jueves, 30 de junio de 2011

Los mexicanos según Castañeda



A la larga tradición de libros sobre México y lo mexicano, Jorge Castañeda suma uno más con la reciente publicación de “Mañana o pasado. El misterio de los mexicanos” (Aguilar, 2011). Más que innovador, el libro de Castañeda tiene el mérito de sintetizar una gran cantidad de datos duros, estadísticas, encuestas, porcentajes y todo número que permita explicar el actual perfil del mexicano desde 1981 a los primeros años del siglo XXI. 
A partir de ahí, interpreta a los mexicanos desde algunos rasgos distintivos que nos definen, pero también nos confrontan como país.
En palabras del autor, el libro pretende explicar por qué los mismos rasgos nacionales que sirvieron para construir el país, ahora obstruyen su camino hacia un futuro y una modernidad más sólidos. De esa manera muestra la confrontación entre el pasado y el presente de México. Pero la tesis de Castañeda no es catastrofista, por lo mismo, en las claves de nuestro presente observa las posibilidades de un mejor futuro. Como sabemos, hay aspectos desastrosos en nuestra sociedad, y al mismo tiempo, rupturas que evidencian cambios alentadores en el comportamiento. Sin duda hay avances, aunque al Secretario de Hacienda no se lo aceptemos; uno de ellos es la conformación paulatina de un país de renta media, no obstante la pobreza.

¿Qué nos impide crecer? El güero Castañeda enumera varios factores, entre los que se encuentran una aceptación ambigua de la modernidad. Admiramos el progreso y paralelamente lo obstaculizamos. Remember Atenco. Vivimos en una democracia, pero tenemos una sociedad civil escuálida que no sustenta el respeto por la legalidad. “Así -cito a Castañeda-, no debería de sorprender que hoy, después de casi 500 años de padecer un estado tan fuerte, la sociedad civil sea tan débil”. En otro ámbito, el autor retoma el argumento de Juan Villoro sobre el éxito y la individualidad del mexicano: “sobresalimos en tareas que exigen soledad y sufrimiento, como la literatura y el Tae Kwon Do”, pero fracasamos en los deportes colectivos. En esos términos, el mexicano actual es ante todo un “liberal salvaje”; tan individualista que desprecia el espacio común y no encuentra motivos para la acción colectiva. ¿Les suena conocida esta faceta?


El libro no está exento de polémica, por el contrario, asume en ¡Juan Gabriel!, una especie de primera condición (pos)moderna mexicana, posmexicana. También su imagen del norte es chata y superficial: “El norte del país es industrial, moderno, violento, de piel clara y de escaso encanto, pero alimentado por la energía procedente de su proximidad a Estados Unidos y el carácter pasajero de muchos de sus habitantes”.
A diferencia de las fronteras, Monterrey, Saltillo, Chihuahua y Hermosillo (no menciona a Torreón), son ciudades de clase media, “pero son mucho menos seductoras que otras regiones; su gastronomía es plana, su música anodina, su arte poco original y su literatura contemporánea poco interesante”. Habrá pues, que invitar a Castañeda a La Laguna.
30 de junio 2011