miércoles, 31 de octubre de 2012

Humberto contra Rubén

Gran revuelo causaron las diversas declaraciones del exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira. Unas y otras palabras cimbraron el estado y más allá. Por lo mismo, más de un funcionario en el gobierno estatal desearía que exgobernador y antiguo jefe ya no hable más. Pero la tragedia personal ha llevado a Humberto a exponer sus razones, exigir justicia e incluso chocar contra los intereses políticos de la herencia que él mismo dejó como gobernador. Consciente de los tiempos, salió justo cuando su hermano Rubén Moreira, actual gobernador, está en un viaje de promoción de Coahuila por Europa. Por eso, el momento que Humberto escogió para hablar, parece decirlo todo sobre su relación con el hermano que es gobernador. A pregunta expresa, Humberto reconoce las diferencias entre su gobierno y el actual, en especial por el manejo de la seguridad que hizo uno y ahora lleva otro. Para el exgobernador “cada gobierno tiene una forma de trabajar y se respeta, aunque no se comparta la forma de hacerlo, pero como persona hay un afecto, es mi hermano”.

Como la caja de pandora, las acusaciones de Humberto Moreira sobre los males del estado, las detona la tragedia personal. Señala a la región carbonífera y la producción de carbón, habla de “narcoempresarios” y exhibe la ineficiencia de las autoridades de justicia tanto del estado como de la federación. Respeta el estilo personal del hermano, pero no lo comparte.

Muchos se preguntan si hay ruptura entre los hermanos. Pero el mismo Humberto habla de diferencias, no de ruptura. Aunque ha declarado que en noviembre (otra vez administrado los tiempos), hablará de la deuda, el punto es clave para entender la distinción entre diferencia y ruptura. Hasta ahora difícilmente se puede hablar de ruptura entre los hermanos. Porque por más golpeteo de uno hacia el otro, por más reclamo y exhibición de Humberto hacia las inconsistencias del gobierno de Rubén, lo esencial sobre la deuda sigue intacto: documentos falsificados, fortunas mal habidas, desfalco del erario por miles de millones de pesos y una monumental impunidad avalada por el actual gobierno. “Curiosamente”, por estos días ha resurgido en los medios nacionales el fantasma del tesorero solitario, un tal Javier Villarreal que nadie sabe dónde está. ¿Ahora si lo van agarrar y lo van a meter a la cárcel para distensar la relación entre los hermanos? ¿Es tiempo de sacrificar a Villarreal para no crecer más el conflicto fraternal?

No obstante, aun y cuando Humberto recalque las diferencias con Rubén todavía no vemos una ruptura que por fin llame a cuentas a los responsables del atraco multimillonario. ¿O me equivoco? La deuda une más a los hermanos a pesar de las diferencias, los reclamos y las expresiones de uno contra otro. Por lo pronto, siguen las declaraciones de noviembre…

31 de octubre 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9163097

Como La Laguna ninguna


Sin duda, La Laguna, la Comarca o la Región Lagunera es una de las zonas más estudiadas del país. Por diferentes motivos y razones, la región ocupa un lugar privilegiado en estudios, informes, investigaciones y hasta experimentos sociales. La mayoría de los estudios se centra en el agua, la economía, la agricultura y el medio ambiente. Con menor frecuencia, pero no menos importante, tenemos diversas investigaciones históricas. Recientemente llegó a mis manos, gracias a la atención de mi vecino de columna, Edgar Salinas, el libro “Como La Laguna ninguna” (UAC, 2012, 152 páginas). 

