En la recta final de la campaña, la competencia más cerrada es por el segundo lugar. Tras el debate del domingo, Josefina Vázquez Mota fue la que mejor desempeño tuvo. Se movió a sus anchas, puso en su lugar al candidato de La Maestra y tuvo críticas para todos, en especial para López Obrador. Pero la candidata panista no tenía opción, era el momento y lo aprovechó. En cambio Enrique Peña Nieto y Obrador, más cercanos a la presidencia, jugaron un papel conservador. No se movieron mucho, tampoco se atacaron. Saben que la disputa es en el calles, por eso no quemaron cartuchos en el debate.
Mientras veía el debate en compañía de buenos amigos, hubo varios momentos en que sentí vergüenza como coahuilese. Me refiero a las críticas que lanzó Josefina al priista, y para ello tomó como ejemplo negativo el caso de Coahuila. Aunque los priistas no lo reconocen en público, es bochornoso para ellos defender lo indefendible. Mejor insultan la inteligencia. A cambio prefieren hacer análisis mediocres y superficiales como los expuestos por la candidata del Distrito VI, Norma González Córdova. Al respecto recomiendo el puntual texto de mi compañero de páginas en Milenio (12/VI/2012), Eduardo Holguin, sobre las cifras de la “más peor” deuda.
En dos ocasiones Vázquez Mota mencionó a Coahuila y la megadeuda de Moreira I como ejemplo de corrupción. Incluso habló de lavado de dinero. Tristemente la imagen que ahora se proyecta de Coahuila es una imagen negativa por el fraude de la deuda. Aunque en la burbuja Moreira II habla del “Estado fuerte” y la “bases para seguir creciendo”, la realidad sobre el estado es otra: la impunidad y los miles de millones sin comprobar; las fortunas mal habidas y la complicidad entre funcionarios; los exfuncionarios prófugos y las cuentas sin saldar…
¡Qué vergüenza para Coahuila la herencia de los Moreira! ¡Qué vergüenza cada vez que se mencionan a nuestro estado como paradigma de la corrupción! Por estos días, hasta Herbert Bettinger, asesor económico de Manlio Fabio Beltrones, habla de los inconvenientes de la deuda.
Sin embargo, el discurso de Josefina sólo tienen sentido para su campaña si en los próximos días se anuncia la detención de ex gobernador Humberto Moreira y el tesorero solitario, Javier Villarreal. Fuera de ahí, las críticas de la panista son irrelevantes. ¿Será que el gobierno de Felipe Calderón ya prepara una sorpresa? No lo descarte, la campaña todavía no termina.
Regreso al segundo debate: ¿Hubo un ganador? Al igual que en el primero, sí hubo un ganador. Fue Peña Nieto. No por su desempeño, ni por su mensaje, sino por lo que no le hicieron sus oponentes. Otra vez, se fue sin despeinarse.
13 de junio 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9150204