Quizá tengamos que regresar a las páginas del siglo XIX para entender nuestro momento: los ciclos de nuestras crisis, el papel del Estado, el devenir de la economía, la sociedad, el impacto de la industrialización en el medio ambiente. Recientemente un afamado economista de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, cuestionó el manejo de las finanzas en Estados Unidos y Europa. Lejos de la ideología, Roubini nos dice que Marx tenía razón, en tanto el sistema financiero actual cultivó su propia autodestrucción. De paso, el desastre generó estragos a nivel mundial. Un buen amigo, Heriberto Ramos, me hace notar las recientes referencias a Marx en el Wall Street Journal. Y después de todo, no estamos tan alejados de lo que escribió con lucidez el filósofo alemán sobre la naturaleza de la economía. Por su lado, el filósofo John Gray considera que Marx se equivocó en cuanto al comunismo, pero no en la tendencia destructiva del capitalismo. Habría que apuntarnos para algunas reelecturas.
Desde sus trincheras, dos de los principales líderes políticos ven la profundidad del problema y la real amenaza de la autodestrucción. La canciller alemana Angela Merkel, asumió la crisis como un tiempo donde hay “cambio de época”, pues Europa “vive la peor crisis desde Segunda Guerra Mundial”. De ese tamaño la comparación. Por su parte, Barack Obama, con elecciones en puerta, sale en defensa de la clase media. Con clara alusión a Roosevelt el presidente norteamericano expresó: “Este no es un debate político más. Es la cuestión definitoria de nuestro tiempo. Es el momento de la verdad para la clase media y para todos aquellos que aspiran a engrosarla”. Bajo ese argumento, Obama promueve un aumento en los impuestos a los más privilegiados y una prórroga de los recortes fiscales a las clases medias.
En nuestro país, algún aspirante a la presidencia acumula anécdotas sobre el profundo conocimiento de la realidad mexicana: tortillas, salarios mínimos y trabajo doméstico. Lo cierto es que la brecha de la desigualdad es enorme. La diferencia entre los ingresos de los más ricos y que menos tienen es de 27 a uno. En contraste, los países ricos que siempre puntean los indicadores son más igualitarios o dicho de otra manera, esas economías permiten equilibrar el nivel general de vida de sus ciudadanos. El promedio entre los países de la OCDE está en una relación de 9 a 1. No obstante, Ocuppy Wall Street y otros movimientos de inspirados en la Primavera árabe realizan protestas contra el manejo de la economía y el problema de la desigualdad. Uno de los supuestos detrás de los indignados norteamericanos dice: “tenemos en común ser el 99% que no tolera la avaricia y la corrupción del uno por ciento”.
Entre 2008 y 2010, justo los años de la crisis económica mundial, en México se redujo el ingreso real de los hogares en el país, especialmente en las áreas urbanas. Esa situación no sólo impactó en el bolsillo de los mexicanos, sino que en términos generales se incrementó la población en pobreza en el país aumentó de 44.5 por ciento a 46.2 por ciento. De 48.8 millones de personas en la pobreza, pasamos a 52.0 millones de personas entre 2008 y 2010. Pero el rumbo del crecimiento está en otra parte, en otro camino. Brasil ahora nos da la lección. Y después de la quiebra financiera mundial… Marx sí tenía razón.
14 de diciembre 2011
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9079102
jueves, 15 de diciembre de 2011
Dos Ayuntamientos
A la luz del segundo informe de gobierno, el jueves pasado Eduardo Olmos Castro presentó los avances del gobierno que conduce. El informe fue descriptivo, en un formato convencional y lo acompañó de una serie de datos y cifras sobre inversiones, obras y acciones del gobierno municipal.
En mi opinión el mayor logro de su gestión está en el ámbito de la seguridad. Desde la Dirección de Seguridad Pública Municipal se ha construido con empeño y disciplina, con orden y cuidado, una labor que ha resultado difícil y compleja. Tanto que ha costado sangre y fuego. En especial por la crisis relacionada a la inseguridad y la violencia que vive la ciudad desde hace varios años.
