lunes, 3 de septiembre de 2012

La evaluación que sí fue


No hay duda de que el sexenio de Felipe Calderón será recordado por la violencia. Por más spots que la presidencia lanzó para justificar la guerra, en la carga de los ciudadanos queda la inseguridad, la violencia y miles de muertos, que bien a bien nadie sabe cuántos son. No obstante de ciertos logros, la administración quedó marcada ese solo aspecto.

A riesgo de ir contra corriente, el corte de caja en materia de educación no fue del todo negativo. Ya sé tenemos en “La Maestra” a la villana favorita de México. Pero incluso a pesar de los ambientes más negativos que rodean la educación pública, el gobierno calderonista logró instituir un medio indispensable para la mejora educativa: la evaluación universal y Enlace. Es cierto que hubo fallas, resistencias e incluso estados como Oaxaca o Michoacán que sistemáticamente se opusieron a la evaluación. Por fortuna fueron las excepciones, porque gracias a las evaluaciones hoy conocemos a detalle los problemas. Es cierto que falta mucho por avanzar y que los cambios son lentos. Pero hoy la prueba Enlace y las subsecuentes mediciones permiten conocer más a fondo los problemas generales y particulares de alumnos y maestros.
Avance en niños de primaria, asignatura Matemáticas. Fuente: Enlace.
Esta semana la Secretaría de Educación Pública dio a conocer el resultado de las evaluaciones 2012. ¿Cómo andamos? En los últimos seis años consistentemente han caído los índices de alumnos con aprovechamientos medios e insuficientes, y al mismo tiempo, han aumentado los alumnos que año con año alcanzan valoraciones buenas y excelentes. Aunque todavía son mayoría los reprobados, a nivel primaria, ya no lo son por mucho. Esa es la tendencia en asignaturas como español y matemáticas para los niños que actualmente cursan la primaria. No es exagerado decir que esos niños serán una generación mejor preparada que las actuales.

Tristemente hay otras generaciones de estudiantes que parecen perdidas y simplemente continúan la mala inercia que llevan. Un ejemplo son los jóvenes que ahora cursan la secundaria. Por más años que pasan, las cifras de los indicadores están estancadas. Menos dramático es el caso de los preparatorianos, pero su mejora no parece ser sustantiva. Todo esto lo ha descrito con puntualidad la SEP en los últimos seis años por medio de la prueba Enlace.


Es una lástima que la atención gubernamental se centrara en un guerra imbécil, quitando relevancia a un ámbito estratégico para el desarrollo como lo es la educación. Acaso hemos desperdiciado la mayor fuerza en la dirección equivocada. Hoy los niños de primaria, nos dice Enlace 2012, sí han mejorado su desempeño. Hago votos porque los próximos años no sean los de otra guerra imbécil, sino los de una intensa mejora educativa. Los elementos están en la mesa.


31 de agosto 2012