martes, 29 de noviembre de 2011

Rubén Moreira ante la deuda

Dentro de unos días, Rubén Moreira Valdés tomará posesión como gobernador de Coahuila. ¿Qué podemos esperar de su gobierno? ¿Hacia dónde se conducirá? Anoto dos aspectos: su agenda con el Congreso y el presupuesto que ejercerá el próximo año.

Ya en diferentes momentos, Moreira ha reiterado una serie de reformas y cambios institucionales que llevará inmediatamente al Legislativo. Enumero algunos: una nueva ley de Seguridad Pública; una de alcoholes; quitar la fallida Fiscalía, para regresar a la Procuraduría; la integración del Satec a la Secretaría de Finanzas; la ascensión de Icocult a secretaría; crear un Jefe de Gabinete; y mover la relación del Congreso con el Ejecutivo hacia el parlamentarismo (ésta última es un misterio, luego explico por qué).


En cuanto al presupuesto, la pesada deuda que arrastra Coahuila ha obligado una restructuración mayor de los dineros que habrán de ejercerse en el 2012. Por un lado, se subieron impuestos como consecuencia inevitable del desorden financiero. Por otro, ya se anunciaron recortes de personal y algo de gasto corriente en la mayoría de las secretarías estatales.


A excepción de unas cuantas áreas del gobierno, la mayoría sufrió recortes importantes, sobre todo si lo comparamos con el presupuesto que ejercieron el año anterior. Sólo dos organismos descentralizados conservaron el mismo presupuesto: el Museo de las Aves y el Colegio de Educación Profesional Técnica. Los que sí ganaron aumentos: la Auditoría Superior del Estado (que nos debe una explicación de la deuda); el Tribunal de Justicia; la Secretaría de Educación y Cultura (a los maestros no se les toca, por eso ejercerán 14 mil millones de pesos); la Secretaría de Desarrollo Social (con mil 599 millones de pesos para asegurar los programas sociales); la Fiscalía; la Comisión Estatal de Aguas; el Satec; el Instituto del Deporte; y el Instituto para la Construcción de Escuelas. En resumen, el gobierno de Moreira va a continuar el gasto social, por ahora suspendido. Además privilegiará el gasto en deporte, infraestructura para las escuelas y agua. Las participaciones municipales aumentaron a 4 mil 163 millones.


Pero veamos la otra cara de la moneda. ¿Quiénes perdieron con el desastre de la deuda? A fin de pagar los enormes intereses, el resto de las secretarías, organismos y hasta el Congreso, vieron reducido notablemente su presupuesto. El más golpeado fue la Secretaría de Obras Públicas, a la cual le cortaron 3 mil 289 millones a su presupuesto. Sin duda, el 2012, será un año de pocas obras. En el déficit le sigue la Secretaría de Salud, nada más le quitaron ¡mil millones! Fomento Agropecuario perdió 563 millones. La famosa Secretaría de Desarrollo Regional de La Laguna pasó de 625 millones en 2011 a 335 para el año que entra, es decir, 290 millones menos. La Secretaría de Gobierno tendrá 200 millones menos. La Secretaría del Medio Ambiente, con todo y que Coahuila tuvo un año muy complicado por los incendios en la sierra, se le quitaron 202 millones. 


Incluso el Congreso local perdió 30 millones de su presupuesto y el Despacho del gobernador se quitó 28 millones. La deuda no sólo afectó la operatividad de casi todo el gobierno en detrimento de los coahuilenses, sobre todo, hizo ganar a unos cuantos funcionarios y banqueros, hasta el momento en tranquila libertad.


23 de noviembre 2011
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9066973