lunes, 2 de abril de 2012

Estado fuerte

En las democracias contemporáneas el voto ya no es suficiente para legitimar un gobierno; un gobernante. Personalmente conozco el caso de varios políticos que arrasan en las elecciones, para luego dilapidar el bono con el que ganaron. Sean 10, 50 o 100 mil votos, la legitimidad a través del sufragio puede evaporase fácilmente. No dura por siempre. En algunos casos, la falta de consistencia en el gobierno lleva a desperdiciar en poco tiempo el capital político ganado. En otros, la herencia de un gobierno abiertamente corrupto termina irremediablemente en el descrédito.


En días recientes, y los que vendrán, el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, repitió que “Coahuila es el estado fuerte de México”. También en su cuenta de Twitter escribió: “estado fuerte”. ¿Por qué la aseveración? ¿Por qué la insistencia?



Moreira II ganó con poco más de 700 mil votos. Por entonces se festejó la nueva marca electoral que el PRI logró. Todo parecía miel sobre hojuelas. Pero la transición se fue complicando con el destape de la deuda, y al paso de los días, la corrupción con la que fue contratada un parte (únicamente unos miles de millones). La situación no podría estar peor hasta que se comprobó la sospecha, y posteriormente la liga del crimen con el sistema de justicia. Ahí, otro hermano fue el acabose. ¿Qué fortaleza está imaginando Moreira II? ¿La de un orgullo del beisbol norteamericano o la de un estado abrumado por las deudas?Coahuila no es un estado fuerte, por la sencilla razón de que su presupuesto está comprometido con los bancos.

Coahuila no es un estado fuerte, porque ha sido incapaz de explicar la deuda, pero sobre todo, de resarcir los daños y llamar a cuentas a los responsables. ¿Alguien ha visto a Villarreal y compañía?

Coahuila no es un estado fuerte, porque en vez esclarecer la deuda, evita la transparencia como antídoto a la opacidad. Y si no ¿por qué de última hora decidieron quitar los contratos con los bancos que ya habían publicado en la página web? ¿Qué quieren ocultar?

Coahuila no es un estado fuerte, porque funcionarios clave del gobierno anterior, son ahora parte de su gobierno. Cito un ejemplo: Ismael Ramos como secretario de la función pública con Moreira I, no vio nada, no escuchó nada. ¡La deuda le pasó de noche! Hoy está en finanzas.

Coahuila no es un estado fuerte, porque de última hora le cargó la mano a los contribuyentes a fin de tapar el boquete abierto por Moreira I.

Coahuila no es un estado fuerte, porque las instancias de justicia fueron relacionadas peligrosamente con el crimen organizado y por si fuera poco el exfiscal fungió como un importante asesor ¡jurídico!

Coahuila no es un estado fuerte, porque los delincuentes se han adueñado del estado, y ahora el problema ya no es sólo de Torreón, sino de Saltillo, Monclova y hasta Piedras Negras.

Pero claro, Coahuila es fuerte, muy fuerte en la mente del gobernante.


1 de abril 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9139278