miércoles, 18 de abril de 2012

Una historia no apta para Hollywood

El Álamo, una historia no apta para Hollywood (Planeta, 2011, 243 páginas), es el libro que desde su polémico título nos entrega Paco Ignacio Taibo II. La publicación me interesó no sólo por la calidad del autor y la amena prosa que se agradece, sino por la temática, que para los mexicanos, especialmente para los norteños, resulta cercana a su historia. Mientras la separación de Texas se fraguó frente a nuestras narices, Monclova y Saltillo se disputaban en vano la capital del inmenso territorio de Coahuila y Texas. Por tales motivos, éstos últimos se ganaron el mote de “saltilleros”.
Taibo nos advierte que detrás de su libro está el interés por explicar el Álamo más allá de las tendenciosas versiones cinematográficas que “educaron” por décadas a estadounidenses y en consecuencia a mexicanos.
En esencia la historia se basa en la paradoja del triunfo y la derrota. Lo que fue una masacre para los texanos de origen estadounidenese, se convirtió en la principal base del mito imperial norteamericano. En cambio para los mexicanos, la victoria militar en el Álamo a cargo de su Alteza Serenísima, el general Santa Anna, se volvió rápido un estrepitoso fracaso en San Jacinto, que desembocó en la pérdida de Texas en 1836. A la larga fue la guerra con EU en el 46 y la pérdida de una buena parte del territorio nacional.


Si bien Taibo no llena un hueco en la historiografía del tema, sí aporta en divulgación al público mexicano. El tema en sí es una biblioteca y muchos archivos donde destacan en su mayoría los historiadores del otro lado del río; entre los mejores Stephen L. Hardin y James E. Crisp, quien por cierto, aportó una auténtica pieza de historiografía, donde erudición y crítica se combinan para deconstruir el mito texano por excelencia.


En ese sentido, Taibo escribe con su Álamo, una breve historia que aborda lo mismo las películas, como la exitosa y racista versión de John Wayne, así como las investigaciones académicas o la demoledora crítica a las hagiografías de los principales actores separatistas y héroes gringos: David Crockett, Willian Travis y Jim Bowie.


Con su característico estilo, el escritor mexicano teje dos libros en uno. Por un lado la historia general del presidio del Álamo desde sus orígenes como misión, donde con justicia se reconoce lo que pocos laguneros saben y los norteamericanos no ignoran: la aportación de la Segunda Compañía Volante de San Carlos de Parras en la consolidación de aquella población.
Por otro, Taibo reescribe la historia del mito, es decir, cómo se contó la historia y cómo se construyó ese discurso, acaso el más taquillero y nacionalista de sus discursos. Pero nada comparado con la infamia de Vietnam y más recientemente Irak o Afganistán.
No obstante, al final, el presente nos deja un mejor sabor de boca que aquellos “tristes recuerdos” que dividieron a los coahuiltejanos. Taibo concluye con razón: “en lo que se llamaría justicia poética, y que la historia no hace con demasiada frecuencia, en Texas hoy el nombre más común para un niño es José”.
Como dice aquella frase entre quienes van y vienen a la antigua Coahuila; quizás sólo les prestamos a los gringos Texas para que la pavimentaran e hicieran los highway. Hoy aquél territorio parece más México y la tendencia lo hace inevitable.
8 de abril 2012
Milenio http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9142645