Si no se empezó desde cero, fue algo muy similar por la desestructuración de la institución, por la obligada depuración que se hizo a los cuerpos policiacos. El problema no permitió titubeos ni acciones a medias. Por el contrario exigió sumo orden y constancia, al fin respaldados por el acertado mando militar.
Hace algunos años en Torreón se destapó una de las principales crisis a nivel nacional desde la propia institución. Hoy la reestructuración emprendida podría aportar una valiosa experiencia nacional en la formación de un nuevo modelo policíaco.
Durante el informe, el alcalde Olmos Castro hizo un justo reconocimiento a la memoria de los 28 policías municipales caídos. Fue el mayor momento de reconocimiento hacia al trabajo de la administración.
Sin embargo, el gobierno de Olmos Castro transita en dos caminos que parecen opuestos. Tanto que sugiere dos ayuntamientos.
Por un lado, el notable trabajo en el área de seguridad; por otro el descuido de la administración.
En ese sentido el desempeño ha sido dispar, inconstante. Se ha desatendido la forma (y el fondo). Tampoco, algunos de sus directores le ayudan. Ahí también requiere una limpia, una restructuración para garantizar eficiencia en la gestión. Eso implica desoír a los corifeos, cambiar de rumbo y exigir lo que hasta ahora, algunos de sus colaboradores no le pueden dar. Quizá sea hora de romper y dar un viraje en el estilo de gobernador. La legitimidad en este caso, ya no proviene de los votos, sino de la calidad de gobierno que entrega el alcalde a los ciudadanos. Y eso a la larga también influye en los votos, y por supuesto, define en mucho su legado.
11 de diciembre 2011
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9077487
En mi opinión el mayor logro de su gestión está en el ámbito de la seguridad. Desde la Dirección de Seguridad Pública Municipal se ha construido con empeño y disciplina, con orden y cuidado, una labor que ha resultado difícil y compleja. Tanto que ha costado sangre y fuego. En especial por la crisis relacionada a la inseguridad y la violencia que vive la ciudad desde hace varios años.
Si no se empezó desde cero, fue algo muy similar por la desestructuración de la institución, por la obligada depuración que se hizo a los cuerpos policiacos. El problema no permitió titubeos ni acciones a medias. Por el contrario exigió sumo orden y constancia, al fin respaldados por el acertado mando militar.
Hace algunos años en Torreón se destapó una de las principales crisis a nivel nacional desde la propia institución. Hoy la reestructuración emprendida podría aportar una valiosa experiencia nacional en la formación de un nuevo modelo policíaco.
Durante el informe, el alcalde Olmos Castro hizo un justo reconocimiento a la memoria de los 28 policías municipales caídos. Fue el mayor momento de reconocimiento hacia al trabajo de la administración.
Sin embargo, el gobierno de Olmos Castro transita en dos caminos que parecen opuestos. Tanto que sugiere dos ayuntamientos.
Por un lado, el notable trabajo en el área de seguridad; por otro el descuido de la administración.
En ese sentido el desempeño ha sido dispar, inconstante. Se ha desatendido la forma (y el fondo). Tampoco, algunos de sus directores le ayudan. Ahí también requiere una limpia, una restructuración para garantizar eficiencia en la gestión. Eso implica desoír a los corifeos, cambiar de rumbo y exigir lo que hasta ahora, algunos de sus colaboradores no le pueden dar. Quizá sea hora de romper y dar un viraje en el estilo de gobernador. La legitimidad en este caso, ya no proviene de los votos, sino de la calidad de gobierno que entrega el alcalde a los ciudadanos. Y eso a la larga también influye en los votos, y por supuesto, define en mucho su legado.
11 de diciembre 2011
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9077487
viernes, 9 de diciembre de 2011
Librerías
Y mientras todo mundo se declara lector, en Torreón este año cerró la librería de la Universidad Iberoamericana. Tiempo atrás la librería de Cristal y otra más, Ser Humano, especializada en psicología, ubicada en Morelos y Rodríguez. Igualmente ya se habla del cierre del Fondo de Cultura Económica. Ojalá no sea así.
