miércoles, 31 de mayo de 2017

Coahuila es una tiranía


La expresión no proviene de un agudo crítico, ni mucho menos de algún militante de la oposición. Esos simplemente están dormidos. “Coahuila es una tiranía”, más que una valoración, parece la descripción de un estado de cosas. Una cierta forma de “hacer” política. Sin embargo, lo más interesante de la afirmación, que no proviene de un politólogo, ni tampoco de algún estudioso de la sociedad, es su mensajero: el profe más influyente de Coahuila. Un nostálgico del poder. Un poderoso que ahora reclama su fuero. Desde el PRI y contra el PRI, el profe está de regreso. Primero intentó regresar por su partido, pero le cerraron la puerta. Después volvió a insistir, y le volvieron a cerrar el camino. ¿Qué se cree ese tal Ochoa?
 “Yo que fui tormenta, yo que fui tornado, yo que fui volcán…”
Él que fue amo y señor… todo poderoso del estado. Él, un exgobernador, el más “notable”, el que hizo de Coahuila, Coahuilyork. ¿Cómo se atreven a negarle su derecho a participar? ¿Cómo pretenden desconocer a quien los llevó al poder? ¡Ingratos! ¡Malagradecidos! ¡Traidores!
Las palabras del profe cimbran el estado y más allá. Por lo mismo, la declaración más reciente no tiene desperdicio: “yo lo puse como gobernador y lo puse como candidato a diputado federal”. Tras doce años de reinado fraternal, ya no hay manera de esconder las fracturas y el declive de “una nueva forma de gobernar”. A pesar de todo, la apuesta es por otros seis años más, pero los problemas están a la vista.
Como Caín y Abel, un hermano acusa, y el otro calla. La losa es pasada. ¿A caso soy el guardián de mi hermano? Nada más profundo que el odio entre hermanos. La disputa no sólo es por el poder; ya es discordia personal. Pero las diferencias fraternales pasarían inadvertidas, sino fuera porque en medio está la elección más competida en el estado de Coahuila.  Una elección que por primera vez puede perder el PRI.
El regreso del profe es un problema para el PRI. De entrada, su sola presencia ya causa revuelo, hace olas al candidato electo por el otro hermano, genera burlas y también sentimientos negativos en el ambiente, como si los priistas necesitarán todavía más. Por vía plurinominal, y a través del Partido Joven —que más bien huele a viejo—, el profe busca hacer la hazaña de llegar al congreso local. Hazaña no porque no pueda llegar —el profe puede esa y muchas más—, sino por la manera en llegaría, y sobre todo, lo que arrastra consigo, que no es poca cosa.
Las especulaciones sobran. ¿Quién será el gobernador? ¿El poderoso y carismático diputado o el inquilino del palacio rosa? En su inicios, el partido de la dictadura perfecta, utilizó el exilio para resolver semejantes disputas… hoy se toman un café en Sanborns y todos tan amigos. ¿Tan amigos? Lo que venga, por muy pactado sea, puede resultar impredecible para el mismo PRI. Un tiro en el pie. El profe va por 100 mil votos… se antojan lejanos para un partido tan pequeño y aparentemente insignificante. Si alguien en Coahuila puede bailar la política, sin duda, es el profe. Lo vimos el año pasado en Durango, cuando las diferencias irreconciliables en el PRI, llevaron a los priitas a derrotar al propio PRI. Un voto para allá y dos para acá. Resultado: la alternancia. ¿Qué tan desesperado está  el grupo compacto del estado y su candidato, para ceder ante el profe? ¿Cuánto de esa maniobra en el filo de la navaja, le costará en votos? La apuesta es peligrosa y en dos meses lo sabremos. Por lo pronto, la broma: Coahuila es una tiranía.
Barbas del vecino

Se fugó Javier Duarte enfrente de todos, incluso, hasta fue a una entrevista en Televisa. Luego hizo sus maletas y desapareció. Mientras tanto, Veracruz carga tremendo desfalco. Según el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, el otro Duarte, César, también se fugó ante una orden de aprehensión, pero lamentablemente no fue antes a ninguna entrevista.
https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1326183.coahuila-es-una-tirania.html
29 de marzo 2017
El Siglo