miércoles, 29 de mayo de 2013

El Moreira de Tabasco


Como en la historia reciente del país, la alternancia en Tabasco llegó muy tarde. Ya sé que después de dos sexenios panistas la alternancia no es todo, pero sí es una condición mínima para evitar abusos perpetuos. Sencillamente no es sano que siempre gobierne un solo partido. En el verano de 2012, ganó por primera vez otro partido el gobierno estatal de Tabasco. Arturo Núñez encabezó la coalición PRD, PT y Movimiento ciudadano. No sólo le ganó la gubernatura al PRI, sino también se ganó un gran problema al recibir en números rojos y al borde de la quiebra las finanzas del estado. Esa historia ya parece normal en nuestra democracia, porque al igual que otras entidades, heredaron gobiernos endeudados y fraudes millonarios. El paradigma fue Coahuila con Humberto Moreira. Pero Veracruz, Michoacán (que ya ni gobernador tiene), Chiapas, Nuevo León, Jalisco…

Ahora tocó el turno a Tabasco, que durante el gobierno de una “persona normal” como Andrés Granier Melo, dejó una finanzas endeudadísimas. Eso sí, el exgobernador es un gentleman, un exquisito para vestir: 400 pares de zapatos, mil camisas, 400 pantalones, 300 trajes y una deuda de miles de millones de pesos. De la noche a la mañana la deuda de Tabasco pasó de unos 4 mil millones a más de 17 mil millones de pesos. En pocas palabras, uno Humberto Moreira del sur, aunque todavía se queda corto contra los 35 mil millones.

Cuando el nuevo gobernador, asumió el poder en enero de este año, encontró una situación financiera escandalosa e inoperante. Ni siquiera tenía el gobierno estatal para pagar la nómina y tuvo que rogar que le adelantaran participaciones federales. Por supuesto, el exgobernador negó tranquilo el desastre financiero. “Me resulta dificilísimo de creer que el gobernador del estado no estuviese enterado”, expresó Núñez al referirse a Granier. Luego vino la investigación, las grabaciones y el escándalo del ex secretario de finanzas, José Manuel Saiz (un Javier Villarreal de baja estofa), a quien nada más le incautaron esta semana, 88 millones de pesos en efectivo. Eso sí, guardado en modestas cajas de cartón, lo que muestra como un mal aprendiz de Zhenli Ye Gon. ¿Se acuerdan del “copelas o cuello”?

Dentro de todo los males, está la pequeña virtud de la alternancia. ¿Qué habría sido de esta historia si el mismo partido, el PRI, hubiera ganado las elecciones? Seguramente no sabríamos el tamaño del fraude, ni la corrupción que rodea a la anterior administración en Tabasco. Ya hasta la Auditoría Superior de la Federación dice que investigará las cuentas. Sólo falta que en las próximas semanas giren una orden de aprehensión contra Granier Melo. Pero el caso de Tabasco demuestra lo fácil que es robar el erario en México y salir impune. También demuestra, que a falta de alternancia en los estados, Coahuila es un gran ejemplo, tenemos campeones de la impunidad y la corrupción. Nada más entre los Moreira (uno tapa al otro), por más que se den patadas por debajo de la mesa, la deuda sigue impune. Nadie sabe nada sobre los 35 mil millones, pero el profe vive de una beca que ¡no tiene! ¿Qué mayor beneficio pueden gozar Humberto, Javier Villarreal, Vicente Cháirez y todos los demás caballeros del megafraude en Coahuila? La alternancia no será mucho, pero cómo se extraña en la entidad. Sin duda otra historia contaríamos.

24 de mayo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9181481