domingo, 11 de noviembre de 2012

Más sobre moreleando

Visto acá
Acudo puntual a la entrevista para hablar sobre el centro histórico de Torreón en la Universidad Iberoamericana. Como historia el tema es apasionante, como futuro el centro de la ciudad tiene que llamar a la esperanza. Por eso me entusiasma el empuje de los jóvenes estudiantes de la Ibero, además de otros grupos que en su conjunto promueven moreleando, de vuelta al centro (busquen el Facebook con el mismo nombre). Como referencia aluden al paseo de nuestros padres y abuelos. 

Morelear en aquéllas décadas era todo un ritual: dar la vuelta en el coche, ver a los amigos, ir al cine, compartir un “tanque” (cerveza) en la botana… seguro algunos lo recordarán bien. En la mejor representación del espacio público, los laguneros se encontraban en las espléndidas banquetas.
Sobra repetir el actual abandono y hasta la negligencia en uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad. Lo interesante de la propuesta es la posibilidad de reinventar el espacio público como espacio de convivencia. Al igual que ellos, imagino una ciudad deseable; moreleando es un buen vehículo para regresar la dignidad a esos espacios (y conste que no hablo de esa abstracción llamada “tejido social”). Recuerdo bien, en mis años en chilangolandia, la fealdad de la emblemática avenida Madero (también había ahí un “maderear”). Como parte de una estrategia de movilidad, orgullo y rescate del centro histórico, el gobierno del Distrito Federal, instituyó la Madero como una zona peatonal por excelencia. ¡Ahí todos los días hay fiesta! Ahí todos los días alguien se conoce, alguien se encuentra. Al principio los comerciantes estaban histéricos, y hasta acusaban que aquello no funcionaría. Qué decir de los automovilistas, que reclaman todo para sí, incluso los pasos peatonales. Sencillamente hoy, la Madero es un paseo obligado que dignifica la ciudad. Imposible no sentirse identificado. Orgulloso.

Por eso tengo esperanza en la Morelos, en la propuesta de los jóvenes y en el detonante que esto implicará para Torreón. Una vez que probemos y hagamos de nueva cuenta “morelear”, la ciudad será más nuestra. Será más habitable. Por ahí nos vemos el próximo sábado 10 de noviembre.

7 de noviembre 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9163736