Fuente: http://www.reeligeocastiga.org/
Recién acabo de ver el breve documental “Reelige o castigar”. Como bien lo apunta su título, el documental tiene un objetivo claro y está centrado en un tema tabú para nuestra clase política: la reelección. Durante un siglo, “Sufragio efectivo, no reelección”, fue la fórmula mítica, casi sagrada del régimen político revolucionario. Lo que empezó como un rechazo a la eterna reelección porfiriana (sólo a nivel de presidente de la República), en 1933 terminó a manos de Plutarco Elías Calles en un cerco al poder legislativo. De esa manera, el poderoso presidente suprimió “convenientemente” el derecho de los ciudadanos para apremiar o castigar a sus senadores, diputados y presidentes municipales. En consecuencia, la decisión pasó a manos del Partido y actualmente, sigue en manos de Los partidos.
Nuevamente el tema de la reforma política resurge como una alternativa viable para oxigenar el vetusto régimen político. Pero si el tema regresa no es por un grupo de legisladores reformistas, sino por llamada de atención de un grupo de ciudadanos y también activos tuiteros. Se trata de una asociación civil conformada por profesionistas y académicos. La propuesta está abierta para los ciudadanos que desean exigir a sus diputados avanzar en la reforma del poder.
Un listado en la página de la asociación muestra a los diputados que se han pronunciado a favor de la reelección de legisladores y alcaldes. En el caso de Coahuila, sólo los diputados Jesús Ramírez Rangel y Tomasa Vives aparecen en la lista. ¿Y el resto? ¿Qué opina la mayoría priísta de Coahuila? En el caso de Durango, también dos diputados apoyan la propuesta: Laura Elena Estrada Rodríguez y Bonifacio Herrera Rivera.
Está claro que dejar la política a los políticos es riesgoso. Por lo mismo, la reforma donde se incluyó la reelección fue rechazada en su momento por los priista de la Cámara baja, a pesar de que el dictamen fue promovido por los senadores de ese mismo partido. Entonces se pretextó la increíble necesidad de ¡más tiempo! para revisar el tema.
En la crisis de legitimidad que viven los partidos políticos y las instituciones, hacer una reforma representa una alternativa viable al descontento, a la insatisfacción. Sin embargo, para los legisladores no hay prisa, para los ciudadanos sí.
Carlos Fuentes resumió el tabú de la reelección: “un miedo a la democracia”. ¿Por eso no le entran?