Al día siguiente leí con atención el trabajo coordinado por la doctora Hilda Hernández, académica de Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Autónoma de Coahuila. El libro tiene como propósito conocer lo lagunero, es decir, la identidad que nos conforma y los elementos que materializan una cierta forma de ser. No es fácil abordar los temas de identidad, pienso que el arte, la literatura o incluso la música nos llevan ventaja a los que estudiamos profesionalmente las ciencias sociales.
“Como La Laguna ninguna” reúne la participación de un buen número de maestros y estudiantes de la Facultad. De cierta manera, el libro, que busca develar lo lagunero, termina por ser un homenaje al trabajo académico de nuestro mayor historiador y cronista de Torreón, Sergio Antonio Corona Páez (de quien por cierto, acaba de recibir la medalla David Hernández, SJ).
Para adentrarse en los misterios de la identidad y el ser lagunero, los investigadores emplearon la técnica de redes semánticas naturales. En principio, abordar esa metodología distingue y asienta un valor académico del libro. La técnica que utilizaron, más cercana a la psicología, consiste en estudiar los significados de las palabras y su agrupación valorativa en relación a un estímulo, en este caso: ser lagunero. A través de esa técnica se definieron referentes identitarios, ya fuera por medio de expresiones que describe el intangible ser lagunero o por espacios físicos que caracterizan la identidad.
Así, aplicaron una muestra de 420 cuestionarios para la Zona Metropolitana (Torreón, Matamoros, Gómez Palacio y Lerdo), con una población superior a un millón 200 mil habitantes. A partir de esa muestra, desprendieron 232 para Torreón, 108 en Gómez Palacio, ¡44 en Lerdo y 36 en Matamoros! Aunque el planteamiento teórico y conceptual del trabajo es adecuado, su aplicación repite el clásico error de la representatividad estadística. El insuficiente tamaño de la muestra aplicada para cada municipio, no permite inferir comportamientos, y solamente se queda a nivel de un mero sondeo de opinión. Más vale evitar la conclusiones.
Prolijo en citas teóricas, “Como La Laguna ninguna” evidencia la falta de comprensión de la teoría del muestreo y la estadística elemental. No obstante, es valiosa la descripción que recolectaron los estudiantes acerca de los lugares simbólicos compartidos como el río Nazas, el Cristo de la Noas, el Bosque Venustiano Carranza, la Casa del Cerro, el parque Morelos, las Dunas de Bilbao, el parque Raymundo, el avión de Sarabia y hasta la nieve Chepo.
Por lo pronto, el libro a pesar de las inconsistencias, aporta elementos para la discusión de lo lagunero y sobre todo, empuja a nuevas generaciones a seguir investigando sobre nuestra matria lagunera.
28 de octubre 2012

El Senado que necesitamos

Dejemos de lado a la senadora amorosa, Mariana Gómez del Campo, o a la senadora jugadora, Layda Sansores. Como pocas veces, esta semana los senadores corrigieron el rumbo de la reforma laboral que días atrás enviaron mutilada los diputados. Lo que parecía una batalla irremediablemente perdida por la transparencia, resultó una singular rectificación de los senadores, en particular la útil coalición que hicieron los panistas con el grupo de las llamadas izquierdas (PRD, PT y Movimiento Ciudadano). La coalición de bancadas provocó que el PRI aceptara los puntos de transparencia y rendición de cuentas para las sindicatos, a pesar de los añejos líderes sindicales que tienen el Senado. Hasta la hija de Elba Esther Gordillo, Mónica Arriola Gordillo, apoyó.

La semana pasada comenté en esta columna que la Cámara alta tenía la palabra ante la mutilación sobre la transparencia que hicieron los diputados priistas con la reforma laboral. Finalmente, en un momento de luz, los senadores remendaron el punto a favor de la transparencia en los sindicatos. A pesar de los Romero Dechamps (Pemex), Armando Neyra (CTM) o Isaías González (CROC) la coalición rectificó la reforma.
Ahora el proceso legislativo continúa y se regresa nuevamente a los diputados. La última palabra no está dicha. ¿Qué harán los diputados, sobre todo la bancada del PRI? El tema de transparencia ha dejado en un dilema a los priistas.

Por una parte el presidente electo, Enrique Peña Nieto promovió una serie de reformas para fortalecer al IFAI y la transparencia, pero por otra, los diputados de su propio partido frenaron y depuraron de la reforma laboral los aspectos de transparencia. Por fortuna, en el senado la historia fue distinta. Ayer el coordinador de los prisitas, Manlio Fabio Beltrones, declaró sobre el proceso de la reforma que ahora regresa a la Cámara baja: “Lo que buscamos es que los ánimos se enfríen y se serenen, sobre todo las posiciones radicales”. Esperemos que para ese tiempo que pide el priista, no se enfríe demasiado para avanzar en materia laboral. Aunque no lo parezca, sí hay diferencias entre el senado y los diputados. El senado ha mostrado una dinámica que manda una señal favorable para la vida pública del país. Sin duda, necesitamos más un legislativo que se parezca al senado que a la cámara de diputados. De esa manera, atestiguamos una pequeña victoria, todavía parcial, a favor de la transparencia en los sindicatos. Desde luego, ese paso no los hará transparentes de un día a otro, pero sí emite nuevas reglas del juego.

