martes, 27 de marzo de 2012

Votar por spots

Como otras democracias, la mexicana privilegia las campañas mediáticas en televisión. Por eso los tiempos, los espacios y la calidad de los mensajes televisivos pueden hacer la diferencia en una campaña. Esto le da un enorme peso a la televisión, que un país como México, bajo el dominio de dos empresas, genera una insana relación. La influencia es tal, que los candidatos prefieren no contradecir al dupolio.
Desde la república del spot, el proceso electoral fue cubierto hasta la náusea con los anuncios del IFE, al menos ya no malísimos como en las campañas pasadas. 



En los próximos días vendrán con todo las campañas de los candidatos. Pero antes, debe terminar el absurdo silencio impuesto en el Cofipe. Hace unos días el IFE dio a conocer los spots de los cuatro candidatos, su contenido nos dice mucho de cómo serán las campañas de cada uno. Si en este momento tuviéramos que votar por los spots recién difundidos, quizá Enrique Peña Nieto se llevaría la victoria. No obstante, en las elecciones votamos por algo más que spots, pero no hay duda de que el mensaje pesa. Hasta ahora, los contrapuntos son Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota. El primero habla de “ajustar y corregir” la estrategia contra el crimen. Su mensaje es sencillo y va al corazón de lo que perciben la mayoría de los mexicanos (claro está, con un cargamento de encuestas de por medio). En ese punto el priista propone recuperar la tranquilidad de los mexicanos ante la violencia del crimen.

La contraparte de su spot es el Vázquez Mota. Deja clarísimo, con un fondo negro autoritario, que ella continuará la guerra calderonista. “Quiero, quiero, quiero…” nos dice con una voz forzada. ¡Sólo faltó que nos regañara! En su insistencia de seguir en el mismo camino, hasta cierra los ojos, pero en vez de convencernos nos aleja. Mal el spot de Josefina, incluso la música sepulcral, como si quisiera más muertos. El spot nada más evidencia las carencias de su equipo de campaña.


Por su parte, Andrés Manuel López Obrador ofrece su “mano franca” y una disculpa
 muy tardía a quienes afectó con sus magníficos bloqueos. Hoy llama a la reconciliación “para construir un México justo, próspero, fraterno”. Como el spot de Peña, el suyo tiene una música de fondo esperanzadora. Sin embargo, es significativo que de los cuatro anuncios, en el de López Obrador sólo sale López Obrador. Nadie más. Yo, yo, yo es el mensaje que en realidad nos deja.


Finalmente, el spot del PANAL, liderado por Gabriel Quadri, es fresco, pero no dice gran cosa, salvo mostrar los estilos de los otros candidatos. No hay una propuesta contundente. Busca asociar la imagen de un profesor comprometido, en un partido que defiende las peores prácticas en la educación. Por si fuera poco, todavía nos pregunta “¿contamos contigo?”. El anunció está bueno para un producto comercial.
Si se votara por spots, Peña ya lleva la delantera. No obstante, la campaña contiene más ingredientes. Veremos cómo cambian las cosas.



27 de marzo 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9134053