domingo, 27 de febrero de 2011

Duelo de gigantes


Fuente: Paco Calderón
Cuando un consumidor mexicano en el país va a cargar gasolina, lo hace necesariamente bajo el sello de una marca (Pemex). Igualmente, la mayoría de los mexicanos suelen consumir tortillas de un productor dominante (Gruma). Si de teléfono celular se trata, una sola empresa (Telcel), es capaz de fijar el precio en el mercado. Algo similar sucede con las líneas locales.  Y hasta con el cemento, la tendencia no es diferente. Está claro que en nuestro país, hay más condiciones favorables para que las empresas ganen, sin que necesariamente los consumidores obtengan mejores ventajas.


Ese poderoso control del oligopolio en el país, no sólo lo ejercen con los ciudadanos, sino también lo extienden al gobierno mexicano. Por estos días, cuando se estaba por meter en cintura esos productos “patito” llamados “milagro”, se da la intempestiva “renuncia” de Miguel Ángel Toscano, el titular de la Cofepris. La sospecha queda detrás de la industria que promueve los milagros.


Cuando los ciudadanos sabemos de estos casos, surge la pregunta ¿Quién manda, los promotores de los productos milagro o el titular encargado de regularlos? ¿Quién manda el poder ejecutivo o la presión de las televisoras?


Me temo, como en otras ocasiones, que el choque de gigantes empresariales en nuestro país, no será una oportunidad para beneficio de los consumidores. Grupo Carso, léase Carlos Slim, decidió retirar la publicidad que pagaba al duopolio televisivo, abriendo así un frente entre gigantes empresariales. Sin embargo, de esa pelea no saldrá una conexión de internet más rápida y accesible, tampoco veremos una reducción de las tarifas y mucho menos, una mejora en los contenidos televisivos.


¿Y el gobierno? ¿Dónde está la “mano visible” para equilibrar la balanza a favor de los ciudadanos?  Al preguntar esto no pretende que el gobierno intervenga en conflictos estrictamente particulares, pero sí cuando hay interés público. En vez de dejarse ver, el  gobierno prefiere no meterse o pasar de largo como si el problema no existiera.


En este sentido, uno de los cables diplomáticos revelados por WikiLeaks, describe la manera en que un grupo de grandes empresas mexicanas utilizan su poder para abusar de los ciudadanos y proteger sus oligopolios. El informe, redactado por el ex embajador norteamericano, Tony Garza, menciona que el presidente Calderón y su gabinete prefirieron no hacer reformas para favorecer la competencia y así evitar los conflictos con los principales empresarios.  ¿Dónde quedó el gobierno para defensa de los ciudadanos? ¿Dónde queda la competencia que tanto llena la boca los políticos?


Bajo el temor al oligopolio se vivió la campaña presidencial en el 2006. Dos años después, a Televisa no le gustó la postura del entonces presidente del Senado, y simplemente lo borró. Estamos en la antesala electoral del 2012 y esto en vez de cambiar, se consolida en contra de los ciudadanos.
Milenio
http://impreso.milenio.com/node/8917500