De la misma manera que la reforma laboral en su parte económica no va a generar más empleos por el simple hecho de aprobarse como va, tampoco los cambios sobre la transparencia van a eliminar las peores prácticas de los líderes sindicales. No obstante, abrir esa puerta a la información, abre también la posibilidad de la rendición de cuentas. Ojalá nuestros diputados se parezcan más a nuestros senadores.

26 de octubre 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9162646

Marihuana


Mucho se habla de la guerra contra las drogas, la prohibición de los gobiernos y la condena contra los consumidores. Pero también ya se habla más de despenalizar, incluso de legalizar. Aunque parezca que la visión prohibicionista siempre ha sido, las sociedades y los gobiernos han ido por otros caminos más abiertos y menos contraproducentes. Para el caso no tenemos que ir al pasado, sino revisar lo que actualmente se hace en el presente. Estados Unidos es una paradoja. Por un lado su gobierno nacional insiste en la lucha contra las drogas, los cárteles y el tráfico; pero por otro, las autonomías estatales han encontrado espacio no sólo para descriminalizar el consumo de las drogas (sobre todo la marihuana), sino para legalizar formas “medicinales”.

La tendencia parece apuntar hacia otro lado a pesar de la cerrazón en México. Por eso es relevante la crítica de ex dirigente de la ONU, Kofi Annan, sobre la tragedia de México por el combate al narcotráfico. Durante una conferencia en el prestigioso centro de estudios Brookings de Washington, Annan comentó sobre México: “Cuando uno mira los resultados de Calderón, la mayoría de la gente le dirá que no ha funcionado. Ha muerto mucha gente”. A favor del debate sobre las drogas, el diplomático hizo referencia al estudio de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas: “Nuestra principal conclusión fue recomendar la descriminalización, no la legalización, porque hemos llenado las prisiones de gente joven cuyas vidas salen destrozadas por una onza (de droga)”.

Aunque Annan hace la distinción entre descriminalizar y legalizar, el paso resulta inevitable. Desde otra trinchera, el peculiar presidente de Uruguay promueve la liberalización de la marihuana. No se anda con rodeos y advierte para su país, lo que en México es cotidiano, es decir: violencia, ejecuciones, muerte. Antes de que el monstruo crezca más, el mandatario uruguayo, José Mujica, propuso una iniciativa para legalizar la marihuana. Su diagnóstico es familiar para los mexicanos: “En el país tenemos miles de presos producto del tráfico de esta inmundicia y han aparecido los delitos por ajustes de cuentas. Porque a la gente que no paga no le mandan los abogados para cobrar. Le pegan un tiro. Eso era desconocido en el Uruguay”.

Más realista y menos moralista propone: “Lo que queremos hacer con la marihuana no es legalizar el consumo, es regularlo. El consumo ya existe”. Continúo con la cita del mandatario sudamericano: “Lo que nosotros levantamos como tesis es que este problema encarado por la vía policial y de la represión sigue estancado, sin solución. Tenemos más presos, gastamos más dinero y el problema se multiplica en las calles”.

Despenalizar el consumo o legalizar la marihuana, no son propuestas de dos hippies trasnochados, sino de dos políticos reconocidos que evidencian el fracaso del enfoque actual. Para mal, en México el debate no prende, pero sí seguimos bajo la desgracia del combate y el fracaso del estado para proteger la vida. No sé si a estas alturas aguantemos 60, 80 o 100 mil asesinatos más.

24 de octubre 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9162442

Plaza Mayor


De Moonwalker's Productions. Visto acá

A nuestra ciudad le hacen falta espacios que llamen al orgullo, que inviten a salir. Desde que el gobierno municipal abrió la renombrada Plaza Mayor, he acudido en repetidas ocasiones, en especial por la tarde o en la noche. Lo primero que percibí al transitar por la plaza es la sensación de estar en un espacio completamente distinto a lo que fue. Lejos de la oscuridad y soledad de la otra plaza, sorprende gratamente la cantidad de personas que acuden diariamente a la nueva; considerablemente más amplia y bien iluminada. Sobre todo en la noche, cuando familias enteraras salen de paseo con sus niños, algunos en patines o simplemente caminando. Otros más se reúnen ante la imponente bandera. ¡Imposible no tomar fotos!

