sábado, 23 de abril de 2011

Elogio de Paz



Ayer fue el aniversario luctuoso del poeta Octavio Paz. En la víspera de los días de guardar, retomo algunas líneas anotadas en la magnífica edición de sus obras completas (publicadas por el Fondo de Cultura Económica). Los fragmentos provienen de la prolífica obra de Paz como ensayista. A manera de elogio y recuerdo transcribo algunas líneas.
“Nuestro irreflexivo culto al progreso y los avances mismos de nuestra lucha por dominar a la naturaleza se han convertido en una carrera suicida”.
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“Las minorías son rebeldes; las mayorías, revolucionarias”.
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“El diálogo, que es la forma más alta de comunicación que conocemos, siempre es un afrontamiento de alteridades irreductibles”.
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“El mal no viene de fuera: viene de nosotros mismos”.
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“Escribir, para mí, ha sido cultivar uno de mis placeres favoritos: la conversación. Cuando escribo converso conmigo mismo, esa persona que es mi diario interlocutor y un desconocido”.
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“Como toda creación humana, el poema es un producto histórico, hijo de un tiempo y un lugar; pero también es algo que trasciende lo histórico y se sitúa en un tiempo anterior a toda la historia, en el principio del principio”.
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“Los «poetas malditos»  no son una creación del romanticismo: son producto de una sociedad que expulsa aquello que no puede asimilar.
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“La conciencia nace no con el descubrimiento del yo sino del otro y de los otros”.
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“El hombre es un animal político y un animal metafísico”
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“Toda escritura convoca a un lector”.
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“No hay despotismo más despiadado que el de los propietarios de la verdad”.
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“Si la historia es una pieza de teatro, hay que confesar que no tiene ni pies ni cabeza”.
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“Al leer interpretamos un texto, lo desciframos y, en una palabra, lo recreamos; la televisión ahorra el trabajo de la interpretación y suprime el placer de la reinvención”.
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“México es un pueblo que se ha distinguido, en su vida pública, por la pasividad oscilante entre el estoicismo y el nihilismo”.
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“El amor y la política son los dos extremos de las relaciones humanas: lo público y lo íntimo, la plaza y la alcoba, el grupo y la pareja”.
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“Y, ya lo sabemos, para volver hacia nosotros mismos es necesario salir y arriesgarse”.
20 de abril, 2011 Milenio