Dolmo Flores, fuente El Siglo |
Durante años me apasionó el fútbol. En buena medida mi abuelo me inició en aquellas pasiones a tal grado de integrarme a un equipo. Como aficionado de hueso colorado, mi abuelo Arturo Cuadros Vidal nos reunía los domingos al culto de esa bien extendida religión. Era la peregrinación quincenal al templo de los guerreros, en el ahora derruido estadio Corona. Para el Santos fueron las épocas de un equipo maletón, colero e irrelevante en la liga nacional, pero al mismo tiempo, o al menos así me parecía, era un equipo que aunque perdiera ofrecía algo de espectáculo, pasión y garra.
Guardo así mis mejores recuerdos del Santos con técnicos como Rubén Matturaro o Roberto Matosas, acaso por la consciencia cegada de convivir con un deporte. Me acuerdo también de esas leyendas hondureñas, Dolmo y Juan Flores, la dupla que tanta satisfacción nos dio a los aficionados. O de aquél porterazo gringo Richard Alan Adams… Luego vendrían las glorias del subcampeonato y campeonato contra Tecos y Necaxa.
Como todo, las cosas y los gustos cambian, entonces tomamos otros rumbos. Hoy el fútbol no me interesa y me entero que hay juego por el tráfico en la ciudad. Pasé de la creencia fervorosa al ateísmo futbolístico.
Fuente: Mitofsky |
En cambio sí me interesa la marca que genera el equipo a la ciudad de Torreón, a La Laguna. Si antes la región era famosa por su algodón, ahora nos conocen por el Santos. Desde luego que estoy generalizando, pero de unos años para acá la prestigiosa casa encuestadora Consulta Mitofsky, ha venido realizando un puntual registro de las aficiones y su peso en la opinión nacional. En este sentido, el equipo Santos se mantiene en la lista de los cinco equipos más populares del país. En primer lugar los históricos: Guadalajara con 24% de las preferencias nacionales; América 23%; Cruz Azul 10%; Pumas 7.8% y Santos 5.9%.
Fuente: Motofsky |
En ese orden hay un dato que resulta significativo por el género que lo impulsa. Me refiero a que en los últimos dos años el Santos aumentó su posicionamiento nacional gracias al crecimiento de las aficionadas. Si en 2010 4.5% de las mujeres en México declaraban su amor al Santos. En 2011 ese porcentaje creció a 7.2%.
En el fondo, cuando hablamos de estas cosas es innegable la relación entre el Santos y la “marca Torreón”. El potencial que representa la marca con sus productos ancla está todavía por explotarse como parte de una sólida estrategia. No basta con admirar Medellín o Bilbao. Por eso la labor de los gobiernos en conjunto con las empresas sería clave para el reposicionamiento de la región a nivel nacional. Hemos perdido presencia e importancia en los indicadores nacionales, y por si fuera poco, el mal de la inseguridad agrava nuestra condición. Más allá del fútbol, La Laguna parece aletargada y la marca por los suelos. Es hora de recuperar el amor por la ciudad.
20 de marzo del 2011