viernes, 1 de noviembre de 2013

Decálogo para la defensa del petróleo


Siempre hay textos sagrados, decálogos para mantener la pureza. En México todo lo que huela a petróleo está santificado por la Revolución y uno de los principales patriarcas: Lázaro Cárdenas. Hoy que se invoca el pasado para construir el futuro, las corrientes políticas chocan. Una por el pecado, otra por la pureza. El monopolio de Pemex no sólo es exclusivo para el Estado, el apellido Cárdenas también reclama el monopolio de la palabra, según ha predicado el ingeniero. Repasemos el decálogo para la defensa del petróleo.

1. Amarás a Pemex por sobre todas las cosas. Incluso por encima de cualquier reforma energética que pretenda eficacia, competencia y mayores ganancias. El petróleo es de los mexicanos, de nadie más. No importa que usted no lo vea, recuerde que es un asunto de fe en la patria.

2. No dirás el nombre de “Lázaro Cárdenas” en vano. Tampoco lo repetirás palabra por palabra, ni lo usarás de una manera falaz y ofensiva para atentar contra preciados bienes de la nación.

3. Santificarás la expropiación petrolera cada 18 de marzo. Desde el glorioso año de 1938, cuando Lázaro Cárdenas recuperó el petróleo de las pérfidas manos extranjeras, México reafirmó su soberanía y su vocación revolucionaria. El santoral demanda una celebración anual.

4. Honrarás a Lázaro Cárdenas y a la Revolución. No tendrás falsos ídolos en el PRI ni en el PAN, sólo el PRD es el partido que puede ostentar legítimamente la historia y el apellido Cárdenas. Hasta Andrés Manuel López Obrador reconoce al líder moral en estos difíciles momentos.

5. No matarás a Pemex con ninguna reforma energética antipatriótica y entreguista. Pemex es una de las empresas más eficientes y productivas del mundo. Mejor dejarla como está.

6. No pecarás atentando contra la Constitución de lo Estados Unidos Mexicanos, ni serás tramposo con la promesa de reforma energética. Serás ante todo un buen mexicano, es decir, un buen sindicalizado.

7. No robarás como Carlos Romero Deschamps, ni desviarás el dinero para ninguna campaña política del PRI o del PAN. Nada de elecciones, nada de departamentos en Polanco.

8. No dirás falsos testimonios ni mentiras, ni usurparás las palabras del general Cárdenas. Pemex es una gran empresa.

9. No desearás a la empresa de los mexicanos, más todavía si eres extranjero y buscas a toda costa una reforma. Pemex es lo poco que aún nos queda.

10. No codiciarás los bienes ajenos ni privatizarás el petróleo. Pemex necesita modernizarse, pero de ninguna manera necesita una reforma.

21 de agosto 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9189372