Por eso inicié el texto hablando del orgullo. Porque tomamos fotos de aquello que queremos recordar. Así tenemos la postal con la familia, el encuentro con los amigos o sencillamente una buena imagen que nos queremos llevar. Ahora descubierta, la histórica plazuela Juárez y su monumento (1915) se funden con la Plaza Mayor. Insisto, cantidad de gente capturando con sus celulares imágenes que dan orgullo y sentido de pertenencia.

Desde la apertura de la plaza redescubrimos dos joyas arquitectónicas de la ciudad. Me refiero al teatro Isauro Martínez (1930), que resume el cierre del primer esplendor estético de la ciudad. El otro, un edificio de aires soviéticos inaugurado en 1946, o si se quiere, un Palacio Federal a imagen y semejanza de la arquitectura dictatorial alemana. Monumental, el edificio federal ahora luce iluminado con los colores patrios.
En las últimas semanas, la plaza también ha sido escenario para el Festival de Artes organizado por la Secretaría de Cultura en Coahuila. Acudí al concierto de Nortec Collective, un grupo no menos norteño que los Tigres de Norte, pero con la deconstrucción que brinda la música electrónica. Vibrante, innovador. Sencillamente nos movió a bailar. Si no han escuchado a Nortec, corran a comprar alguno de sus discos. Nuevamente regresé hace un par de días a la plaza, al encuentro de viejos y entrañables amigos para escuchar al gran Kevin Johansen. Aquello terminó en canto, baile y abrazos. Por unos momentos tuvimos una pausa, un respiro deseable para el triste cotidiano que se vive en la ciudad.

Poco a poco la plaza, junto con otras acciones, puede relanzar el centro histórico. Eso es lo que uno siente después de caminar por la “plancha”. Espero que en breve, la plaza conecte puntos emblemáticos de la ciudad como el paseo Colón y la plaza de Armas. Ya recientemente un inquieto grupo de estudiantes de la Universidad Iberoamericana, han levantado la mano para revitalizar el tradicional paseo en la Morelos (¿se acuerdan de “morelear”?). Tomen su tiempo, visiten la plaza, salgan con sus niños y vivan otra cara de lo puede ser el futuro deseable del centro.
Otra cosa más: opino que los ciclistas no le hacen daño a nadie, y mucho menos a la plaza. Ojalá los policías municipales y las autoridades del ayuntamiento entiendan el sentido de convivencia. Y si no entienden el valor de lo público ahora que tanto se habla de “recomponer el tejido social”, los invitamos a Ruedas del Desierto que se reúne los miércoles en el lienzo charro de Torreón Jardín y los sábados en la Plaza Kennedy.

21 de octubre 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9162189

Revolución silenciosa


Como en tantos ámbitos, sólo podemos mejorar aquello que se puede medir. Ante todo necesitamos puntos de partida, números que indiquen dónde iniciamos y cómo vamos. Desde esas referencias podemos conocer avances o retrocesos. Pero estamos más acostumbrados a la fácil opinión, que a la argumentación. Desde ahí solemos juzgar todo sin referir siquiera un punto medible. En el mundo de la opinión que tanto detestaba Platón, todo puede estar bien o mal, sólo basta que lo digamos. Por eso es tan sencillo encontrar un director técnico en cada aficionado al fútbol. Cada uno tiene la fórmula, cada aficionado sabe lo que el técnico ignora.
Aplicado al gobierno, cada vez más encontramos en el país grupos comprometidos con evaluar a los gobiernos y en consecuencia, llamarlos a cuentas. Al mismo tiempo, cada vez más los ciudadanos tienen herramientas para medir a sus gobiernos. En ese sentido ya no basta con opinar, criticar así sin más o decir que “todo esta mal”. Empecemos por fijar pesos y centavos, porcentajes y números decimales. Por eso conviene revisar el nuevo Índice de Información Presupuestal Estatal 2012, que acaba de publicar esta semana el IMCO.
El estudio evidencia mejoras y buenas prácticas presupuestales en los gobiernos estatales, pero también exhibe a los estados que manejan mal el dinero de los contribuyentes. Colima, Puebla, Campeche, Jalisco y Guerrero son las entidades más destacadas en transparencia presupuestal. Las peores prácticas se dan en Tabasco, Tamaulipas, Sonora, Chiapas y Querétaro. Coahuila, de acuerdo con el IMCO, anda por las mismas…
El 78% de los recursos que ejercen los estados proviene de la federación, y sólo un raquítico 9.6% se generó en los mismos estados. ¿No les parece que es hora de un debate a fondo sobre las finanzas públicas y la recaudación estatal? Para los estados del país, vivir en esa relación es el mejor de los mundos posibles por dos razones. Gastan lo que no se esfuerzan en recaudar y además lo hacen sin rendir cuentas a la federación. ¡Mejor imposible! Por fortuna, y esto es una buena noticia, la Ley de Contabilidad General está construyendo una revolución silenciosa en los estados y municipios, a fin de homologar finanzas, fortalecer la transparencia y generar controles más efectivos. Todavía no vemos el impacto de esa reforma en las finanzas públicas, pero sin duda será tan relevante hacia adentro del gobierno, como lo fue hacia fuera la Ley federal de transparencia.
En la bacanal de las deudas estatales, de acuerdo con los datos del IMCO, por cada 100 pesos de deuda contratada, el 81% se garantiza con participaciones federales, y 16% con ingresos propios de los estados. Otra vez en Coahuila las participaciones están anuladas por la deuda. Por eso, a falta de dinero, ahora se insiste en promover muchas leyes en el Congreso.
La primera edición del índice de información presupuestal se realizó en 2008 y se acaba de actualizar este año, pero sin duda para la próxima edición podremos valorar el impacto de la Ley de Contabilidad General, así cómo los indicadores que nos permiten evaluar puntualmente a nuestros gobiernos.
19 de octubre 2012

