Nada de lo que se pueda decir sobre los jóvenes es concluyente. Por eso las definiciones parecen cortas cuando se quiere hablar de los jóvenes. Hay perfiles y mediciones, gustos y tendencias, pero al final siempre hay algo impredecible en su comportamiento. En ese sentido, en los últimos años los jóvenes han irrumpido el orden dominante. Cayó Gadafi y su magno poder. Se fue Mubarak, el otrora hombre fuerte de Egipto. La primavera árabe se extendió en el ambiente y casi de manera simultánea los jóvenes españoles cimbraron a su gobierno y de paso contagiaron a sus pares norteamericanos que se movilizaron en el Occupy Wall Street. Qué decir de los estudiantes chilenos que todavía protestan por el costo de la educación en su país y tienen en jaque al Slim chileno.
En México tenemos un país notablemente joven, y hasta podemos hablar del bono ninigráfico, pero ¿cuántos de esos jóvenes se necesitan para romper el orden establecido? 43% del padrón electoral está conformado por un segmente de jóvenes entre 18 y 34 años. Uno pensaría que su decisión puede cambiar el rumbo del país. Pero la realidad es otra, lo jóvenes participan poco, tanto como minorías en la política. Hace tiempo que su movilización no se expresa en la política.
Por eso no hay que desestimar lo duro que trataron recientemente a los candidatos en las universidades. En particular a Enrique Peña Nieto y a Gabriel Quadri. ¿Sigue Josefina? El primero fue abucheado y cuestionado por los alumnos de la Universidad Iberoamericana: “Fuera, fuera, fuera… la Ibero no te quiere”. Prácticamente el priista, acostumbrado a la comodidad coaccionada, tuvo que escaparse del encuentro por la puerta trasera. A Quadri también le llovió con los alumnos de la Carlos Septién García; ya no sabía cómo explicar su juego con La Maestra o la inocente imagen del candidato en la combi.
Recientemente varias universidades realizaron un simulacro electoral. La UVM organizó la tercera edición en sus campus con un resultado marcadamente a favor de Andrés Manuel López Obrador. Lo mismo sucedió en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de Universidad Autónoma de Coahuila. Ahí López Obrador se volvió a llevar la mayoría de las preferencias de los estudiantes. Ya me imagino la mala noticia para el mediocre rector de esa universidad.
En la tendencia nacional el voto de los jóvenes favorece más a Peña Nieto que al resto de sus competidores. Sin embargo, y aquí sigo a Alejandro Moreno, uno de los mayores expertos en encuestas en el país, en el segmento universitario crece López Obrador hasta superar al priista por 5 puntos. Pero este segmento es insuficiente para ganar una elección. ¡Cuánta falta nos hace más educación!
Entre los jóvenes de 18 a 24 años (unos 14 millones del padrón), las preferencias de voto a favor de Peña cayeron hasta 7 puntos al mes de mayo; mismos que se repartieron hacia los otros candidatos. Aún así, el resto de los segmentos muestra una clara tendencia hacia el priista. En esa relación, el voto de los jóvenes en México está lejos de ser decisivo.
13 de mayo 2012
Milenio http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9147312