viernes, 9 de marzo de 2012

La cruzada de Moreira II


Recién se cumplieron los primeros 100 días de Moreira II como gobernador de Coahuila. No estoy seguro que podamos hablar de logros, avances. Sobre todo, por la continuidad del gobierno anterior con el actual. ¿Dónde empieza uno y dónde termina el otro? En cambio, sí tenemos una administración dispersa, abrumada por los recortes presupuestales, por la crisis de seguridad que degrada recientemente a Saltillo y Piedras Negras. No veo claro hacia dónde va el gobierno de Coahuila, aunque ya promovió una batería de reformas en el Congreso que pretenden cambiar la vida en el estado. Si por decreto fueran las cosas…

En los primeros meses de la administración los símbolos ya pesan. Por eso, no es casual que esa dispersión se refleje también en el cambio de imagen institucional. Así, Moreira II empezó su mandato con un slogan de insulto: “En Coahuila se sonríe”. Ahora, bajo una lacerante realidad cambiaron la sonrisa y el logo por “El Gobierno de todos”.  

En 100 días el gobernador emprendió varias cruzadas. Ahí tenemos a Moreira contra los casinos. Moreira contra el alcohol. Moreira contra los table dance. Moreira contra el vicio. Moreira contra la obesidad (ya dijo que bajará 20 kilos). Moreira contra el dengue. Y desde luego, Moreira contra el crimen organizado. Hace unos días, tras la violencia de los grupos criminales en la capital y en la frontera, el gobernador insistió que “en Coahuila no se tolerará la impunidad”.

En principio, sus cruzadas son plausibles, pero dos cadáveres en el clóset restan legitimidad a sus acciones. Me refiero a los hermanos Torres Charles y a la parte de la deuda que es un megafraude de varios miles de millones. En la medida en que Moreira II prefiere evitar esos lastres, sólo abona a la pérdida de confianza y credibilidad. Máxime cuando nos dice que va contra la impunidad.

Impune está la deuda, por más que se pida dar “vuelta a la página”. Más grave todavía es lo que ya emerge del podrido sistema de justicia. ¿Cómo creerle a Moreira II que va contra la impunidad si ha sido incapaz de esclarecer la deuda en general y la parte del fraude que se pretende olvidar? ¿Cómo darle confianza cuando la continuidad de un gobierno a otro quedó bajo la infiltración del crimen? ¿En qué medida un lastre le pesa más al gobernador que otro? Sólo el tiempo lo dirá. 
Mientras tanto, lo que se respira en Coahuila, es la espesa impunidad que emana del propio gobierno.