Andrés Manuel
El primero de diciembre estuvo en Torreón López Obrador, candidato del PRD a la presidencia de la República. La concurrencia aunque pequeña, fue plural. Lo mismo panistas, perredistas, empresarios y hasta algún priista en la mesa. Cómo cambian las cosas, de tan polarizadas que estaban en el 2006, ahora hasta se promueve el amor. Alfonso Romo, uno de los críticos de AMLO, hoy es su promotor. Se vale cambiar de opinión. Así es la democracia.
miércoles, 7 de diciembre de 2011
De algunas lecturas
Ahora los escándalos se desahogan en Twitter y Enrique Peña Nieto lo sabe bien. Su desafortunada respuesta le atrajo una cascada de críticas, bromas ingeniosas y blancos fáciles (ahora resulta que en el país sobran lectores). El candidato quedó en ridículo, y de paso desnudó su incapacidad para recordar tres libros durante la presentación de su propio ¡libro! Está claro que el aspirante más fuerte a la presidencia es un hombre poco dotado para lectura.
¿Pero hasta qué punto el político necesita de la literatura para gobernar?
La pregunta ha sido aborda por los clásicos: de Aristóteles a Maquiavelo, de Montaigne a Weber. Entre nosotros, Gabriel Zaid escribió un espléndido libro que todavía se lee con provecho: De los libros al poder, 1988. En ese libro se explora el papel de los universitarios en el gobierno, pero contrario a la idolatría del conocimiento, el ensayista mexicano hizo una demoledora crítica: “Ahora hay más gente preparada que nunca, con más poder que nunca, pero el país no está mejor que nunca. ¿De qué ha servido tanta preparación?”.
De otra manera, el fenecido profesor del ITAM, Alberto Sauret, nos cuestionaba: ¿Qué es peor, el analfabeta que roba una tienda o un doctorado que asalta el país desde un puesto público? Más que virtudes literarias o mnemotécnicas, el político requiere ante todo virtudes que le permitan lidiar con el diablo de la política.
Aunque pienso que las buenas lecturas tampoco están demás. ¡Qué distancia de los políticos actuales, si los comparamos con la vieja guardia! Porque bien dicen, para político no se estudia, y sin embargo, escribe Zaid: “Nada prepara para el poder fuera del poder”.
En El ogro filantrópico, Octavio Paz nos dice: “La literatura desnuda a los jefes de su poder y así los humaniza. Los devuelve a su mortalidad que también es la nuestra”. Así, las lecturas del Peña Nieto nos ofrecen un contundente perfil del candidato a la presidencia.
Otros libros
Buenas noticias nos llegan del cronista, y mayor historiador lagunero, el Dr. Sergio Antonio Corona Páez. El pasado mes de noviembre, el cronista recibió una notificación de “Gourmand International”, institución que otorga los Premios Mundiales de Libros relacionados con la antropología de la alimentación. Por un lado, su libro “La vitivinicultura en el pueblo de Santa María de las Parras” (2011, reedición), fue seleccionado a los premios “Gourmand Best in the world”, en la categoría Drink history book. Por lo que le deseamos al cronista la mejor suerte en la premiación que habrá de celebrarse en París el año que entra.
Asimismo el libro colectivo “El Turismo del Vino”, donde Corona Páez participó con el capítulo, “Turismo y vino en la denominación de origen Valle de Parras”, también fue seleccionado para competir con los de otros países en la Feria Mundial del Libro de la alimentación en París, que será del 7 al 11 de marzo de 2012. “El Turismo del Vino. Análisis de casos internacionales”” es un libro colectivo editado por la Universitat Oberta de Catalunya en 2011. Los compiladores y editores fueron el doctor en Antropología Francisco Xavier Medina, Damiá Serrano y Jordi Tresserras.
7 de diciembre 2011
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9075173
¿Pero hasta qué punto el político necesita de la literatura para gobernar?
