lunes, 2 de abril de 2012

Cuota de género

En los años de la transición creció la participación de las mujeres en cargos de representación popular, sin embargo, el número todavía no es suficiente para hablar de una paridad entre hombres y mujeres. Por eso, se propuso a nivel de partidos la llamada “cuota de género”. Quizá el nombre no nos guste, pero sí es relevante en la búsqueda de equidad. El compromiso más inmediato se llevó a la Cámara de diputados por un grupo plural y destacado de mujeres, entre las que se encuentran ahora varias candidatas (Josefina Vázquez Mota, Beatriz Paredes e Isabel Miranda de Wallace, Xóchitl Gálvez y Amalia García).

Hace unos meses, en diciembre de 2011, los diputados aprobaron las reformas al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), para evitar que las diputadas llamadas “Juanitas”,  entreguen su curul a hombres después de solicitar licencia. Por otro lado, el mismo Cofipe expresa claramente que las candidaturas de “los partidos políticos deberán integrarse con al menos cuarenta por ciento de candidatos propietarios de un mismo género, procurando llegar a la paridad”. Para una cultura predominantemente machista, la equidad de género en los partidos no es evidente ni necesaria. Con razón Pascal Bruckner lo describió como “falocracia”.


Por eso el PRI y el PAN, hay que destacar la excepción del PRD, no les importó cubrir con el principio mínimo de equidad que señala la ley. Por el contrario, el IFE, y sobre todo, el Tribunal Electoral echaron para atrás las propuestas de los partidos que incumplieron con la equidad. A pesar de la ley, los representantes de esos partidos todavía se inconformaron con las autoridades. Ahí está la injustificable defensa de Rogelio Carbajal del PAN, y del experimentado Sebastián Lerdo de Tejada por el PRI. Hacer bien las cosas desde el principio no es una característica de nuestros partidos. Al menos en este punto, hay aplaudir el contrapeso del IFE y el Tribunal.


Por lo pronto, en Coahuila el PAN ya retiró la candidatura al senado de Jesús Ramírez Rangel y falta una más para la candidatura a diputado. En el PRI están esperando a que el Tribunal o el IFE les regresen sus candidaturas. Por cierto, no me extrañaría que la candidata Hilda Flores, privilegiada en la lista por ocupar el décimo lugar al Senado, intentara regresar para ceder su lugar en el legislativo. Quizá esta vez se tope con el IFE.
28 de abril 2012
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9136960