miércoles, 18 de mayo de 2011

Enchúlame a Coahuila

Un taller, un mecánico, un cliente deseoso de “pimpear” su camioneta… pero no es la deseada visita del rapero Xzibit en su versión latinoamericana de “Enchúlame mi máquina”, sino el spot del candidato del PRI a la gubernatura de Coahuila, Rubén Moreira. Y sí, esa es la primera impresión que deja el mensaje de campaña: enchular a Coahuila, aumentar lo que ya se tiene.

Está claro que la promoción de su campaña no parte de la marca PRI, sino del sello Moreira. Por eso su mensaje apuesta a la continuidad fraternal, que lejos de representar un problema, se afianza la imagen de permanencia. Durante semanas se ha promocionado una campaña en contra del hermano por reproducir la “conveniente” práctica del nepotismo. ¿Qué tanto ha impactado en la imagen del candidato del PRI? Parece que no mucho a juzgar por las encuestas publicadas.

Antes hay que reconocer la aprobación casi permanente del exgobernador Humberto Moreira durante su quinquenio, aunado por otro lado, al desprestigio del PAN como partido en el gobierno. Eso no ha ayudado al PAN y su candidato Guillermo Anaya. Es cierto que el PRI está muy fuerte en Coahuila, pero tampoco Acción Nacional en el Estado está solo. Es gobierno federal, y ha contado con el apoyo y los puestos de la federación en la entidad. Tiene un candidato jovial y carismático. Sin embargo, a la inversa del PRI, los conflictos internos terminaron por dilapidar el capital político en las calles. Las elecciones no se ganan en el partido, sino fuera de él. Por lo mismo es difícil comparar la presencia de un partido con otro en las colonias. Por cada tanto del PAN hay dos o tres partidarios más del PRI.

Hay sorpresas y coyunturas en las elecciones, repuntes y desplomes, pero con seguridad una elección no se gana durante la campaña, sino uno o dos años antes. Faltan más de cuarenta días para la jornada electoral y habrá tiempo para analizar en esta columna los niveles donde se disputa la campaña: la mercadotecnia, el liderazgo en las secciones, la opinión pública, las encuestas, la presencia en las redes sociales y ojalá que en los debates.

¿Minucias del lenguaje?
Me habla el maestro Luis Azpe para expresarme su indignación por la redundancia de adverbios: “Más mejor”. El eslogan de campaña de Moreira, me dice Azpe, no es digno de la tradición de maestros en su familia, sobre todo, del ilustrísimo Rubén Moreira Cobos, uno de los iconos de la educación y promotor del Ateneo Fuente. Parece una minucia del lenguaje, pero no es lo mismo méndigo que mendigo. Ni “lider” que líder.

18 de mayo 2011
Milenio http://impreso.milenio.com/node/8960704