Contra las expectativas y los malos augurios, el Pacto por México avanza. De seguir así, no sólo el gobierno federal, sino el Congreso podrían estar empujando una útil agenda reformadora para cambiar las obsoletas reglas del juego en varios ámbitos. Esta semana se firmó el acuerdo de la llamada reforma financiera, a fin de modificar la relación entre la banca, el crédito y sobre todo, el trato a los usuarios. Nuevamente los principales líderes políticos y el presidente Enrique Peña Nieto, suscribieron al pacto. Y ya casi les creo a los políticos, cuando al finalizar el acuerdo aplaudieron con gran aprobación. Sin embargo, previo al adendum del Pacto, vino el escándalo de Veracruz y los operadores electorales desde la Secretaría de Desarrollo Social. Sí, sí, toda esa historia bien conocida que desde el poder se teje para beneficiar la red electoral del propio partido.
Si bien, ni Jesús Zambrano del PRD, ni Gustavo Madero del PAN, lograron tumbar a la secretaria Rosario Robles, sí hicieron el suficiente ruido para llevar el tema a la mesa del Pacto. Vamos, hasta nos recetan la quimera del “blindaje” electoral. Pero en el PRI, apenas salen de una y ya están en otra. Ahora tocó el turno al gobernador Rubén Moreira, quien sin temor ni temblor, anunció él mismo la operación de los Comités de Política de Asistencia Social (Compas). La misma historia, pero en otro estado. Por supuesto, la operación de los Compas se da “oportunamente” antes de las elecciones locales en el estado. Nada como llevar agua al molino de la contienda electoral. Pero tampoco nos sorprendamos ingenuamente, porque todo gobierno que desee mantener el poder tiende a tejer redes para su conservación. La diferencia está en el manejo y la forma. Y ahí sí, el gobernador Moreira II, quedó embelesado ante el aplauso y la zalamería multitudinaria de un “Coliseo” pletórico de priistas con camisas rojas. Pero intenta fallidamente la otrora popularidad de su hermano. Sin la virtud de la discreción, hasta lo más noble se estropea. En este caso, ni discreción, y mucho menos nobleza.
Tan elemental como mostrar una foto. De esa manera, Madero recordó ante el presidente Peña Nieto, las “prácticas priistas que deben ser erradicadas”. Pero en realidad, la exhibición no la hizo el presidente nacional del PAN, sino el propio Moreira II. No sólo divulgó las fotos él mismo (nada más vean su Twitter), sino se sintió fortalecido por un ejército electoral para colmarlo de aplausos.
Antes, el diputado Ricardo Mejía Berdeja, del Movimiento Ciudadano, ya había señalado a los Compas de Rubén e incluso, aunque no sé para qué, presentó una denuncia ante la PGR. Según el gobernador de Coahuila, la estructura arrancará después del siete de julio. ¿Alguien le cree? Dicho así, la mejor manera de afirmar la intención de los Compas, es negándola.
Bajo un inconsistente gobierno a cuestas, a Moreira II no le queda más que hacer todo lo posible para contener el voto a favor de su partido en las próximas elecciones. Sabe bien que enfrenta escenarios competidos en Piedras Negras, Monclova y sobre todo, Torreón, donde su imagen no termina de convencer a la opinión pública. Sólo falta que su hermano no lo vuelva a estropear.
10 de mayo 2013