sábado, 19 de mayo de 2012

¡Vivan las instituciones!

A nadie le conviene más que gane Enrique Peña Nieto que a los hermanos Moreira. Mientras la campaña avanza, el horizonte parece prometer la impunidad; el borrón y cuenta nueva. En esa lógica, todavía no se ve que Peña tenga competidor, aunque ya hay voces críticas entre una minoría privilegiada de jóvenes. Por eso, después del desastre de la Ibero, Peña vino a Saltillo para ser apapachado y olvidar que en la democracia cabe la disidencia, la crítica, el cuestionamiento y la deliberación. Por eso siempre serán mejor las porras, los militantes acarreados, el elogio multitudinario del mitin, que los inconvenientes de la democracia. Por cierto ¿cuánto costó semejante movilización del PRI en Saltillo?

Ya en Coahuila, el estado donde Moreira I destapó abruptamente una deuda que no podía ocultar más, al candidato del PRI no le quedó más opción que pronunciarse al respecto. Declaró que le “parece” que la autoridad debe “investigar y deslindar las responsabilidades a que haya lugar… y que se castigue y sancione a los responsables”.


¿Qué más podía decir el candidato a la presidencia? Lo correcto, sólo lo políticamente correcto. Por eso dijo que se investigue y se castigue, aunque al paso del tiempo, de ser presidente, él se encargará de que Coahuila ya no sea “tema”. Para la economía de la corrupción ¿qué son tres, cinco o 36 mil millones de pesos? Allá que los contribuyentes paguen. “Vivan las instituciones” podría ser el nuevo eslogan de Coahuila después del 1 de julio.


El tiempo pasa y los responsables apuestan por el olvido. Esa es la carta, a falta de los Pinos, de quienes ahora llevan las riendas del gobierno estatal. Por eso, mientras la deuda está impune, Moreira II nos habla de “conducir una administración ordenada y transparente”. Pero lector no se confunda, no piense que es broma. Aquí de lo que se trata es de hacer un ¡nuevo pacto social! Menos mal que de la seguridad se encarga nuestro gobernador.


Por eso, el presidente del Congreso estatal, Eliseo Mendoza Berrueto primero dice una cosa y luego afirma otra. Para este maestro del lenguaje la deuda es legal; luego esa misma es ilegal. Su declaración es para no olvidar: “Si esa deuda es ilegal no tiene por qué pagarse”.
Por ahora, la buena noticia proviene del IFE porque acaba de tomar la resolución de sancionar el PAN por llevar la crítica de Moreira I a sus spots de campaña. 



Mejor creerle al consejero Benito Nacif, porque ese spot es calumnioso. Sólo le faltó decirnos que nos hagamos a la idea que en Coahuila no se falsificaron documentos, firmas y hasta un periódico oficial. No, no, no. Todo eso no sucedió. Sólo son calumnias de la oposición. Ya lo dijo Sebastián Lerdo de Tejada: “Es muy lamentable que el PAN, quizá como un clásico partido de derecha, promueva una campaña de odio y de encono y que producto de su desesperación mantenga una ruta de provocaciones”. ¡No se diga más!


18 de mayo 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9147854