La pregunta ha sido aborda por los clásicos: de Aristóteles a Maquiavelo, de Montaigne a Weber. Entre nosotros, Gabriel Zaid escribió un espléndido libro que todavía se lee con provecho: De los libros al poder, 1988. En ese libro se explora el papel de los universitarios en el gobierno, pero contrario a la idolatría del conocimiento, el ensayista mexicano hizo una demoledora crítica: “Ahora hay más gente preparada que nunca, con más poder que nunca, pero el país no está mejor que nunca. ¿De qué ha servido tanta preparación?”.
De otra manera, el fenecido profesor del ITAM, Alberto Sauret, nos cuestionaba: ¿Qué es peor, el analfabeta que roba una tienda o un doctorado que asalta el país desde un puesto público? Más que virtudes literarias o mnemotécnicas, el político requiere ante todo virtudes que le permitan lidiar con el diablo de la política.
Aunque pienso que las buenas lecturas tampoco están demás. ¡Qué distancia de los políticos actuales, si los comparamos con la vieja guardia! Porque bien dicen, para político no se estudia, y sin embargo, escribe Zaid: “Nada prepara para el poder fuera del poder”.
En El ogro filantrópico, Octavio Paz nos dice: “La literatura desnuda a los jefes de su poder y así los humaniza. Los devuelve a su mortalidad que también es la nuestra”. Así, las lecturas del Peña Nieto nos ofrecen un contundente perfil del candidato a la presidencia.
Otros libros
Buenas noticias nos llegan del cronista, y mayor historiador lagunero, el Dr. Sergio Antonio Corona Páez. El pasado mes de noviembre, el cronista recibió una notificación de “Gourmand International”, institución que otorga los Premios Mundiales de Libros relacionados con la antropología de la alimentación. Por un lado, su libro “La vitivinicultura en el pueblo de Santa María de las Parras” (2011, reedición), fue seleccionado a los premios “Gourmand Best in the world”, en la categoría Drink history book. Por lo que le deseamos al cronista la mejor suerte en la premiación que habrá de celebrarse en París el año que entra.
Asimismo el libro colectivo “El Turismo del Vino”, donde Corona Páez participó con el capítulo, “Turismo y vino en la denominación de origen Valle de Parras”, también fue seleccionado para competir con los de otros países en la Feria Mundial del Libro de la alimentación en París, que será del 7 al 11 de marzo de 2012. “El Turismo del Vino. Análisis de casos internacionales”” es un libro colectivo editado por la Universitat Oberta de Catalunya en 2011. Los compiladores y editores fueron el doctor en Antropología Francisco Xavier Medina, Damiá Serrano y Jordi Tresserras.
7 de diciembre 2011
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9075173
La sonrisa de Rubén
Es difícil compartir la sonrisa con el gobernador Rubén Moreira. Por lo mismo, no creo que muchos coahuilenses podamos sonreír y compartir ese optimismo discursivo. La campaña de promoción institucional conlleva un contrasentido que choca con la realidad. Si bien, el mensaje es un loable deseo, desde hace tiempo que Torreón no es una ciudad tranquila, y tampoco en Saltillo se puede decir lo mismo. Piedras Negras y Monclova no son ajenas.
En un entorno así, la sonrisa parece forzada, está más cerca de la ironía que de la simpatía. La toma posesión de Moreira II careció de luna de miel, de ahí que los 721 mil votos que logró en la elección ya no son la principal base de legitimidad. En su discurso ante el Congreso insistió en no “defraudar la generosidad de los electores”. Por lo pronto, un aumento de impuestos nos entrega. Aunque el aumento no proviene por una actualización fiscal en Estado, sino por la imposición de un desbarajuste en las finanzas estatales.
La herencia financiera de su hermano, ahora depuesto de la presidencia nacional de su partido, deja entredicho al gobierno actual, independientemente de que se asuma como nuevo. Sin duda hay novedad legal en el cambio de poderes, pero no política. Esa diferencia se dará, y es deseable que así sea en los próximos meses, porque de continuar con las inercias, los costos serán mayores para los ciudadanos.
Mientras el gobernador disimuló la incomodidad ante las protestas por la impronunciable deuda, se dedicó a expresar un discurso lleno de lugares comunes y expresiones enigmáticas como un “nuevo modelo de desarrollo económico”. ¿También de Coahuila habrá de salir otro paradigma económico? ¡Con la deuda tenemos!
