los muros, ni los penales de máxima seguridad. Sin duda estamos ante un tipo paciente y metódico; un duro empresario a punta de metralla. De esa manera, la fuga del Chapo no sólo exhibe lo obvio: corrupción, impunidad, una profunda debilidad del Estado. Sobre todo muestra el vacío de gobiernos y gobernantes.
Durante años, el PRI espetó a los gobiernos del PAN los problemas de seguridad y sobre todo, la fuga del Chapo en 2001. No saben gobernar, dijeron. En el imaginario, hasta se asumió la bondad de un PRI corrupto, pero con oficio para el gobierno. A la vuelta de los años, ni una cosa ni otra. Es un mito el PRI a la hora de gobernar. En cambio, es un partido bien organizado y eficiente para ganar elecciones. Una máquina electoral para mantener el poder. El artificio del PRI con Enrique Peña Nieto en la presidencia, iba muy bien. Reformas históricas, acuerdos sin precedentes. Inseguridad a la baja, y la cereza del pastel: la captura del Chapo en 2014. Después la terca realidad derrumbó prematuramente la imagen del gobierno. Tlatlaya, Ayotzinapa, la Casa blanca y Grupo Higa. Inseguridad y corrupción. Eso sí, Peña Nieto no sacrificó su viaje a China. ¿Para qué ir a ese pobre poblado de Guerrero si puede ir al otro lado del mundo? Ahora el "gobernante" se fue a Francia con muchos acompañantes. Porque entre más pequeño el político, más grande es la comitiva. Al fin, en París las compras y los paseos son mejores. Ni "prole" que los moleste.
En 1992 el mítico Pablo Escobar, se fugó de la cárcel. Consciente de la importancia del suceso, el entonces presidente de Colombia, César Gaviria, suspendió su viaje a la cumbre de Madrid, para afrontar el problema. En México, nuestro presidente está al revés, se va de viaje para evitar los problemas.
Materialmente el túnel del Chapo es la metáfora del gobierno. El gobierno avestruz que esconde la cabeza: el desgobierno. En plena ironía, la procuradora Arely Gómez y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fueron a conocer el túnel. Seguramente ya nadie les platica. ¡Qué lejos estamos de las leyendas que dieron gloria a la Secretaría de Gobernación! Jesús Reyes Heroles, Fernando Gutiérrez Barrios. ¡Qué cerca estamos de la ineptitud y el ridículo! Nadie renuncia, nadie es responsable. Hasta indigna la pregunta al secretario Osorio Chong.
Como sea, antes y después de las fugas del Chapo, poco cambiaron las cosas en el país en relación a la corrupción y la terrible vulnerabilidad del Estado mexicano. El esquema prohibicionista y punitivo contra las drogas que asume México, vía los Estados Unidos, sólo ha hecho más poderosos y ricos a los cárteles mexicanos. Paradójicamente en Estados Unidos hay una tendencia a liberar el consumo y hasta la producción de droga, particularmente marihuana. En México, preferimos los desvaríos de una guerra, que las alternativas de legalización. Pero difícilmente tenemos hombres que no les quede grande el cargo para gobernar. Por el contrario, abunda el gobierno de la cleptocracia. A todo esto ¿dónde quedó la oposición?
POSDATA
Indigna la fuga del Chapo, pero no perdamos de vista que varios exgobernadores gozan igualmente de protección e impunidad. Libre Humberto Moreira que desfalcó a Coahuila con más de 35 mil millones de pesos. Libre Armando Reynoso Femat, quien "gobernó" Aguascalientes, como su empresa personal. Libre Eugenio Hernández acusado de lavado de dinero en Estados Unidos. La lista es larga…