martes, 5 de noviembre de 2013

Más sobre el Informe

120 días y el reloj va contando… ¡pero todavía faltan 5 años! Así que no celebremos con anticipación. Ni tanto que queme al santo, ni tanto que lo alumbre. Expertos en zalamería, varios gobernadores celebraron el informe de Enrique Peña Nieto a través de sus cuentas de Twitter. Desde esa privilegiada posición, todo es celebración y loa al presidente, porque todo México está bien. Ya se va moviendo, dirán.
En el otro extremo de la lambisconería, quedaron los discursos en la Cámara de diputados. Igualmente predecibles y sin imaginación, se fueron por las puras críticas, los señalamientos flamígeros y las descalificaciones. Brillante (lo cual es un decir), estuvo Alberto Villareal, coordinador del grupo parlamentario del PAN. Para no confundir la lucidez, cito al panista: “¿Qué se informa cuando no hay nada que informar? Esa es la pregunta que millones y millones de mexicanos hoy nos hacemos”. Con ese inicio no hay porque ir a lo demás.
Sin relevancia entre la derecha y la izquierda, en el mismo sentido, fue el diputado Ricardo Monreal, coordinador de Movimiento Ciudadano en la Cámara. En su intervención al estilo “contrainforme”, hizo un deslumbrante análisis: “No hay nada que celebrar, es un informe gris, no se han cumplido las metas y solo son escenarios de simulación y de juegos pirotécnicos que encubren la realidad del país”. Pero no vayamos demasiado lejos, ya sabemos que los políticos según sea el cargo y la posición, se mueven entre la adulación y la condena. Dejemos la altura de lado, porque tampoco hay reconocimiento o alguna mediana argumentación. Ni puntos medios ni escalas. Eso no vende. Por eso la vigencia del “todo está bien señor presiente”. O la estéril contraparte: “todo está mal señor presidente”. Así de unipersonal.
Con todo y las protestas de los maestros, el primer periodo de Peña Nieto no está tan mal como lo señalan los diputados, pero tampoco está tan bien como uno pensaría tras el aplauso de los invitados. Así son los protocolos. Sin duda el mayor logro fue posicionar y avanzar en una agenda reformadora. Lo cual indica la visión del actual gobierno para trabajar primero con la urdimbre de las instituciones y posteriormente cosechar esos cambios.
Entre tanto, todavía no sabemos si esas tan renombradas reformas, va a tener un impacto favorable en el país. En papel y por supuesto, en el spot eso se dice, pero veamos la reforma financiera: todavía no encontramos créditos más baratos. Algo similar sucede con los cambios a la educación, las telecomunicaciones y la anunciada reforma energética. En dado caso, el primer periodo del gobierno a cargo de Peña Nieto, sembró una serie de cambios en las reglas del juego, pero tal vez, y sólo eso, los cambios tendrían su beneficios en los próximos años. El primer indicador lo veremos en la economía. Ahí topará Peña Nieto o ahí tendrá su gloria el resto del sexenio.

4 de septiembre 2013
Milenio http://www.milenio.com/firmas/carlos_castanon_cuadros/Informe_18_147765243.html