Hubo en su discurso mucho deseo por hacer, pero es difícil suponer una gran intervención estatal como la que nos augura el gobernador; sobre todo, por el limitado margen de maniobra que arrastran los presupuestos. Quizá debamos recordar que los gobiernos, incluso entre los más ricos, no son el motor de la economía. En cambio, pueden generar condiciones favorables para el desarrollo. Pero la principal fuente de inversión, será destinada a aliviar los compromisos bancarios.
El gobernador habló incluso de garantizar la transparencia en el uso de los recursos, pero nada se dijo de la cuentas pendientes que deja su hermano. Aunque sería de cándidos pensar que de ahí pudieran fincarse responsabilidades por los miles de millones pesos, que hasta la Auditoría Estatal ya reconoce en el Informe de la Cuenta Pública 2010. No, no creo que podamos sonreír.
Moreira I
La renuncia de Humberto Moreira a la dirigencia nacional del PRI, distiende las críticas y acusaciones que al final iban a parar al candidato Enrique Peña Nieto. Pero la renuncia no resuelve el tema de fondo en dos puntos: A dónde fue a parar el dinero de la deuda; dónde está el castigo a los responsables de falsificar documentos de un dinero que ya se “ejerció”.
La renuncia de Humberto Moreira a la dirigencia nacional del PRI, distiende las críticas y acusaciones que al final iban a parar al candidato Enrique Peña Nieto. Pero la renuncia no resuelve el tema de fondo en dos puntos: A dónde fue a parar el dinero de la deuda; dónde está el castigo a los responsables de falsificar documentos de un dinero que ya se “ejerció”.
4 de diciembre 2011
lunes, 5 de diciembre de 2011
¿Lo entenderán los panistas?
Termina el año y dentro de unas semanas la carrera por la presidencia será uno de los temas más recurrentes en el país. Y no es para menos, porque alguna esperanza de cambio puede fincarse con la renovación del gobierno.
Hace once años el llamado “cambio” despertó un inusitada esperanza en muchos mexicanos. Me incluyo entre esos ciudadanos. La expectativa era alta, pero la decepción vino después, cuando las cosas terminaron con más similitudes que diferencias. El cambio con la alternancia panista se evaporó cuando el partido en el poder fue incapaz de desmontar el viejo régimen. No pudo ni quiso. A cambio se sintió cómodo con los beneficios del poder, con las inercias, con el orden establecido. Tanto estoico heroísmo en su historia, para venir a dilapidarla en pocos años.
El comentario viene al caso por la publicación de los resultados del Índice de Percepción de Corrupción 2011, que viene generando Transparencia Internacional desde 1993. La primera medición se publicó en México en el año 2001, pero lejos de que el Índice fuera una medida para mejorar, éste se volvió una vergonzosa marca para el país. Y a estas alturas no necesitamos el infértil discurso sobre el pasado de “los setenta años” que promueve el PAN contra el PRI, porque sencillamente la última década corresponde a los gobierno panistas.
Es cierto: ganamos en transparencia y acceso a la información, ganamos en conocimiento de lo público, pero eso no nos llevó a la rendición de cuentas y mucho menos a la disminución de la corrupción. México se percibe hoy más corrupto que hace diez años. Entonces ¿dónde quedó el cambio?
En la tabla general México ocupa el lugar 100 de 182 países. De esa manera, en la nueva edición del Índice quedamos debajo de los “Brics” como Brasil, China e India; también Perú registra menores niveles de corrupción. Incluso quedamos por debajo de países africanos como Liberia y Zambia. ¿Quiénes muestran un comportamiento similar a México? Burkina Faso, Madagascar, Argentina e Indonesia. Si comparamos a México con sus pares latinoamericanos, nuestro país ocupa el lugar 20 de 32 países. Chile el más destacado de la región, está incluso un poco más alto que Estados Unidos. Los países fríos, Nueva Zelanda, Dinamarca, Finlandia, Suecia; y uno tropical, Singapur, repiten en los primeros cinco lugares con los menores niveles de corrupción. Y no es que la corrupción no exista en esas naciones, porque al final hablamos de la condición humana. Pero la diferencia radica en las instituciones, y sobre todo, en los incentivos a los que responden sus ciudadanos. Al final, gobierno y sociedad se reflejan.
