miércoles, 25 de mayo de 2011

El chantaje


fuente: cnn cuarto oscuro
Otra vez en el mismo punto: la historia se repite, ya no como tragedia, sino en su modalidad de farsa diría el revolucionario filósofo alemán. De esa manera es un lugar común decir que el crimen se ha apoderado de la ciudad y de paso del país, aunque la evidencia apunte a un fenómeno segmentado. Por lo mismo no es necesario hablar del crimen para ver cómo otros grupos le han tomado la medida al Estado.
En Oaxaca parece ya una tradición anual el chantaje de la sección 22. Ahí el salón es el pretexto de los maestros para tomar la educación como rehén. Hace años el conflicto se desbordó hasta causar un riesgo a la población, además de generar un severo daño económico a la entidad. Eso no importó y mucho menos importa que cada mayo la sección 22 suspenda las clases. El mundo al revés. Mientras los maestros están en paro, más de un millón 300 mil alumnos no tiene clases. Mientras los maestros toman las calles, el estado acepta el chantaje.
De manera oficial la sección 22 apuntó el chantaje en un comunicado: “Ante la política de omisión y denostación por parte del Estado Mexicano, este magisterio responsabiliza a Gabino Cué Monteagudo y a Felipe Calderón Hinojosa por el estallamiento del paro indefinido de  labores y de las consecuencias que de ello deriven”.
¿Será Gabino Cué, el gobernador de la alternancia, quien rompa esa tradición? No lo creo, hasta ahora ha retrocedido con las presiones. Cuando recién tomó el poder, el sindicato lo probó. Ahora que de dinero se trata, los paristas toman las calles, cierran negocios y suspenden las clases. 
Si los maestros de la sección 22 procuran “la defensa de la educación pública, la justicia y la transformación democrática de Oaxaca”, ¿por qué secuestran la educación? Al amparo de la educación pública los maestros pelean el privilegio millonario de ejercer recursos públicos sin rendición de cuentas. No quieren 700 millones como inicialmente les propuso el gobierno de Cué, sino más de ¡1500! El privilegio es grande y los incentivos perversos también. Mientras pasan los días, los maestros cobran sin trabajar, porque eso sí, no hay autoridad que lo impida ni los sancione. La prueba que tiene el gobernador de Oaxaca es muy alta, problemática y con pérdidas seguras. Si rehúye el conflicto ¿entonces para qué buscó el poder?
En la relación actual, el dinero que el estado mexicano destina a la educación tiene su peor escenario en estados como Oaxaca, Chiapas o Michoacán, pero el resto, a decir por los resultados no se aleja demasiado.