domingo, 9 de septiembre de 2012

Coahuila: una nueva forma de gobernar

Un logotipo por trimestre...

En Coahuila somos pioneros en esto del gobierno y la política. Todavía no se cumple ni un año de la administración estatal, cuando el gobernador Moreira II recién inauguró “una nueva forma del gobernar”. ¿En qué cosiste esa nueva forma? ¿De que se trata la propuesta? Anoto algunos puntos que nos ayuden a entender la nueva forma de gobierno y su influencia en el estado. En principio, lo que aparentemente es algo trivial, como el cambio de imagen del gobierno estatal (¡la tercera en nueve meses!), revela aspectos más de fondo como la falta de directriz y liderazgo. Al mismo tiempo evidencia una fuerte crisis de legitimidad. Y por más que se niegue, la deuda le pesa al PRI y a la credibilidad de Moreira II. 
Veamos algunos aspectos de la innovación gubernamental.




Una nueva forma de gobernar: a falta de brújula, pasamos de la sonrisa al estado fuerte. Como el asunto no es sólo de imagen, sino de inconsistencia, fuimos más allá: descubrimos una nueva forma.

Una nueva forma de gobernar: Tratándose de dinero público, invéntese una “Ley de protección al contribuyente” (junio 2012), y que inmediatamente la apruebe su congreso. No importa que hoy los contribuyentes coahuilenses paguen más impuestos por motivo de la deuda malhabida y el monumental desfalco que hizo Moreira I en las finanzas del estado.

Una nueva forma de gobernar: porque primero se propone blindar de la política y las elecciones a la Secretaría de Desarrollo Social. Pero cuando cambian los humores, se quita el candado que antes se colocó (agosto 2012).

Una nueva forma de gobernar: Si ya no puede con los bancos y no le alcanza ni siquiera para apoyar la estructura priista durante las elecciones, entonces vuelva a renegociar la deuda. Tal vez estire un poco las finanzas en busca del voto perdido.

Una nueva forma de gobernar: Apruebe una “Ley para Prevenir y Sancionar las Prácticas de Corrupción en los Procedimientos de Contratación Pública del Estado” (septiembre 2012), pero al final deje impune la deuda. No importa que el tesorero solitario, un tal Javier Villarreal se oculte. Tampoco importa que los compinches, y sobre todo, El artífice de la deuda estén impunes. Usted combata con leyes la corrupción.

Una nueva forma de gobernar: promueva una nueva dimensión en la rendición de cuentas, pero cierre con tres candados los contratos de la deuda. Ocúltelos muy bien para que nadie los vea.
Por acá el documento. Vayan al sitio de la Secretaría de Finanzas


Una nueva forma de gobernar: donde los espectaculares del gobierno estatal presumen el primer lugar en obra pública, pero en realidad se destina más a pagar deuda que a inversión pública. La mejor prueba son las obras inconclusas a pesar del “Coahuilyork”.

Una nueva forma de gobernar: porque la austeridad del gobierno es consecuencia de la deuda y los intereses millonarios con los bancos que ahorcan las finanzas del estado, no de la eficiencia administrativa o del interés por ahorrar dinero a los contribuyentes de Coahuila.

Una nueva forma de gobernar: a falta de obras, promueva un nuevo marco jurídico, no importa que las leyes no se respeten, y que de un gobierno estatal a otro, se encubra el misterio de la deuda.

Coahuila: una vieja, muy vieja forma de gobernar.


9 de septiembre 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9158282