Si algo muestra el Índice de Corrupción para México, es una dura realidad: la corrupción no ha disminuido a lo largo de la década panista. Por el contrario, ¡aumentó! En una escala del cero al 10, donde cero es lo más corrupto y 10 representa el menor nivel de corrupción, la tendencia se mantiene inalterada en nuestro país. Registramos 3 y de ahí no nos movemos, salvo para retroceder. En 2001 registramos 3.7 puntos.
Y todavía el PAN se sorprende por sus derrotas electorales.
Cuando se habla de transparencia como uno de los valores de la democracia contemporánea, se piensa ante todo en una práctica, en una cultura cívica. Y ahí, nuestras instituciones actuales no nos ayudan mucho.
2 de diciembre 2011
Milenio http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9072342
Hace once años el llamado “cambio” despertó un inusitada esperanza en muchos mexicanos. Me incluyo entre esos ciudadanos. La expectativa era alta, pero la decepción vino después, cuando las cosas terminaron con más similitudes que diferencias. El cambio con la alternancia panista se evaporó cuando el partido en el poder fue incapaz de desmontar el viejo régimen. No pudo ni quiso. A cambio se sintió cómodo con los beneficios del poder, con las inercias, con el orden establecido. Tanto estoico heroísmo en su historia, para venir a dilapidarla en pocos años.
El comentario viene al caso por la publicación de los resultados del Índice de Percepción de Corrupción 2011, que viene generando Transparencia Internacional desde 1993. La primera medición se publicó en México en el año 2001, pero lejos de que el Índice fuera una medida para mejorar, éste se volvió una vergonzosa marca para el país. Y a estas alturas no necesitamos el infértil discurso sobre el pasado de “los setenta años” que promueve el PAN contra el PRI, porque sencillamente la última década corresponde a los gobierno panistas.
Es cierto: ganamos en transparencia y acceso a la información, ganamos en conocimiento de lo público, pero eso no nos llevó a la rendición de cuentas y mucho menos a la disminución de la corrupción. México se percibe hoy más corrupto que hace diez años. Entonces ¿dónde quedó el cambio?
En la tabla general México ocupa el lugar 100 de 182 países. De esa manera, en la nueva edición del Índice quedamos debajo de los “Brics” como Brasil, China e India; también Perú registra menores niveles de corrupción. Incluso quedamos por debajo de países africanos como Liberia y Zambia. ¿Quiénes muestran un comportamiento similar a México? Burkina Faso, Madagascar, Argentina e Indonesia. Si comparamos a México con sus pares latinoamericanos, nuestro país ocupa el lugar 20 de 32 países. Chile el más destacado de la región, está incluso un poco más alto que Estados Unidos. Los países fríos, Nueva Zelanda, Dinamarca, Finlandia, Suecia; y uno tropical, Singapur, repiten en los primeros cinco lugares con los menores niveles de corrupción. Y no es que la corrupción no exista en esas naciones, porque al final hablamos de la condición humana. Pero la diferencia radica en las instituciones, y sobre todo, en los incentivos a los que responden sus ciudadanos. Al final, gobierno y sociedad se reflejan.
Si algo muestra el Índice de Corrupción para México, es una dura realidad: la corrupción no ha disminuido a lo largo de la década panista. Por el contrario, ¡aumentó! En una escala del cero al 10, donde cero es lo más corrupto y 10 representa el menor nivel de corrupción, la tendencia se mantiene inalterada en nuestro país. Registramos 3 y de ahí no nos movemos, salvo para retroceder. En 2001 registramos 3.7 puntos.
Y todavía el PAN se sorprende por sus derrotas electorales.
Cuando se habla de transparencia como uno de los valores de la democracia contemporánea, se piensa ante todo en una práctica, en una cultura cívica. Y ahí, nuestras instituciones actuales no nos ayudan mucho.
2 de diciembre 2011
Milenio http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9072342
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