La oportunidad del Senado

Una batalla más por la transparencia podría librarse en el Senado con motivo de la reforma laboral. A estas alturas, en México todavía hay actores que prefieren vivir en el pasado, bajo el amparo de la oscuridad. Pero lo más grave no es que promuevan la opacidad, sino que tienen los medios y el poder para defenderla.

Por eso, más vale tomar atención al pronunciamiento de Jacqueline Peschard, presidenta comisionada del IFAI, sobre la necesidad de abrir los recursos públicos que reciben los sindicatos. La transparencia en los sindicatos plantea alumbrar esas zonas, que a pesar de los diez años de la Ley federal de transparencia, sobreviven a la apertura. De esta manera, lo que más molestó de la reforma laboral no fue la parte económica, esa al fin formalizó lo que facto venía sucediendo en el mercado laboral. Lo verdaderamente molesto, fue la impertinencia de la transparencia propuesta por el presidente Calderón a los sindicatos. Después de tantas décadas de opacidad, rapacidad e impunidad, ahora les salen con eso de que las aportaciones de los trabajadores a los sindicatos estarán sujetas a las obligaciones transparencia y rendición de cuentas.

Se imaginan la cara de Joaquín Gamboa Pascoe, o el enojo de Víctor Flores. ¿Qué sería de Romero Dechamps, Napoleón Gómez Urrutia, Francisco Hernández Juárez o Elba Esther Gordillo?
La propuesta de transparencia a los sindicatos, inmediatamente movilizó a los líderes sindicales en el Congreso a depurar la iniciativa de todo aquello que amenazara la “autonomía”, es decir, la opacidad para disponer libremente de las aportaciones de los sindicalizados.

Por eso, lo más significativo de lo que aprobaron los diputados, no fue la reforma económica, sino lo que dejó intacto. En la lógica del viejo México que se resiste a morir, bien se puede cuestionar: ¿Para qué cambiar y atentar contra la autonomía que disfrutan las cúpulas sindicales?
Hasta ahora, la historia construida en la Cámara de diputados podría ser enmendada en la cámara de senadores. ¿Pero hasta dónde el PRI puede corregirse así mismo? Hay que reconocer la astucia de Felipe Calderón para enviar la iniciativa preferente en un tiempo en que se le creía muerto. Hoy la reforma laboral en el senado le da la razón al PAN, pero al mismo tiempo, deja contra la pared al PRI, que quiere promover la transparencia en unas cosas y en otras no.

Hasta ahora, la mayor amenaza a los trabajadores según los líderes sindicales, está en la autonomía y la transparencia que se quiere imponer. Ahí el dinosaurio nunca se fue.
En una buena jugada política que podría rendir frutos positivos para el país, el PAN ha metido en aprietos al PRI hasta llevarlo a tomar una posición en relación a la transparencia en los sindicatos, además del voto libre y secreto. Hoy más que nunca el PRI definirá su futuro entre solapar a los líderes de siempre o abrir a nuevas reglas la vida sindical en México. La palabra está en el Senado.

17 de octubre 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9161786