miércoles, 22 de febrero de 2012

Fútbol y política

La relación se ha hecho una y otra vez. El fútbol, la política. La política, el fútbol. En el orden que se quiera, la liga es útil, pero sobre todo, entretenida para entender la contienda presidencial a resolverse julio. Al igual que el torneo de fútbol, las elecciones arrancan con expectativas, tendencias y candidatos. De última hora el Panal propuso a Gabriel Quadri. También los aficionados como los electores toman decisiones y apuestan por sus equipos o partidos. Los equipos técnicos seleccionan jugadores y estrategias a la largo del torneo. Cuando éstas no funcionan, se quedan en el camino, y en algunos casos, un viraje en sus juegos les favorece. El cambio es importante porque de otra manera no levantan ni el partido ni las elecciones.

Estamos en febrero y las mediciones públicas de Mitofsky, Buen Día y Laredo, por citar algunas, ya registran la tendencia. Sin novedad, Enrique Peña Nieto lleva la delantera de lo que parece apuntar una elección competida. Si bien el priista tiene en este momento los mejores números, todavía faltan algunos meses. Su prueba será la consistencia. Peña tiene a favor el primer lugar en las encuestas, pero sobre todo, que los electores creen de una manera abrumadora, 53%, que su partido será el ganador. En esa percepción, el PAN registra 23%. El PRD con 13.


Si la realidad se construye con la percepción, hay que observar la expectativa del campeonato. Guadalajara y América, ambos con 17%, generan la mayor expectativa de lograr la copa. Cruz Azul 9% y Pumas 8.7%. En octavo lugar, sólo 2.5% de los aficionados creen que el Santos será campeón. ¿Eso se quedará así? Desde luego el desempeño en los juegos lo dirá.
Al igual que en el balompié, importan por separado el equipo (es decir, la marca) y los jugadores (piensen en candidatos). Así, las aficiones también cuentan. Los equipos como los partidos influyen. Jalan o restan a los candidatos y viceversa. El tamaño de la afición sí importa. América registra la mayor afición, su peso es de 23 puntos. Le sigue Chivas con 21 y Cruz Azul con 12. Pumas, le digo a @letrasalaire, 11. La afición al Santos sólo 2.3%. La identidad partidista decreció en el PAN, y ahora registra 20 puntos en febrero. De acuerdo con Buen Día y Laredo, el PRI tiene 31% y el PRD sólo 11. Lo interesante, es que los votantes independientes superan a los partidos con 37%. Eso genera votantes infieles y cambiantes. No hay que perderlos de vista.


El equipo con más rechazo es el América, 43% de los aficionados declara su odio. Ese rechazo coincide en candidato y partido en el caso del PRD: 31% rechaza a López Obrador, y 32% a su partido. Sin embargo, los estudios muestran una tendencia relevante en el candidato de las izquierdas. El nivel de rechazo cayó en los últimos tres meses. Menos nueve en la encuesta de Mitofsky y diez en la de Buen Día y Laredo. Sin duda la campaña amorosa funciona.


En las preferencias nacionales, el Santos se desplomó como uno de los cinco equipos más populares. De 2009 a 2011 creció cada año hasta alcanzar 5.9 puntos. Pero en 2012 se bajó a 2.3, es decir, perdió 3.6 puntos. ¿Será porque es el equipo que llega a la final pero no gana? Pero a diferencia del fútbol, la contienda presidencial no acepta empates. Hagan sus apuestas.


22 de febrero 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9117141