Lo
sentimos, lo percibimos, se respira en el aire el malestar de la democracia en
México. Las promesas se rompieron y la esperanza abierta por la alternancia en
el año 2000, fue una contundente decepción. Por supuesto no todo está mal, sí
hay logros, avances: la pluralidad en el poder, la competencia política, la
transparencia y el acceso a la información, y en cierta medida, una ciudadanía
que gradualmente ha cambiado en los últimos treinta años. Pero la deuda y los
pendientes todavía pesan más. El estancamiento de la economía y la pobreza; la
ausencia generalizada de justicia; y para agravar la situación: el ingrediente
de la violencia y la inseguridad.
Sin
embargo, el malestar no es de ayer, sino de años. La desconfianza hacia el
gobierno y sus instituciones, la falta de credibilidad. Más aún, la
ineficiencia e irresponsabilidad constituyen el sello de la democracia en
México. Pero no son mis opiniones personales, sino los resultados de un
prestigioso estudio que recién se publicó. Me refiero al Latinobarómetro (pueden
consultar en latinobarometro.org), que desde 1995 mide y cuantifica el estado
de las democracias en América Latina.
De
entrada, el dato más revelador de nuestro malestar, nos dice mucho de cómo
valoramos la democracia en el país. En un par de décadas, México registró el
más bajo apoyo a la democracia. Sólo 37 por ciento de los mexicanos prefieren
la democracia por encima de otra forma de gobierno. A nivel Latinoamérica, la
media entre 18 países, registró un 56 por ciento de apoyo. El país con más
apoyo a la democracia es Venezuela, con 87 por ciento de apoyo. ¿Será la gracia de un pajarito? Le siguen
Argentina y Uruguay con 73 y 71 por ciento respectivamente. Dicho en otras
palabras, México quedó como el país latinoamericano con los niveles más bajos
de apoyo a la democracia (ver Gráfico 1). ¿Estaremos conscientes de este
problema?
Gráfico 1. “La democracia es preferible
a cualquier otra forma de gobierno”. Fuente: Latinobarómetro 2013.
Qué
tan mal nos percibimos, que ni el Congreso ni los partidos políticos se
consideran necesarios. 45 por ciento de los mexicanos piensa que pueden haber
democracia sin partidos políticos. Tanto es el desprestigio, que el dato
representa el rechazo más grande entre los países latinoamericanos. Cansados de
los diputados y senadores, 38 de los ciudadanos en el país considera que el
congreso es prescindible de la democracia. ¿Será que preferimos una dictadura
eficiente a una ineficaz democracia?
Otra
vez, el problema de la legitimidad y crisis de representación que se vive en
México pide a gritos una profunda reforma política. ¿Entenderán nuestros
políticos el tamaño de la responsabilidad?
Los países mas insatisfechos con la democracia son
Honduras, México y Perú, mientras que los más satisfechos se destacan muy por
encima del resto: Uruguay quedó en primer lugar y en segundo Ecuador. ¿Será que
también nos urge la legalización de la mariguana como en Uruguay? (ver Gráfico
2)
Gráfico 2. Porcentaje de ciudadanos satisfechos con la
democracia. Fuente: Latinobarómetro 2013.
De acuerdo con el estudio, “los presidentes de la
región ya no son lo que eran antes. Hoy hay 10 gobiernos que tienen menos del
50 por ciento de aprobación. En el año 2009 habían 12 gobiernos con más del 50
por ciento y ocho de ellos tenían aprobación más del 60 por ciento. Eso ha
quedado reducido a la mitad en 2013. Los gobiernos con mayor nivel de
aprobación en 2013 con República Dominicana y Ecuador y los con menor
aprobación son Costa Rica y Chile”. México está a media tabla con 46 por ciento
de aprobación de su gobierno.
A pesar del malestar, hay aspectos de las democracias
que bien pueden funcionar a favor de su apoyo. Por ejemplo, el Latinobarómetro
demuestra que a mayor nivel de estudios, se tiende a apoyar más la democracia
como forma de gobierno. Bien lo sabía un ex primer ministro de Gran Bretaña al
decir que la tercera vía es: educación, educación y educación. ¡Cuánta falta nos
hace en México!
Otra variable significativa, es la relación entre el
ingreso y el ahorro. De acuerdo con el Latinobarómetro 2013, son más
demócratas aquellos latinoamericanos a los que les alcanza para ahorrar o les
alcanza justo para llegar a fin de mes (61%), mientras que a los que no les
alcanza y tienen grandes dificultades, apoyan menos a la democracia (51%).
Entre
la educación y la economía, parecen estar las claves para la salud democrática
en el país. Sólo 19 por ciento considera que México está progresando, lo que
nuevamente lo sitúa en los últimos lugares. Nada más nos supera Honduras, el
más bajo de toda la región, con una expectativa de progreso entre el 5 por
ciento de la población. ¿Ya no hay esperanza ahí?
Más
bajo todavía es la percepción de mejora económica en México, donde únicamente 10 por ciento de los ciudadanos
piensa que en el país la situación económica es buena. ¿Dónde quedó el "momentum"
de México? A estas alturas, el FMI ya reconoció que inflaron artificialmente
las expectativas sobre el país. Para acabar
pronto: la República del artificio.
Espacio 4, noviembre 2013
http://www.espacio4.com/home/
Espacio 4, noviembre 2013
http://www.espacio4.com/home/