domingo, 13 de marzo de 2011

Torreón, el Diablo de los números



“Sí, son unas criaturas fantásticas, los números. ¿Sabes? En el fondo no hay números normales. Cada uno de ellos tiene sus propios rasgos, sus propios secretos. Nuca acaba uno de conocerlos”. Esa es la respuesta del diablillo a Robert, en su empeño por explicar los números. El resto de la historia se puede encontrar en un entretenido libro de Hans Magnus Enzensberger, titulado “El diablo de los números”. 
De alguna manera, los resultado definitivos del Censo 2010 practicado por el INEGI nos revela perfiles de la sociedad, sin que acabe uno de conocerlos del todo. La primera sorpresa que el Censo nos dio: somos más mexicanos de los esperados. Así, el Consejo Nacional de Polación (Conapo )fue superada con cuatro millones más por la realidad de 112 millones habitantes.
Para Coahuila, el censo registró 2 millones 748 mil 391 habitantes (93 mil más que la proyección de la Conapo). A su vez la ciudad de Torreón sumó 639 mil 629 habitantes, de los cuales, hay una ligera mayoría de mujeres. Es decir, en nuestra ciudad hay 95.3 hombres por cada 100 mujeres. La cifra cerrada: 312 mil 135 hombres; 327 mil 494 mujeres. Sin sobresaltos, Torreón se asemeja a la tendencia nacional: hay más mujeres que hombres. 
Digo sin sobresaltos, porque Torreón vivió una época excepcional en tiempos de la Revolución, lo cual alteró de manera significativa la curva demográfica. Al revisar más de cien años de censos en Torreón pude comparar que en el censo de 1921, el inmediato al conflicto armado, en la ciudad había 66% de mujeres en relación 34% de hombres. La Revolución impactó en su mayoría en los hombres. Un década después, en el censo de 1930, esa relación de normalizó.  
Un dato relevante. Durante buena parte del siglo XX Torreón concentraba la mayor población del estado. Sólo a partir de 1990 Saltillo empezó a registrar una mayor población. Actualmente sostiene el liderazgo demográfico en el estado con 725 mil 123 habitantes. El extremo de Torreón y Saltillo en Coahuila, son dos pequeñas poblaciones donde casi todos se conocen. Me refiero a Abasolo y Juárez, donde cada uno apenas supera más de mil habitantes.
Regreso a Torreón. En promedio, las familias torreonenses representan un conjunto de 3.7 miembros. La quinta parte de la población en la ciudad cuenta con algún grado profesional o universitario, hablamos de 111 mil 262 habitantes. Los torreonenses con posgrado son una minoría: 7 mil 163 documenta el censo. 65 mil hogares reportaron contar con al menos una computadora. El grado promedio de escolaridad en la población mayor a 15 años es de ¡10.2! Esto nos recuerda que estamos muy lejos del ideal ilustrado, de una población educada.
Otro dato significativo del censo, en nuestra ciudad hay 41 mil 788 hogares que tienen como cabeza a una mujer. Se trata de mujeres que día a día están sacando adelante a sus familias.  
Finalmente, otra serie de datos no deja de causar sorpresa a nivel estatal. En Coahuila la preferencia religiosa por el catolicismo cayó 4.7% en una década (2000-2010). Actualmente el catolicismo representa la mayor preferencia religiosa del estado con 81.7%, pero ¿cómo explicar esa baja? ¿Qué dicen nuestros sacerdotes al respecto? En otro sentido, los coahuilenses que se declararon sin religión pasaron a representar el 3.8% en el 2000 (76 mil 574 para ser exactos). En 2010 aumentó a 5.4%, unos 132 mil 703 coahuilenses.
Hasta aquí una parte de los cientos de miles de datos que arroja el censo 2010. Por lo pronto los dejo con la esperanza de regresar al Diablo de los números.